El último amante

[J. J. Martínez Ferreiro]

Claire, nosotros abrimos
el desesperado momento, el del último amante.
A ti y a mí nos subyuga la curva de un puñal
en un domingo por la tarde, nos extravía
el oxígeno agónico de un horizonte en llamas,
un paisaje de nervios, de rígidos dolores.

Nosotros somos
el único momento, el del último amante.
Este río recela en su inquietud,
cuando volvemos
siempre la misma agua fructifica la sed.

Claire nosotros cerramos
el último momento, el del último amante.
Quién pronunciará la palabra
sucesiva, esa raíz que nos dará la luz,
la del alivio de la pena,
tentativa donde reposa el pan caliente,
la arena y su fulgor,
esa voz que también nos centrará en las tinieblas.
Quién, en el borde, pensará la noche sin fin,
contemplará la violenta derrota de los mares,
sentirá el silencio penetrante
como furiosa montaña interior.

[Marisa Peral]

El último momento, el del último amante.
El vencimiento de los mares.
La derrota
inútil
de la pena.

Qué lento pasa el río
cuando vuelvo es la misma agua
la que se ofrece a dar.

A ti y a mí, nos extravía una respiración
como un camino que se pierde a lo lejos,
la curva de un puñal
en un domingo por la tarde;
paisajes de llagas, de nervios,
de cerebros que olvidan.

Vengo allevarme este cero injusto J.J. y me extraña que nadie haya reparado en este poema de vencidos... duro, hermoso.
Un placer leerte.
Biquiños.

[Rafel Calle]

Interesante la intencionalidad de abertura transmisora, en un asunto recurrente en tu poesía, amigo Ferreiro. El tú y yo, el nosotros que se demora transitando los estadios de los sueños quebradizos de la carne y sus adentros.
La primera estrofa termina bastante bien. La segunda, quizá admita retoques. La tercera, me parece muy hermosa.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, colega.
Un fuerte abrazo.

[Israel Liñán]

Me ha gustado mucho el poema J.J. y como señala Rafel la tercera estrofa es para enmarcar.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Vengo a llevarme este cero injusto J.J. y me extraña que nadie haya reparado en este poema de vencidos... duro, hermoso.
Un placer leerte.
Biquiños.

Gracias Marisa, por abrir este poema de manera tan generosa. Celebro que lo hayas disfrutado.

Bicos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Interesante la intencionalidad de abertura transmisora, en un asunto recurrente en tu poesía, amigo Ferreiro. El tú y yo, el nosotros que se demora transitando los estadios de los sueños quebradizos de la carne y sus adentros.
La primera estrofa termina bastante bien. La segunda, quizá admita retoques. La tercera, me parece muy hermosa.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, colega.
Un fuerte abrazo.

Gracias, colega, creo que llevas razón, en esa segunda estrofa hay cierta contradicción en ese río que, aunque lentamente, se mueve, luego el que regresa no se puede encontrar con la misma agua.

He sustituido la estrofa original

"Qué lento pasa el río
cuando vuelvo es la misma agua
la que fructifica mi sed."

Por esta otra, más acorde con "la línea temporal", además de parecerme "mejor", si cabe:

"El río desespera en su quietud,
cuando vuelvo es la misma agua
la que se ofrece a dar"




Un abrazo

[Carmen López]

Extraordinario JJ, de principio a fin. El poema es de una belleza absoluta.
A mí me ha gustado sobremanera la primera estrofa. Un placer leerte, amigo.

Biquiños,

Carmen

[Pilar Morte]

He encontrado este poema más cercano a la comprensión, como despojado y con la belleza de tu poesía. Precioso decir.
Besos
Pilar

[Pascua Lira.]

Bellísimo Ferreiro!!, y de mucho impacto su ambiente de perdedores. Creo que con el último cambio ha mejorado mucho la segunda estrofa.

Un bico

[Óscar Distéfano]

El último momento, el del último amante.
El vencimiento de los mares.
La derrota
inútil
de la pena.

El río desespera en su quietud,
cuando vuelvo es la misma agua
la que fructifica mi sed.

A ti y a mí, nos extravía una respiración
como un camino que se pierde a lo lejos,
la curva de un puñal
en un domingo por la tarde;
paisajes de llagas, de nervios,
de cerebros que olvidan.

Para disfrutar y aprender. Creo que has logrado trasmitir ese sentimiento de pérdida irrevocable, esa saña con que el destino, muchas veces, nos coloca en el brete de la fatalidad. Tu versar es un ejemplo de cómo escribir correctamente, con esa riqueza léxica que a mí siempre me ha sorprendido de ti. Mis aplausos, amigo.

Es cierto, muy cierto, que la tenue neblina semántica fue subsanada. Rafel es un lince. Con él siempre se aprende.

Un abrazo.
Óscar

[Roberto López]

A ti y a mí, nos extravía una respiración
como un camino que se pierde a lo lejos,
la curva de un puñal
en un domingo por la tarde;
paisajes de llagas, de nervios,
de cerebros que olvidan.

Muy bonito, pero esta estrofa es intensa, como un puñal en una aburrida tarde de domingo.
Saludos.

[Concha Vidal]

"... La derrota
inútil
de la pena... "

Pues fíjate, Ferreiro, que me voy a quedar, de todo el poema, con esto : la derrota inútil de la pena.... , es para pensar, me lo voy a quedar un poco hasta que lo asimile ¿es inútil derrotar la pena?
¿Ves? ya estoy dándole vueltas.

Abrazos y bicos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me ha gustado mucho el poema J.J. y como señala Rafel la tercera estrofa es para enmarcar.

Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Como siempre que vengo, aprendiendo de los que saben. Un lujo.
Un abrazo.
Pepa

[E. R. Aristy]

«A ti y a mí, nos extravía una respiración
como un camino que se pierde a lo lejos»


Todo el poema es así, excepcionalmente Hermoso. Abrazos, ERA