El amor, la guerra y los oráculos.

[Manuel Alonso]

Cuando más alta está la luz del día en la cima de la colina,
alza el Augur el báculo y el cielo acota en el más profundo silencio,
traza un cuadrado imaginario, que cruza rauda el águila con su grácil armonía.

¿En qué dirección, por qué ángulo?

El hígado de un pájaro posa el Arúspice,
una mancha amarilla de azufre
aparece en las dieciséis
Casas de Bronce.

De la nieve el silencio, camino de la ausencia,
tiembla de gozo, cercena la distancia,
la luz vigila, libera la grandeza que blasona,
depende del senado la última palabra.

Listas de grana a modo de galones en la toga,
los cien cerrojos descorre,de par en par
del templo de Jano abre las puertas,
viste el Cónsul trábea quirinal.

Roma declara la guerra a Cleopatra y Marco Antonio.

César Augusto, Pontífice Máximo,
se levanta del lecho,
posa el pie derecho en la alfombra de un tigre,
siete pecas luce su pecho, estrellas de la Osa Mayor,
clava una jamba de cedro en el ataúd de un niño,
ávido aguarda el oráculo de Accio.

El hombre más poderoso de la tierra,
Sólo tiene miedo al rayo.

Entre la soldadesca, la crueldad no es la práctica,
y sí la muerte súbita que honra al enemigo.
Pues no se prolonga la agonía del soldado herido
con los tendones cortados en el campo de batalla.

Vértigo provocan tus cabellos sueltos y dorados
en las ingles españolas, Cleopatra.
¿Sabes que has amado a un legionario?
Lo que más conviene en estos casos,
para que el amor se perpetúe en el espacio,
es el suicidio.

Gana la guerra el Padre de la Patria.
Bogan en galeras ladrones, asesinos, esclavos,
prisioneros, y por primera vez, adúlteros.

[Hallie Hernández Alfaro]

Oh, magnífica entrega; deslumbrante, Manuel. Te has sacado de la pluma un trozo de historia y la has alimentado de pura poesía.

Ovación cerrada y sostenida.

Salud y un gran abrazo.

[Manuel Alonso]

Gracias Hallie por el comentario, el tema de Roma siempre me ha atraído mucho. En este poema intento plasmar la práctica de los oráculos, cómo se llevaban a cabo algunos, además de aportar datos históricos verídicos, como por ejemplo que César Augusto se levantaba siempre con el pie derecho y llevaba la Osa Mayor en el pecho tatuada, que a las galeras mandó a los adúlteros, que sólo tenía miedo al rayo desde que vio a un soldado caer fulminado en una batalla, etc. Bueno, amiga, es un placer tenerte por aquí y te envío un fuerte abrazo.

[José Manuel Sáiz]

No solo hemos disfrutado de un buen poema, sino que hemos aprendido algo más de historia. Muchas gracias por ambas cosas Manuel.
Un abrazo
J. Manuel

[Manuel Alonso]

Gracias José Manuel por el comentario, eres muy amable, recibe un fuerte abrazo.

[Pilar Morte]

Gracias por traer en hermosos versos una parte de historia que no conocía. Un gusto leerte
Besos
Pilar

[Antonio Justel]

Cuando más alta está la luz del día en la cima de la colina,
alza el Augur el báculo y el cielo acota en el más profundo silencio,
traza un cuadrado imaginario, que cruza rauda el águila con su grácil armonía.

¿En qué dirección, por qué ángulo?

El hígado de un pájaro posa el Arúspice,
una mancha amarilla de azufre
aparece en las dieciséis
Casas de Bronce.

De la nieve el silencio, camino de la ausencia,
tiembla de gozo, cercena la distancia,
la luz vigila, libera la grandeza que blasona,
depende del senado la última palabra.

Listas de grana a modo de galones en la toga,
los cien cerrojos descorre,de par en par
del templo de Jano abre las puertas,
viste el Cónsul trábea quirinal.

Roma declara la guerra a Cleopatra y Marco Antonio.

César Augusto, Pontífice Máximo,
se levanta del lecho,
posa el pie derecho en la alfombra de un tigre,
siete pecas luce su pecho, estrellas de la Osa Mayor,
clava una jamba de cedro en el ataúd de un niño,
ávido aguarda el oráculo de Accio.

El hombre más poderoso de la tierra,
Sólo tiene miedo al rayo.

Entre la soldadesca, la crueldad no es la práctica,
y sí la muerte súbita que honra al enemigo.
Pues no se prolonga la agonía del soldado herido
con los tendones cortados en el campo de batalla.

Vértigo provocan tus cabellos sueltos y dorados
en las ingles españolas, Cleopatra.
¿Sabes que has amado a un legionario?
Lo que más conviene en estos casos,
para que el amor se perpetúe en el espacio,
es el suicidio.

Gana la guerra el Padre del la Patria.
Bogan en galeras ladrones, asesinos, esclavos,
prisioneros, y por primera vez, adúlteros.

... jooo, ciertamente, estimado Manuel Alonso, ciertamente que pedazo de obra, de poema histórico, de alusiones concretas y otras mágicas, innovadoras (cual el último verso), en resumidas cuentas, un trabajo poético digno de realzar sin estrecheces sino con todo merecimiento, pues da luz al Foro, amigo, y mucha; recibe mi humilde felicitación con un abrazo, Orión

[Manuel Alonso]

Gracias Pilar, eres muy amable, te envío un fuerte abrazo.

[Manuel Alonso]

Gracias Antonio, un placer y un abrazo.

[Dani Calvo]

Hermoso poema con una historia de fondo, me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo, Manuel.

[Guillermo Cumar.]

Historia y poesía, dos en uno. Tres, al inicio con la geometría, y luego más
con la armonía de una sofisticada narración, tan descriptiva como el saber
que ocupa la pluma del poeta y la satisfacción que invade a quien se acerca.

Un aplauso...o dos... o más

[Manuel Alonso]

Gracias Dani por el comentario, eres muy amable, te envío un fuerte abrazo.

[Manuel Alonso]

Gracias Guillermo, eres muy amable, recibe un fuerte abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

La historia es poesía en si misma y se deja contar de muchas maneras. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Pepa

[Manuel Alonso]

Gracias Pepa por el comentario, eres muy amable, un abrazo.