Animal Palabra

[Rosa Marzal]

Un silencio rojo
te precede.
Te preceden
el aullido de perros
que husmean un rastro de abismo
en la opacidad de los silencios,
y bendicen
la infancia de tus lágrimas.

Vistes de largo
las torres de papel
que me refugian
de la jauría del tiempo.
Aligeras
mi equipaje de tumbas.
Apareces,
repentina,
desnuda..
profunda.
Sola en el grito
de ese látigo
que viola
la estación de las esperas.

-Rugido
de animal- palabra
enaltecido por el fango de mis vísceras-

Centellean las alas de un cometa
sobre el escaparate del poema
y las avispas de una muerte lenta
hieren el candor de la luz
cuando zumba el barro de tu aura
en los altares raídos
de un recuerdo.

Solsticio de noche
bajo ubres de llanto.
Verbos-espada
desarmando pretéritos;
palomas de sangre
sobrevolando un beso suicida
florecido en el magma de la duda.

Yo,
guardiana de los guarismos de tu alma,
mantengo encendido
el fuego de tu hálito sagrado.

Te retengo
en el barbecho de mi hipocondría.

[Bruno Laja]

Una sacralización de lo previo, de la raíz tensa, gimiente sonido antepasado de su realización ahora, en la quijada húmeda de sangre y limo, abierta como un ángulo que quiere abrasarse grado a grado.
Hay un dogma de dos fieles en este poema. Para mí, son, este cielo troncal,
"Centellean las alas de un cometa
sobre el escaparate del poema
y las avispas de una muerte lenta
hieren el candor de la luz
cuando zumba el barro de tu aura
en los altares raídos
de un recuerdo."

y esta inmanencia, reverberación del verde,
"Te retengo
en el barbecho de mi hipocondría."

Un placer, Rosa. Un abrazo grande.

[Pilar Morte]

Me alegra elevar este hermoso y sentido poema. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Çun paraíso de metáforas intimistas e imágenes que que amplían el
recuerdo y alumbran el porvenir desde la meta poesía que rige, tu arte
de escribir y tu entendimiento. hasta el fondo del sentir se acerca la palabra
como el reflejo de un espejismo virtual e imaginario.

un abrazo

[Carlos Justino Caballero]

Rosa Marzal, Sentimiento hondo en belleza de versos expuestos de intimidad. Mis congratulaciones, Rosa.

[Gerardo Mont]

Bellísimo poema, trazado con la creatividad del poeta que saber ver y decir lo que ve...Una lectura para repetir, sin duda. Mis abrazos de amigo.

[Marius Gabureanu]

Querida amiga, el poema tiene varias interpretaciones pero para mí es como una trashumancia de vísceras, una lentitud con la que nos deshabitamos para abrazar al próximo. Me ha dejado enmudecido la belleza de las metáforas, que por lo oscuras se vuelven pilares del tema, llaves de la bondad que hay en el cierre. Mis abrazos sinceros y felicitaciones, Rosa.



Yo,
guardiana de los guarismos de tu alma,
mantengo encendido
el fuego de tu hálito sagrado.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un silencio rojo
te precede.
Te preceden
el aullido de perros
que husmean un rastro de abismo
en la opacidad de los silencios,
y bendicen
la infancia de tus lágrimas.

Vistes de largo
las torres de papel
que me refugian
de la jauría del tiempo.
Aligeras
mi equipaje de tumbas.
Apareces,
repentina,
desnuda..
profunda.
Sola en el grito
de ese látigo
que viola
la estación de las esperas.

-Rugido
de animal-palabra
enaltecido por el fango de mis vísceras-

Centellean las alas de un cometa
sobre el escaparate del poema
y las avispas de una muerte lenta
hieren el candor de la luz
cuando zumba el barro de tu aura
en los altares raídos
de un recuerdo.

Solsticio de noche
bajo ubres de llanto.
Verbos-espada
desarmando pretéritos;
palomas de sangre
sobrevolando un beso suicida
florecido en el magma de la duda.

Yo,
guardiana de los guarismos de tu alma,
mantengo encendido
el fuego de tu hálito sagrado.

Te retengo
en el barbecho de mi hipocondría.

Un viaje infinito por los submundos del gran imaginario poético. Se desciende a las profundas corrientes del frío y la intemperie, se recorren trechos primitivos a ultranza; nos llevas de tu mano sensible, a vislumbrar espinas y penas abisales. Marea alta y baja se conjugan para dejarnos un tesoro en la orilla.

De pie para los aplausos, querida poeta.

Abrazos.

[Liz Barrio.]

Un silencio rojo
te precede.
Te preceden
el aullido de perros
que husmean un rastro de abismo
en la opacidad de los silencios,
y bendicen
la infancia de tus lágrimas.

Vistes de largo
las torres de papel
que me refugian
de la jauría del tiempo.
Aligeras
mi equipaje de tumbas.
Apareces,
repentina,
desnuda..
profunda.
Sola en el grito
de ese látigo
que viola
la estación de las esperas.

-Rugido
de animal-palabra
enaltecido por el fango de mis vísceras-

Centellean las alas de un cometa
sobre el escaparate del poema
y las avispas de una muerte lenta
hieren el candor de la luz
cuando zumba el barro de tu aura
en los altares raídos
de un recuerdo.

Solsticio de noche
bajo ubres de llanto.
Verbos-espada
desarmando pretéritos;
palomas de sangre
sobrevolando un beso suicida
florecido en el magma de la duda.

Yo,
guardiana de los guarismos de tu alma,
mantengo encendido
el fuego de tu hálito sagrado.

Te retengo
en el barbecho de mi hipocondría.

Un poema genial, lleno está de armonía y elocuencia, de profundidad, luz y ritmo.
Aplausos de pie, poeta.
Un beso