Las Avispas de la Mediocridad

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

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Matute, Juan Pablo
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Las Avispas de la Mediocridad

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Las Avispas de la Mediocridad.
(Hay una avispa aleopardada rondando las fulguraciones de una idea)


I
Hay un Tango, una Estrella, una Avispa y un Calamar,
y yo no me encuentro en ningún lugar.
(Hasta que se vuelve a recomenzar)
[RIGHT]“La fuente se une al arroyo,
el arroyo se une al mar
y las brisas y las auras
unidas vienen y van”
Percy B. Shelley[/RIGHT]

I
Tango
(Quisiera una canción para un amigo…)


Tengo el mate y la pava
y la yerba secándose al sol,
y bajo los subterráneos, escucho el sonido
gutural
de un didgeridoo.
He venido desde Pompeya,
luego de la última inundación…

Si yo soy todo un macho, y sólo
me la banco,
pero cuando las rosas de deshojan
vuelvo corriendo a la falda
de mamá.
-¿Otra vez, Roberto, por acá?
- No, Má, soy José.

Cómo ha cambiado mi barrio y
aquella mujer…de la que supe enamorarme
con sincero sentimiento, y en la sala
de preescolar la abandoné.
-¡Dale, Vieja, abríme, te dije que soy José!



*“Quisiera una canción para un amigo..”, de Salir de la Melancolía, Charly García.




II
Estrellas de puro Rock


Dios puede estar en todas partes
pero no puede estar
únicamente en un lugar.

Eso es como morir, a pesar de la eternidad.

¿Quién se cree la gente para opinar
si nadie conoce la naturaleza
de mi alma?

La mediocridad y la intolerancia son armas
de destrucción masiva.



III

Hay una Avispa y un Calamar.


Hay una avispa aleopardada rondando las fulguraciones de la bombita de luz. Piensa,
con todo arrobo, en la pequeña Prostituta, la linda Bailarina (La Niña Coqueta), en esta caso
revelada en forma de orbe. Luego, hastiada de una imagen monótona, sale por la [ventana]
de mi cuarto desordenado y deslumbrado, y asume proporciones
gigantes, aferrándose, mediante sus ventosas, a los cristales
de los frontispicios catatónicos circundantes.

- ¿Entonces, avispa, me prestarás tu aguijón?

Lo quiero horacar en mi garganta, para que cuando la lluvia
de torcecuellos libere el metal herrumbrado
de sus cuerdas canoras, yo pueda…

Lo que fuera esa Transformación, no me da un infinitesimal de importancia,
y sigue observando la plácida vida
de los insospechados ciudadanos, con sus pupilas
relamiendo las orejas y los zarcillos.

Cansado de su indiferencia, me asomo a la ventana y despliego
mis élitros. Llego, a eso de las 17:00 hs, a una
extraña embarcación. -¡Amuren las velas!, se presiente
una tempestad, y criaturas marinas, y alaridos
tronantes, y un gran martillo dentellando sobre las nubes, -dice un grumete falaz.
(disfrazada de humano, en realidad era un calamar)
¡Oh, estúpido Calamar!, no es necesario que nos quieras
ahogar, para luego con tu credo de cerdos zarandearnos
hasta alguna gruta, y medios muertos medios vivos,
libarnos el abdomen con vuestros tentáculos de bisturí, y arrancarnos
nuestros engendros, y devorarlos, y escupir su sangre
sobre la nuestra, y ….
Yo ya estoy muerto, y nada me pueden hurtar. Sólo un poco
de tiempo, como cualquier Placer Gambrinus.

Antes de desenmascarar al Calamar frente al resto de la tripulación,
me aburro de tan evidente, y me sumerjo en la mar. (¡Por Dios, si le salía hasta tinta
de su pantalón!) Allí el silencio
es armonía, y la armonía creación, si hasta las muertes son afables,
y el ruido de las ondas desenrolladas en alta mar refractan rojas, ambarinas, blancuzcas y
cerúleas preseas. El botín de las Metrópolis anegadas.

Desde abajo del mar veo a las embarcaciones imprimir
magnificas trayectorias de sombra. Los que sólo
ven una atmósfera friática es por que nunca
derruyeron sus máscaras.
Y siguen emergiendo sus rostros sombríos
desde el interior de una cuba.
El placer
es abstruso, e interminable, e innumero,
pero por sobretodo inescrutable.

