Sirenas. (En memoria de Isabel Carrasco)

[Manuel Alonso]

Mírame
como se mira por primera vez el mar.
Me han disparado por la espalda y rematado en el suelo.
No me ha dado tiempo a nada.
Ni siquiera a ordenar los papeles del despacho.
No conozco el rostro de mi verdugo.
Sigue pacientemente las huellas de los árboles,
Lo encontrarás,
lo sorprenderás tomando un taxi o una cerveza
en cualquier rincón del barrio húmedo.
Todavía me da vueltas la cabeza, un tiovivo sin caballos.
Un jubilado persigue e identifica al presunto autor del crimen,
una mujer despeinada y despechada por el vértigo de la vida,
es detenida cuando trataba de darse a la fuga en un coche gris.
Cargadas de luz eléctrica, estallan las arañas en las bóvedas.
Un desaliñado inspector de policía prende un cigarrillo rubio,
pregunta a la asesina en el cuarto de interrogatorios:
¿Cuántas sirenas hay en la calle?
La boca de un revólver vomita marihuana.

[Pilar Morte]

Un suceso que te ha cogido cerca y del que sabes sacar, a pesar de la desgracia, versos hermosos
Un poema real y bello.
Abrazos
Pilar

[Hallie Hernández Alfaro]

Impresionante y bello a pesar de su magno dolor, Manuel.

Abrazos.

[Nimaos Llombart]

Cargadas de luz eléctrica, estallan las arañas en las bóvedas. Un desaliñado inspector de policía prende un cigarrillo rubio, pregunta a la asesina en el cuarto de interrogatorios: ¿Cuántas sirenas hay en la calle? La boca de un revólver vomita marihuana.



Un poema con todo el surrealismo y la intermitencia trágica de un buen cuento policiaco, pero con la ficción creativa a flor de tanta imaginación y plasticidad, uno no puede más que felicitarte, amigo Manuel. ¡Magnifico trabajo! Hay encantamiento y valor de sambro en este poema.

Un fuerte abrazo y ya sabes, mi agradecimiento por delante siempre.

O. Llombart.

[Minona McEwen]

Mírame
como se mira por primera vez el mar.
Me han disparado por la espalda y rematado en el suelo.
No me ha dado tiempo a nada.
Ni siquiera a ordenar los papeles del despacho.
No conozco el rostro de mi verdugo.
Sigue pacientemente las huellas de los árboles,
Lo encontrarás,
lo sorprenderás tomando un taxi o una cerveza
en cualquier rincón del barrio húmedo.
Todavía me da vueltas la cabeza, un tiovivo sin caballos.
Un jubilado persigue e identifica al presunto autor del crimen,
una mujer despeinada y despechada por el vértigo de la vida,
es detenida cuando trataba de darse a la fuga en un coche gris.
Cargadas de luz eléctrica, estallan las arañas en las bóvedas.
Un desaliñado inspector de policía prende un cigarrillo rubio,
pregunta a la asesina en el cuarto de interrogatorios:
¿Cuántas sirenas hay en la calle?
La boca de un revólver vomita marihuana.

Ha sido terrible, me gusta que alguien al menos no haga apología de la violencia, y se acuerde del ser humano por encima de las cuestiones políticas. Un abrazo

[Manuel Alonso]

Pilar, eres muy amable, gracias por el comentario, un abrazo.

[Manuel Alonso]

Hallie muchas gracias, eres muy amable por los comentarios que haces a mis poemas. Siempre es un placer tenerte por aquí. Un abrazo, amiga.

[Pablo Ibáñez]

Manuel,

me ha gustado el poema, amigo. Es un caso muy raro, éste. No acabo de ver el fondo del asunto: la madre, la hija, la política, la policía, el marido que no se entera de nada, el tipo de personas implicadas... Un caso muy raro que huele a más fondo del que se muestra.

Un abrazo, amigo.

[Manuel Alonso]

Nimaos, te agradezco el comentario que haces del poema. Tus comentarios para mí son muy elocuentes y coinciden con un estilo y estética líricos que siempre he tenido como referencia. Es un placer que pases por aquí. Te envío un fuerte abrazo. Ah, se me olvidaba, el poema está basado en un hecho real que ocurrió hace pocos días en mi ciudad, el asesinato de una mujer. Yo tenía bastante relación con los protagonistas.

[Manuel Alonso]

Minona muchas gracias, eres muy amable, un abrazo.

[Manuel Alonso]

Gracias Pablo, eres muy amable, te envío un fuerte abrazo.

[M. Sánchez]

Tocayo, buen poema nos dejas. Te has marcado un escrito con una fuerte carga de profundidad imaginativa y con gran habilidad poética. Mi felicitación.
Un abrazo.

[Ventura Morón]

Me ha gustado mucho este testimonio Manuel, esta voz pausada ante un hecho atroz, y esas sirenas, quizás justo mostrando esa perplejidad ante la realidad, quizás más entendible si las situamos en un mundo ajeno, donde una madre y una hija, puedan retroalimentarse de odio por querer salir de un mar que las aprisiona. Y a su lado, el mundo sigue con una normalidad avasalladora.
Un placer pasar por aqui amigo Manuel

[José Manuel F. Febles]

Excelente poema descriptivo de lo sucedido en tu tierra leonesa. Muy bien mostrado.

Un abrazo desde México, de un Canario.

José Manuel F. Febles

[Carlos Justino Caballero]

Manuel Alonso, Compartiendo lo dicho por todos los que me antecedieron en el comentario, te envío mis congratulaciones con todo afecto, poeta!