UN PALMO MÁS ABAJO

[José Manuel Sáiz]

UN PALMO MÁS ABAJO


Frente a un Mapa Mundi de colores
pongo el dedo en España y en la ciudad donde nací.

Un palmo más abajo está el que llaman “El otro mundo”
(“el tercero” según algunos). Impar y negro
en la injusta ruleta de la vida.

Por eso, por haber nacido en el primero, es decir,
un palmo más arriba de Malawi por ejemplo, soy blanco,
huelo bien, y me encuentro sano, fuerte,
y bien alimentado. Tengo internet, PC y un automóvil
plagado de caballos; vivo en una casa solariega y disfruto
del cariño de una esposa, algún amigo, y me siento en una mesa
en la que nunca falta un plato. Par y rojo, no va más; pleno
rotundo en las apuestas.

Intuyo que si hubiera nacido un palmo más abajo
de España por ejemplo, andaría en la miseria
descalzo por la tierra. Sufriría de hambre,
dolor y de injusticia, y mi piel sería negra
como una singladura al albur de una patera.
En vez de sobrepeso
tendría tifus, fiebre, sida…o todas esas cosas
matando al mismo tiempo. De niño llevaría el vientre hinchado
y una legión de moscas hurgando por mis labios; un milagro
llegar a los cuarenta.

Por nacer
un palmo más arriba del ecuador de un atlas
azul de geografía, dicen que soy un tipo
feliz y afortunado; pero esto no hará de mí un hombre
mejor ni más humano; simplemente
tengo más cosas, menos tiempo y un corazón que sufre
y late de emociones, como el de un hombre que ha nacido
un poco más abajo. Rojo y negro; al cincuenta
por ciento en las opciones.

No creo que la vida
sea una lotería que reparta
suerte a ciegas. Por eso
a veces pienso en ese mundo
a un palmo de distancia, donde el prójimo
pudiera ser yo mismo, donde las circunstancias fueran otras
si Dios y su propósito
me hubiera reservado otro camino. Hagan juego,
cada uno va trazando su destino.


--oOo--

[Víctor F. Mallada]

Un palmo más arriba o más abajo, una casa de adobe o de ladrillo, un lugar ficticio en una esfera y hasta una forma de hablar o de expresarse no nos hacen mejores o peores, ni siquiera felices o infelices.

Con un jet lag encima de caballo, después de haber viajado día y medio hacia el sureste, me encuentro con Alaire nuevamente y y descubro que gente a la que quiero, sigue dejando perlas de poemas para la admiración de éste que suscribe.

Gracias, poeta por dejarme ver que sigues en la brecha, urdiendo pensamientos y atenciones, trabajando los versos en funciones que enlacen una historia o un par de reflexiones con la técnica de contar las cosas en forma de poema, con sus pausas, su ritmo y su mesura.

!Que el cascarón no hace al huevo!, !que no se escribe poesía por tirar al aire mil metáforas y colocarlas en versos bien acentuados en sexta, quinta o séptima!

Por eso se agradece la lectura de algo como esto que aquí dejas.


Un abrazo, amigo.

Víctor

[Pilar Morte]

Tu poema rezuma verdad y buen sentido, el sentimiento del que mira alrededor y agradece la vida.
Un placer, José Manuel.
Besos
Pilar

[Julio Gonzalez Alonso]

UN PALMO MÁS ABAJO


Frente a un Mapa Mundi de colores
pongo el dedo en España y en la ciudad donde nací.

Un palmo más abajo está el que llaman “El otro mundo”
(“el tercero” según algunos). Impar y negro
en la injusta ruleta de la vida.

Por eso, por haber nacido en el primero, es decir,
un palmo más arriba de Malawi por ejemplo, soy blanco,
huelo bien, y me encuentro sano, fuerte,
y bien alimentado. Tengo internet, PC y un automóvil
plagado de caballos; vivo en una casa solariega y disfruto
del cariño de una esposa, algún amigo, y me siento en una mesa
en la que nunca falta un plato. Par y rojo, no va más; pleno
rotundo en las apuestas.