A estas alturas el chubasco ya había hecho al bajel zozobrar, los marineros
peleaban en vano tensando las sogas, sus mujeres
esperaban noticias mientras tallaban punto cruz, punto, punto cruz,
y un cristo esmaltado caía por proa, los calamares ascendían
por popa, y todo era un caos, y de pronto un destello rojizo
cegó toda esta brutalidad, y en las grutas, presas de sus destinos,
se celebraba el nuevo advenimiento de los náufragos
flotando en sus féretros.


Si vuelas, la Avispa te derriba, si navegas, el Calamar
te engatusa, si te quedas en la Tierra,
francamente suicídate. Pero si vuelas más alto
que la Avispa, pero si el Calamar no te engatusa
y eres parte de las corrientes, pero
si la Tierra es una parte de tus pies…, la fanfarria
no te lo permite, no creas que no lo sé.

Si existieran los fantasmas, las ánimas mutantes
insatisfechas, si existieras en espíritu
vos, y yo, el ruido de los gongos
nos transformaría en ese mismo ruido, un pasaje despótico
y unicelular.

Nací, y con eso basta. Vos sos como los Beatles o Charly García
para mí. Más que admiración y contemplación hacia vos,
es admiración hacia el mundo con vos, Única Dirección.
Mi Única Dirección…
_______________________________Es la tuya también.




Corrientes de aguas frenéticas y ensortijadas
embravecen la estática amniótica
sustrayendo el engalanado oropel,
y transportan a nuestros cuerpos humanos
por la mar. Un índice ejecuta su encantamiento,
y las corrientes y la atmósfera cambian de color,
de rúbeo sangraza y negro cicatriz a escarlata y verde
prado y castaño montaña. Burbujas multiformes
se insuflan, y los cuerpos salen despedidos como por la fuerza
de una catarata hacia todas las direcciones. Eso es lo que soñé.
También había una papel pegajoso a modo de pantalla, como
esos en los que los insectos se postran involuntariamente. Al principio,
la seres se adherían mientras las corrientes los oprimían, hasta
que mi cuerpo a tropel se estrelló contra él. Lo derribó. Inclusive
el Rey Samurai, contra el que segundos atrás esgrimía,
se había adherido como por un imán. Estas avalanchas
inexpugnables también las soñé. Y seguiría contando y cantando acerca
de la quimera, pero últimamente no me encuentro del todo
en la poesía, capaz me esfuerzo cuando tendría que desenjalmar,
no lo sé, igualmente me voy, chau.

___________------------____________
______-----______
V

- Bsssss Bsssss Bssssssssssss Bsssssssssssssssssss Bssssssssssssssss

¡¡Ay!!
¡Estúpida Avispa!...
¿tan bajo volé?


IV
El crimen del desapego


El crimen del desapego, del cordón umbilical
marchito y estrujado como una lombriz
bajo el sol, de las estelas del alma
como una babosa en círculos
de sal, nada tiene que ver con lo que me pasa.
Es tan difícil imprimir los sentimientos completos
sin acudir
a las analogías, letanías, y mecanismos lúdicos.

Mientras tanto seguimos garabateando en forma de pasos o
sobre papel, aflicciones o aficiones,
adicciones o adhesiones, sin que nada
sea tal, ni sea tan
como el crujir de una hoja deslucida en otoño.

Alguien me llama por teléfono: - ¿Qué haces Api, soy Fer, pinta
alguna hoy?, y yo no se. La verdad me da lo mismo
el bacanal más libertino, la prisión mas lozana o
la selva aherrojada. El sol agarrotado como un candil,
vive la noche de los brebajes; con todas las patas de araña,
ojos de castor, y alas de murciélago, y a mí
me blande el florete de la imparcialidad. Hoy es
Hoy, Mañana es Hoy, Ayer fue Hoy,
pero Hoy es algo nuevo e ignorado y
forastero. I’m not there. Ich fühle
komisch als die Wolken wenn sie sich
auf dem Wasser sehen. Y la vida
es una profusa e impía letanía.



