Como una lancha hundida

[J. J. Martínez Ferreiro]

Hace años que agoniza la belleza
en la fiebre paciente de la casa.
Cuando marchaste rompieron los huesos del verano.
De las ropas tiradas en el suelo
quedaron trozos amorfos del amor
y exfoliados aromas de una carne
ya muy lejana.
Pero, así como titila en la niebla
el filo de un cuchillo,
reaparece tu cuerpo en la humareda de los días.

Todas las cosas de la ausencia,
son como buques quietos
que no lastiman;
en su cansancio apenas rozan los delfines interiores.
Pero sí que atormenta el peso de algunas maromas,
esa animalidad que surge inesperadamente
en la frialdad de los puertos, sesgando las esquinas,
tropezando de frente con los sólidos del aire,
antimateria impura, revés de los acuíferos de oro.

El postrero naufragio de tu avance
resistirá como una lancha hundida,
envejeciendo abandonada
pero soñando.

[Óscar Distéfano]

Hace ya tiempo
que aprieta la estación
y arde la belleza
en el calor paciente de la casa.

Cuando te fuiste
te llevaste los huesos del verano.
En la ropas tiradas en el suelo
quedaron trozos amorfos del amor
y exfoliados aromas de una carne
ya muy lejana.
El temor y el ultraje
hablan de las cabezas, de las extravagantes
mímicas de los derrotados.
Pero así como titila en la niebla
el filo de un cuchillo,
reaparece tu presencia
centelleando en el humareda de los días.

Todas las cosas de la ausencia
son como buques quietos
que no lastiman en su desesperación,
van rozando desde muy lejos
los objetos marinos
y también los delfines interiores.
Pero sí duele
el peso de algunas maromas,
esa animalidad
que surge repentinamente al frío de la calle,
sesgando las esquinas, tropezando
de frente con los sólidos del aire,
antimateria impura,
revés de los acuíferos de oro.

Queda como una lancha sumergida,
envejeciendo quieta
pero soñando, y así llega
abandonada a su morirse.

Me dejó sin aliento, amigo. Hace mucho que no leía un poema amoroso de tan elevado lirismo y delicada musicalidad. Si pudiésemos decir que es posible la perfección en la composición poética, esta obra tuya estaría, sin duda alguna, en la lista. Poema de la ausencia, sobrecogedor poema del desamor, de la añoranza, de las heridas que tardan en cicatrizarse, de los recuerdos de la comunión, y de la irreversible pérdida. Descritos con metáforas de las más bellas que he leído, con el numen encendido por los dioses de la poesía. Ese cierre es, sencillamente, arrobador. Me ha dejado un nudo en la garganta.

Lo que es bueno, lo que es poesía conciliadora, pura, que nos devuelve a las savias del tronco evolutivo auténtico, sin artificios de ningún tipo, simplemente con el instrumento de la palabra, hay que decirlo, hay que aplaudirlo y admirarlo.

No quiero correr riesgos en mi juicio de valor, pero me atrevo a decir que es uno de los más hermosos poemas que he leído en los últimos años.

Te felicito, mi apreciado poeta, amigo y guía.
Un gran abrazo.
Óscar

[Pilar Morte]

Después del comentario de nuestro amigo Oscar sólo me queda felicitarte por este magno poema.
Besos
Pilar

[Ana Muela Sopeña]

Fabuloso poema, J.

Es un poema lleno de lirismo, tristeza y ausencia.

Cada estrofa está trabajada como una pieza de orfebrería.

Aplausos
Besos
Ana

[Julio Gonzalez Alonso]

Muy bueno y mucho más que muy bueno, amigo Ferreiro. Ten siento muy inspirado y bien guiado por la musa Mnemea. Me encanta enviarte un abrazo cantábrico y lleno de olores marinos impagables que nos llevan invariablemente a la mesa, al calor de este poema.
Salud.

[Sandra Gª Garrido]

Te desnudas amigo, puede ser que este poema sea de los que más me ha llegado precisamente por eso, sin solar las creativas imagenes, pero más desnudo, embriagado de recuerdo.

Besos

[Josefa A. Sánchez]

Otra vez...Y nunca acabas de sorprenderme. Con toda mi admiración.
Un abrazo.
Pepa

[Pablo Ibáñez]

Ferreiro,

me gusta mucho, amigo. Has elegido en esta ocasión un tono más lírico, de frágil añoranza amorosa, distinto de ese otro que eliges en otras ocasiones, más orgánico y salvaje. El resultado es igualmente bueno, porque sabes desenvolverte con garantías en muchos registros. Tal vez sea eso lo que hace bueno al escritor.

