VISIONES, DISONANCIAS Y PROTUBERANCIAS (III)
Publicado: Dom, 17 Nov 2013 18:12
La lluvia cuando encenaga los campos de la memoria/
El idioma inaprensible del silencio,
como método dialéctico a contemplar/
certezas que no se advierten/
Apologías y loores a los nunca por lo aciago quebrantados/
A los titanes que fueron adictos al onanismo/
A los no resucitados/
A ladrones ilustrados/
A deidades que se visten de paisano/
Repertorio de secuelas, actos fallidos y causas
que se quedaron abiertas y sin poderse cerrar /
Lo que encubre una mirada/
Eso que la pena causa al ver decapitar los girasoles/
No es más cabal lo más puro,
ni es mas cielo el más azul/
Aves en lista de espera
que han de obtener el visado para salir a volar/
Las pústulas del amor/
Un cementerio vacío entre cipreses ateos/
Prorrogar el sinsentido de la crónica vulgar
del que habita en un vivir domesticado/
La destrucción lleva un orden y ha de seguir una pautas
que le otorguen cualidad de decadencia/
Un osario de poemas que nunca vieron la luz/
El mechón de algún recuerdo/
Se extinguieron las naranjas, no así sus palpitaciones/
Hoy tampoco supe dar con la puerta de salida/
Siempre queda un callejón en algún lugar cercano
donde esconderse a llorar/
Tener deseos de gritar y no encontrar el motivo
ni la intensidad tonal/
Cuando cuesta decidir abrir o cerrar la puerta
si el que llama es el cartero/
En el fondo de las causas
también sobreviven cosas que tienen conciencia viva
de absurda simplicidad/
Espejos para vampiros y exégetas neokantianos;
románticos adefesios y distinguidos orates
con problemas de visión/
Los altares erigidos por el hambre/
No tiene mérito huir;
la verdadera aventura es volver
y restaurar lo que allí se abandonó/
Me aconseja mi asesor que no deje de invertir
en bonos de necedad,
pues no para de crecer el índice Dow Jones de la estulticia/
Pagar las culpas con gloria/
Lo penoso de extraer un sinfín de convicciones
vivamente impetuosas del alma de un adoquín/
Inevitable el derrumbe;
alguien voló los puntales que sostenían el vacío/
Lágrimas de un mendicante que suscitaban repudio
por no tener vocación/
La música del olvido siempre suena en tus acordes, lejanía/
No sé aborrecer muy bien,
aunque es cierto que pasé a cuchillo a mucha gente,
como modo de probarme en la sevicia más cruel/
La afonía del ruiseñor/
Un albur censurador/
Un cardio-adivinador/
Negras aves que devoran un latente corazón/
Llegar a siempre a convicciones si éstas se pueden mudar/
Al último visionario ya no le dejaron tiempo para poderse explicar/
Los expropiados de serya sólo pueden estar
abonando un arancel a la rutina/
Lo traficantes de flores/
Las sobras de la ambición/
Vi un parque donde los niños jugaban a que se han muerto/
¿Existir?