Intuyo que si hubiera nacido un palmo más abajo
de España por ejemplo, andaría en la miseria
descalzo por la tierra. Sufriría de hambre,
dolor y de injusticia, y mi piel sería negra
como una singladura al albur de una patera.
En vez de sobrepeso
tendría tifus, fiebre, sida…o todas esas cosas
matándome a la vez.
De niño llevaría el vientre hinchado
y una legión de moscas hurgando por mis labios; un milagro
llegar a los cuarenta.

Por nacer
un palmo más arriba del ecuador de un atlas
azul de geografía, dicen que soy un tipo
feliz y afortunado; pero esto no hará de mí un hombre
mejor ni más humano; simplemente
tengo más cosas, menos tiempo y un corazón que sufre
y late de emociones, como el de un hombre que ha nacido
un poco más abajo. Rojo y negro; al cincuenta
por ciento en las opciones.

No creo que la vida
sea una lotería que reparta
suerte a ciegas. Por eso
a veces pienso en ese mundo
a un palmo de distancia, donde el prójimo
pudiera ser yo mismo, donde las circunstancias fueran otras
si Dios y su propósito
me hubiera reservado otro destino.


--oOo--

Muchas veces me he encontrado con la situación que abordas en tu poema. La pregunta de por qué yo, por qué aquí, por qué a mí... y una nube de mala conciencia se apodera de uno por unos instantes. Tal vez, alguna vez, se hagan la misma pregunta y les crezca la misma nube a otras personas de países más boreales y más ricos, como Noruega o Dinamarca, por ejemplo; o asome a la boca con otros tintes y otras nubes a quienes habitan ese hemisferio austral de tu poema. Pero el caso, pienso, no es fustigarse por la suerte ni buena ni mala o respirar aliviado cuando la miseria pasa de largo. El caso es -como tú señalas- ser consciente de las desigualdades y ser solidario si podemos serlo. Nosotros con nuestro sobrepeso de casi todo, aunque resulte muchas veces banal, y los otros con su sonrisa y sus manos vacías. Al final, tal vez se trate de repartir más las almas que a ellos les sobran y los bienes materiales que nos axfisian y hacen esclavos. Nosotros con un poco más de alma, ellos con más alimentos y mejores condiciones de vida.

Me ha gustado tu poema -como me gustan todos tus poemas- porque, ya ves, me has puesto a pensar y sentir. Tal vez, aunque no sé si existe la casualidad, prefiera esa idea a la de formar parte de un plan divino, como pareces apuntar en el cierre del poema. Comprendo que es algo amable dejar en manos de otro la responsabilidad de lo que se vive. Pero no, en este caso prefiero asumir la soledad y el lugar que -por lo que sea- me ha tocado ocupar en este mundo. De donde nací no puedo ser responsable, de lo que hago donde vivo, sí.

Abrazos, amigo José Manuel, y felicidades.
Salud.

[Quinteño de Greda]

Desde que el hombre es hombre, siempre ha habido, hay y lo seguirá habiendo dicho palmo de distancia que diferencia un status o modo de vida, de otro.
Lo que nunca podemos hacer es culparnos por ello, pero eso si, alzar la voz contra lo injusto de las "distancias".
Felices Fiestas.

[José Manuel Sáiz]

Muchas gracias Víctor por tu precioso comentario. Recupérate de ese Jet Lag, te queremos fresco en este foro para que nos deleites con tu poesía.
Un abrazo, amigo
J. Manuel

[José Manuel Sáiz]

Tu poema rezuma verdad y buen sentido, el sentimiento del que mira alrededor y agradece la vida.
Un placer, José Manuel.
Besos
Pilar

Así es, querida amiga. Tengo un sentimiento profundo de agradecimiento en general por todo.
Un gran abrazo
J. Manuel

[José Manuel Sáiz]

