donde brota como sombra de lo incierto ,
el babero negro y ralo, collar o duelo,
despuntando el largo cuello del cisne
me deslizo
- yegua desinhibida-
sin ronzal, riendas ni guías
al saborcolor naranja de tu pico, mar de anchuras y planicies.
Y a horcajadas, amazona sin cerrojos en las manos,
ni en la boca, ni en el surco que comienza señalando los otoños
aguardaré
LIBERTAD
tu venida.
Cinco en punto como un ciclo,
no lo olvides : veinticuatro como día y en la roca
mientras Itaca despierta.

( Pues encuentro este poema del 2006 entre mis cosas sepia ¿lo retomo ? ¡ lo retomo ! hoy en un dia precioso en Alicante y hasta el momento, nadie me lo ha fastidiado, ni yo misma)