Me han encantado las referencias marinas -esto sí es un clásico en ti-: los buques quietos, las maromas que duelen, la lancha abandonada... Confrontadas con el frío de la estación nueva, la calle en niebla, el calor paciente de la casa, le dan al poema un ambiente de saudade que llega mucho.

Un abrazo, Ferreiro.

[Carlos Justino Caballero]

J. J. M. Ferreiro, Letras distinguidas para leer con placer. Gracias por tu entrega, poeta.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Joer, Óscar, me da un poco de reparo contestar a semejante comentario. Sólo me queda agradecer sobremanera tan generosa lectura. Ningún poeta puede esperar más de una de sus obras que lo que tú aquí dices. El poema parece ser que ha llegado en todas sus formas y maneras, con eso basta, aunque sea a uno sólo de sus lectores.

Es todo un honor.

Un fuerte abrazo.

[Óscar Distéfano]

Joer, Óscar, me da un poco de reparo contestar a semejante comentario. Sólo me queda agradecer sobremanera tan generosa lectura. Ningún poeta puede esperar más de una de sus obras que lo que tú aquí dices. El poema parece ser que ha llegado en todas sus formas y maneras, con eso basta, aunque sea a uno sólo de sus lectores.

Es todo un honor.

Un fuerte abrazo.

Estimado, Ferreiro, ciertas posibilidades de exagerado fervor por este poema, me llevan a responderte.

Considero que no todos los poetas pensamos igual en cuanto al ideal de poesía que pretendemos alcanzar; algunos se inclinan hacia vertientes donde prima la razón, y otros, donde la plena imaginación. Así es que la poesía se ha saturado de “ismos”. Para mí la poesía es, antes que nada, comunicación de hombre a hombre, trasmisión de mensajes y sentimientos a través del lenguaje. Por otra parte, pienso que la poesía, más allá de sus partes, es el conjunto de todas ellas. Me resulta difícil aprobar enteramente una obra que carece, por ejemplo, de una prolijidad rítmica, como así también, aplaudir un poema que sea sólo música. Tengo la convicción de que existe un tronco evolutivo de la poesía (de donde nacen todos los “ismos”), una poesía sin adjetivos que no se doblega ante ninguna de sus ramas, y sigue creciendo y enriqueciéndose de toda la savia que corre por su cuerpo.

Por estas razones (y quizás otras que no me vienen a la mente) es que tu poema me ha resultado la perfecta conjunción de los elementos necesarios para lograr ese equilibrio ideal que (por lo menos, yo) ambicionamos. Para decirlo de una manera más clara: la poesía ubicada en el punto medio exacto de la filosofía y la música. En tu poema existe un hilo argumental, existe el lenguaje metafórico, existe el elemento evocador (que hace disparar la imaginación del lector), y existe la estructura rítmica, todos ellos armonizando de una manera que a mí me recuerda y me reafirma en ese ideal que persigo hace mucho tiempo.

Que quede, pues, claro, que mi inclinación total a este poema es una respuesta íntima de mis emociones y mis ideales poéticos. Sin ninguna otra motivación.

Un abrazo.
Óscar

[Guillermo Cumar.]

Qué magnífico poema esencia pura en sus imágenes y en el sentir de cada reflexión. Eso de losdelfines interiores me ha impactado.

Mi felicitación y mi abrazo

[J. J. Martínez Ferreiro]

Después del comentario de nuestro amigo Oscar sólo me queda felicitarte por este magno poema.
Besos
Pilar

Gracias, querida amiga. Son todo un honor tan "magnos" calificativos. Celebro que lo disfrutases.

Biquiños Pilariña.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Fabuloso poema, J.

Es un poema lleno de lirismo, tristeza y ausencia.

Cada estrofa está trabajada como una pieza de orfebrería.

Aplausos
Besos
Ana

Gracias Aniña, por tan esa "orfebrería" de tus comentarios. Es todo un honor que lo hayas disfrutado.

Biquiños

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy bueno y mucho más que muy bueno, amigo Ferreiro. Ten siento muy inspirado y bien guiado por la musa Mnemea. Me encanta enviarte un abrazo cantábrico y lleno de olores marinos impagables que nos llevan invariablemente a la mesa, al calor de este poema.
Salud.

Gracias Julio, la verdad, yo creo que todo poema debe de tener algún sitio donde echarle el diente y así poderlo devorar para saborear todos sus variados manjares, y si nos sabe a percebes... qué decirte querido amigo... qué decirte que tú ya no sepas.

Salud, laures y eso....