Tiempo infinito

[Victoria Texal]

Permanece intacto mi rostro vuelto hacia ti,
con la quietud del lago azul que espera impaciente
diez, treinta, cien años, y el júbilo creador subsiste para ti.
Si no te veo, soy ceniza sin empeño soñador,
más cuando trazas un corcel en el viento,
como un signo amoroso presente y actual,
mis aguas son brío y bronce destellante el alma,
rememorando cada letra impresa de tu sangre en el papel.
Apenas surges en mis cenizas, el sol me aguarda
y como garañón en las montañas surge el viento,
el halo creador de maravillas en un reino de los cielos.
Con tan clara fuerza me asedias,
con tal plenitud de belleza en los ojos persistes,
que es oro todo cuando refulge entre tu distancia y la mía:
magma fidelísimo en un lampo de tiempo infinito.
Tengo cien años para esperarte y para amarte la eternidad,
por eso ya en el ahora pienso tu nombre y lo espero impaciente
rememorando un atardecer alboreando en mis sienes
como el corzo blanco en la pupila negra de la gacela.
Ese canto tuyo es hincadas raíces en mi pecho
y luz nueva en los ojos desnudos, brillantes de calma,
tardíos destellos que alargan mi corazón hasta las estrellas.

Tú eres átomo de estrella, sí. Fragua creadora.
A tu lado soy más día, más carne, más alma,
pues un elemento a solas es escueto firmamento.
Tú eres esa ráfaga de aire colmada de luces en los ojos
y el dorado del Cosmos en henchido en la frente.

Yo soy peregrino, halcón en vuelo a ratos,
cuando hay luminarias en torno,
que son plumas en mis alas,
a tiempo o a destiempo.
Yo soy ese templo sacro que alumbra,
una ciudad ofrecida inmensamente,
diminuta, gigante, alegre o ensimismada
luz que se acerca y se aleja.

Sobre los caminantes todo se ha dicho:
enamorados del plenilunio son una sola cosa,
una molécula única que se mueve y busca
su mitad exacta para ser unidad completa.


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Nota:

El referente de ese hacia ti es el Amor mismo: el amor de Dios, el amor universal, el amor del hombre o mujer con el que nos sentimos completos, exista sobre la Tierra en este momento o nos reciba en sus brazos tras la muerte e igualmente puede ser el amor hacia un forero, cuyas letras calan y si calan son letras amorosas. Todo es el mismo Amor. Y el Amor se piensa. Dios decía que su Reino no era de este mundo y es lo mismo que nos dice Pessoa: Amar es pensar.
Cualquier pensamiento amoroso en este instante de vida humana cocrea en y con la eternidad. No se desvanece, sino que pervive y permanece. Y ese es un pensamiento vivo y creador.
El poema se puede aplicar al referente de Dios, al referente de un amor pensado o al amor de una persona concreta. Los tres referentes están en mi mente al escribir las letras.

Un saludo

[Carlos Justino Caballero]

Victoria Texal, Quito el incordio del cero a este logrado poema, Victoria. Fue un placer leerte!

[Pilar Morte]

Tu poema y reflexiones hablan de un alma que ama, y lo hace con un sentimiento eterno. Hermosos versos.
Abrazos
Pilar

[Victoria Texal]

Victoria Texal, Quito el incordio del cero a este logrado poema, Victoria. Fue un placer leerte!

Eres muy amable, Carlos. Se veía tan abandonado el pobre. A sus pies, buen hombre. El placer es mío.

[Victoria Texal]

Tu poema y reflexiones hablan de un alma que ama, y lo hace con un sentimiento eterno. Hermosos versos.
Abrazos
Pilar

Sí así es. El alma que ama en amor eterno.

Gracias y abrazos, Pilar.