De la sangre

[Eugenio Bautista]

¿De qué dolor saliste,
de dónde tomaste las raíces de la sangre?

Llegamos a esta parte de la vida que no vale nada
y nos duele y nos espanta
como si a los pájaros les faltaran alas.

Caminamos entre los despojos hechos a diario
y vemos la muerte sonreír desde los puentes
en los campos, en la misma tierra que nos vio nacer.
Suave patria, la huella del combatiente se te ha borrado
con el tiempo.

¿Por qué nos hemos dormido sin soñar
sin despertar a esta realidad que nos asfixia
a este paraíso sin cielo, a este afán de no morir
en la eterna agonía de sentirnos robados?

Porque hemos venido enterrando cuerpos
haciendo de pueblos fantasmas el hogar deseado.
Porque nos hemos quedado en la barbarie
cortando la dignidad que tienen los animales.
Nos hemos puesto la venda de la indiferencia
porque ésta es nuestra tierra y nos come como gusanos
todo el cuerpo...

[Roberto López]

[quote="Eugenio Bautista

Comparto contigo ese concepto de ceguera que nos devora por dentro y por fuera nos convierte en estatuas. Saludos.

[Pilar Morte]

Me ha gustado pasar por tu poema que comparto en cada verso. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

[Liz Barrio.]

¿De qué dolor saliste,
de dónde tomaste las raíces de la sangre?

Llegamos a esta parte de la vida que no vale nada
y nos duele y nos espanta
como si a los pájaros les faltaran alas.

Caminamos entre los despojos hechos a diario
y vemos la muerte sonreír desde los puentes
en los campos, en la misma tierra que nos vio nacer.
Suave patria, la huella del combatiente se te ha borrado
con el tiempo.

¿Por qué nos hemos dormido sin soñar
sin despertar a esta realidad que nos asfixia
a este paraíso sin cielo, a este afán de no morir
en la eterna agonía de sentirnos robados?

Porque hemos venido enterrando cuerpos
haciendo de pueblos fantasmas el hogar deseado.
Porque nos hemos quedado en la barbarie
cortando la dignidad que tienen los animales.
Nos hemos puesto la venda de la indiferencia
porque ésta es nuestra tierra y nos come como gusanos
todo el cuerpo...

Uff, llegan hondo estos versos de puntual y directa elocuencia. Siempre es un deleite leerte, Eugenio.
Un beso, amigo mío