No es una cuestión menor;
de hecho ya es inquietante ser estímulo-respuesta
sin saber su estimación/
Generar ideologías como método ideal para producir ficciones
y causar monomanías/
El sueño del tejedor fue vertiente de un saber
que dio pie a fabuladores;
también fue motivación para toda una academia de suicidas/
Los que se nutren de mierda tomaron el liderazgo/
Las heridas de estar vivo/
Nobleza de carbonero;
actor por necesidad que aún cree estar limpio por dentro/
Hice un círculo con tiza
hasta el lugar más lejano donde mi brazo alcanzó;
luego me asigné por reino ese suelo que ocupé,
y con gran pompa y boato me coroné soberano
de aquella jurisdicción/
Confesiones de una máscara enfrentada a su verdad/
Menudeos con la frecuencia/
Y sin embargo hoy en día pasó mucho tiempo antes;
aún conservo sus vestigios
como renta y plusvalía en la suela del zapato/
(Sigo con mi finitud, salgo a darle de cenar)
Nésthor Olalla_______________________
No soy uno de los nuestros
El idioma inaprensible del silencio,
como método dialéctico a contemplar/
certezas que no se advierten/
Apologías y loores a los nunca por lo aciago quebrantados/
A los titanes que fueron adictos al onanismo/
A los no resucitados/
A ladrones ilustrados/
A deidades que se visten de paisano/
Repertorio de secuelas, actos fallidos y causas
que se quedaron abiertas y sin poderse cerrar /
Lo que encubre una mirada/
Eso que la pena causa al ver decapitar los girasoles/
No es más cabal lo más puro,
ni es mas cielo el más azul/
Aves en lista de espera
que han de obtener el visado para salir a volar/
Las pústulas del amor/
Un cementerio vacío entre cipreses ateos/
Prorrogar el sinsentido de la crónica vulgar
del que habita en un vivir domesticado/
La destrucción lleva un orden y ha de seguir una pautas
que le otorguen cualidad de decadencia/
Un osario de poemas que nunca vieron la luz/
El mechón de algún recuerdo/
Se extinguieron las naranjas, no así sus palpitaciones/
Hoy tampoco supe dar con la puerta de salida/
Siempre queda un callejón en algún lugar cercano
donde esconderse a llorar/
Tener deseos de gritar y no encontrar el motivo
ni la intensidad tonal/
Cuando cuesta decidir abrir o cerrar la puerta
si el que llama es el cartero/
En el fondo de las causas
también sobreviven cosas que tienen conciencia viva
de absurda simplicidad/
Espejos para vampiros y exégetas neokantianos;
románticos adefesios y distinguidos orates
con problemas de visión/
Los altares erigidos por el hambre/
No tiene mérito huir;
la verdadera aventura es volver
y restaurar lo que allí se abandonó/
Me aconseja mi asesor que no deje de invertir
en bonos de necedad,
pues no para de crecer el índice Dow Jones de la estulticia/
Pagar las culpas con gloria/
Lo penoso de extraer un sinfín de convicciones
vivamente impetuosas del alma de un adoquín/
Inevitable el derrumbe;
alguien voló los puntales que sostenían el vacío/
Lágrimas de un mendicante que suscitaban repudio
por no tener vocación/
La música del olvido siempre suena en tus acordes, lejanía/
No sé aborrecer muy bien,
aunque es cierto que pasé a cuchillo a mucha gente,
como modo de probarme en la sevicia más cruel/
La afonía del ruiseñor/
Un albur censurador/
Un cardio-adivinador/
Negras aves que devoran un latente corazón/
Llegar a siempre a convicciones si éstas se pueden mudar/
Al último visionario ya no le dejaron tiempo para poderse explicar/
Los expropiados de serya sólo pueden estar
abonando un arancel a la rutina/
Lo traficantes de flores/
Las sobras de la ambición/
Vi un parque donde los niños jugaban a que se han muerto/
¿Existir?
No es una cuestión menor;
de hecho ya es inquietante ser estímulo-respuesta
sin saber su estimación/
Generar ideologías como método ideal para producir ficciones
y causar monomanías/
El sueño del tejedor fue vertiente de un saber
que dio pie a fabuladores;
también fue motivación para toda una academia de suicidas/
Los que se nutren de mierda tomaron el liderazgo/
Las heridas de estar vivo/
Nobleza de carbonero;
actor por necesidad que aún cree estar limpio por dentro/
Hice un círculo con tiza
hasta el lugar más lejano donde mi brazo alcanzó;
luego me asigné por reino ese suelo que ocupé,
y con gran pompa y boato me coroné soberano
de aquella jurisdicción/
Confesiones de una máscara enfrentada a su verdad/
Menudeos con la frecuencia/
Y sin embargo hoy en día pasó mucho tiempo antes;
aún conservo sus vestigios
como renta y plusvalía en la suela del zapato/
(Sigo con mi finitud, salgo a darle de cenar)
Nésthor Olalla_______________________
No soy uno de los nuestros