Gracias por el comentario Julio.
Quizás no lo haya expresado bien en el poema. No creo en la casualidad, es cierto, pero tampoco en la idea de un plan divino que nos lleva ineludiblemente de la mano. Por eso he añadido un par de versos al poema en su final.
Mi concepción de la vida es sencilla y compleja al mismo tiempo. Dándole vueltas a su sentido y tratando de comprender la aparente injusticia de la misma, he llegado a mi propia teoría, la que de alguna forma daría explicación a la muerte, a las enfermedades, al dolor, a la alegría, a las cosas buenas y malas que nos ocurren.
En esa teoría nosotros somos los artífices de lo que nos ocurre y recibimos en proporción a lo que sembramos.
Entiendo lo divino como algo que se aproxima a la armonía, al equilibrio y a lo bueno. Mis ideas se aproximan a los conceptos budistas sobre el alma y a la idea de la reencarnación. En ella el hombre es responsable de sus actos y evoluciona o involuciona espiritualmente en función de su libre albedrio al escoger entre lo bueno y lo malo (el Génesis lo explica con la metáfora de la manzana y del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal). Todo tiende a la armonía. Por eso, cualquier desequilibrio que provoquemos, para bien o para mal, nos será devuelto. Comprender esto implica una gran responsabilidad a la hora de actuar, y al mismo tiempo nos abre las puertas a la esperanza. El dolor, la desgracia, la enfermedad, o ciertas cosas que consideramos injustas tendríamos que achacarlas, no a Dios, que solo nos proporciona el libre albedrio, sino a las consecuencias de nuestros propios actos en esta u otras vidas, tanto personales comocolectivas; existe por tanto un Karma personal, como otros de culturas, naciones, etc. La vida entonces hay que entenderla como una escuela en la que uno aprende o suspende, avanza o retrocede espiritualmente. Muy simple y complejo al mismo tiempo.
Esto explica porqué hay personas que han nacido espiritualmente evolucionadas y otras no, o el porqué de ciertas habilidades y virtudes de cada uno. El camino es de ascenso y de descenso. La ley del Talión, ojo por ojo, no hace evolucionar, la venganza tampoco, una deuda o una ofensa no se cobra con otra, evolucionar es perdonar y tener misericordia. Entender esto hace ver de otra forma la vida y lo que ocurre y nos pasa en ella. Dios se mantiene al margen. Algunos sienten sin embargo su influjo. La muerte no es más que nacer a otro mundo.
El budismo dice algo parecido. Cristo también. Cristo creía en la reencarnación y nos da pistas en los evangelios. Nacer en unas circunstancias o en otras lo escogemos nosotros mismos en ese tiempo entre vidas y en función de lo que necesitemos aprender. Nadie es mejor o peor que otro por lo que tiene, sino por lo que es. El infierno no existe. El infierno es la ausencia de armonía. El pecado es la negación del amor.
Me podría extender mucho más en estas cosas, pero no es el momento. Como decía Cristo, el que tenga oídos para oír, que oiga.
Un abrazo, querido amigo.

J. Manuel

[Maria Pilar Gonzalo]

Siempre tan certeras las reflexiones que haces y que hago mías.

Tu conciencia nos contamina a todos y así debemos clamar por la injusticia.

Un placer estar en tus letras.

Abrazos y Feliz Navidad.

[Javier Bustamante]

Hola Jose Manuel,

Reflexivas palabras que compartes. Creo que a los seres humanos se nos dan circunstancias particulares en las cuales forjamos nuestro destino. Lo importante es que hagamos lo mejor que podamos con las circunstancias que nos fueron dadas y solo entonces, talvez, podamos sonreir satisfechos cuando el fin se aproxima. Ser sensible al dolor ajeno es una necesidad cuando estas agradecido por lo que se te ha dado.

Un abrazo y gracias por compartir tus letras.

Javier

[E. R. Aristy]

Sin la consciencia, creamos los dos infiernos el del mundo y el de la autodestrucción. Tu poesía tiene el coraje de ser y de volar. Mi admiración y respetos, José Manuel. Abrazos, ERA

[Marius Gabureanu]

Un poema anclado en la realidad, de carácter social, que encuentra razones para culpar el destino del ser humano. Un milagro llegar a los cuarenta, este verso dice mucho sobre el tiempo y su inestabilidad que depende de los factores que mencionas. Me ha gustado mucho. Recibe mis abrazos y Feliz Navidad.