V

Entonces, volvemos a los más fácil pero siempre feligrés, el alcohol o
lo que se tenga tan cerca. Me da lo mismo tomar que fumar, amar que
odiar, inhalar que exhalar, pero en el fondo yo lo sé,
son solo síntomas anómalos debido…debido…
debido…¿a qué? Nunca lo voy a saber, supongo
que hay estructuras en las que no hay que inquirir,
más si aprender con ellas a vivir. Pero ahora, ¡Ah,
ya basta de pensar!, voy a tomar, voy a tomar,
voy a tomar…








[RIGHT]Mi más inmemorial alegría también es mi más incomprensible tristeza;
el vasto mar.[/RIGHT]

VI

Traspasando las altas montañas,
por que más fácil que escalarlas
es traspasarlas, un valle nace de los taludes.
Las montañas, hace falta explicarlo, eran altísimas
como la mismísima desolación, sus ápices
estaban engarzados por nubes de tormenta, y
los rayos caían en forma helicoidal
cómo guirnaldas eléctricas. Todo esto suena
muy poético, pero verlas de frente, y ser uno,
empapado por la lluvia frente al catafalco
no es para nada lírico. Este es mi dolor. Pasajero.
Claro que soy poeta, y también soy pájaro,
y por eso es que fácilmente me puedo recuperar.
Ya sean Tormentas en las Montañas, o sea un Valle
zigzagueado por culebras plateadas, arroyos,
no se puede habitar mucho tiempo en un sólo lugar,
y esto, si se tiene la fortaleza, y si se sabe descifrar
los cambios bruscos en los pastizales, es…lo que hay.

Hay una avispa aleopardada rondando las fulguraciones de una bombita de luz…




II

Mac Arromato y LadyBistec

Él espera su carromato de calabaza, en la esquina, bajo un farol,
ella desayuna un bistec a las 7 de la tarde en el restaurante de enfrente.
Dos chicos esfumados, carteristas, de despliegan difuminados
cruzando la calle que los separa a Mac Arromato y LadyBistec.
Luego se pierden en el boulevard, desaparecen, como la niebla
por un lánguido sol asesino. Él la ve, mientras fuma
un Parissiens, ella eructa, y sus miradas se juntan. (Frenesí)El mancebo
cruza la calle patea la puerta se liga el tahalí escupe al carromato inexistente se desliza hacia la mesa, donde ella…, la agarra por un brazo la saca le arranca la ropa de tafetán claro con los dientes entran a un albergue y él la posee y ella goza como una perra y el gime como un lagarto y todos contentos por la providencia promiscua de los Hombres Conejos.

Salen exhaustos y sin mirarse de nuevo a la calle, otros
niños evanescentes cruzan y ya no existen, la luna
como un ceniciento reflector. Se despiden con
un palmada, luego de tantas nalgadas, en la espalda,
ella sonríe, él se ríe, el carromato llega, el bistec
cubierto de nieve. En ese instante comienza a llover,
pero para sorpresa del autor no es agua sino jaras
emponzoñadas, todos los integrantes del mundo ficticio mueren,
y yo me quedo sin historia, pero…

El cuerpo esta formado por millones de microorganismos, glóbulos, plaquetas;
células…entes con el único fin de juntarse y disgregase
a razón de generar energía. Siempre me sedujo el hecho
de que tantos seres bióticos sean gobernados
por una sólo conciencia, la mía. ¿Y si nosotros somos, a diferente
escala, iguales a estos? ¿Y si a pesar de nuestras exégesis,
narices doradas y túnicas rozagantes, existimos
con el fin de la energía, y servimos a un ente mayor,
llámese universo o cuerpo ecuménico? Habría que preguntarle
a alguna de nuestras células…La razón nos veda, en muchos casos,
las más extravagantes capacidades de análisis, es por eso quizás
que nos quedamos postrados ante el desConcierto de los Desconocido, e inventamos
extrañas súmulas, con conciencias particulares y fragmentadas. Una forma
de sondear y sobrevolar la existencia tan baja que caeríamos presos
de las avispas.



_________________________________________Bssssssss Bssssssss

¡Zack!
….
¡Ja!, ¡esta vez yo te puncé!







[RIGHT]Hay una avispa aleopardada rondando las fulguraciónes de una ídea…[/RIGHT]




*la avispa me pica a mi, luego yo a ella
Eduardo R. de la Cruz
Mensajes: 356
Registrado: Lun, 03 Mar 2008 22:22
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Mensaje sin leer por Eduardo R. de la Cruz »

este poema es preciso, contiene a mi gusto particular los elementos perfectos y las dolencias geniales por las que se mueve el poeta. aqui dejaste una pequeña master piece Matute, sigue exprimiendole la grasa a la manteca, un saludo
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