LAS BARQUITAS DE VENECIA
Publicado: Lun, 20 May 2013 10:54
LAS BARQUITAS DE VENECIA
(Si el próximo barquito que atraviese el puente es azul,
ella me quiere.
Si el próximo barquito que atraviese el puente es azul,
ella me quiere.
Si el próximo barquito...
Pero todas las barcas y barquitos
que cruzaban el puente a nuestros pies eran siempre
negros como el betún.
En Venecia no hay barquitos -me decía- en Venecia a las barquitas
les llaman góndolas, y nunca son de color azul.
Yo sé ahora -lo dijo ella- que en Venecia a los barquitos
y barquitas les llaman góndolas y son siempre
negras como el betún (a nuestra espalda un acordeón
navegaba hacia nuestros corazones).
Yo la abrazaba mientras la sombra de la tarde
caía en el canal, y jugaba a deshojar la margarita
apostando a caballo ganador.
(Si la próxima góndola que atraviese el puente es negra,
ella me quiere.
Si la próxima góndola que atraviese el puente es negra,
ella me quiere.
Si la próxima góndola...)
Bajo el puente pasó
una barquita azul.
Amor, ¿no me dijiste
que en Venecia no hay barquitas y que las góndolas
nunca son de color azul?
Callaba. Un gondolero
cantaba sobre el agua: "Le barchette non è petali di margherita
che ci dicono sotto un ponte sì, no, sì, no…
A Venezia gli amanti si fidano pienamente nella certezza
del suo amore."
Yo sé – y ella también lo sabe ahora- que en Venecia
hay barquitas. Y son de color azul. Y se esconden bajo los puentes,
cruzan entre canales, y se burlan de aquellos hombres
que dudan del amor (poquito a poco un acordeón
se alejaba buscando el mar).
--oOo--
(Si el próximo barquito que atraviese el puente es azul,
ella me quiere.
Si el próximo barquito que atraviese el puente es azul,
ella me quiere.
Si el próximo barquito...
Pero todas las barcas y barquitos
que cruzaban el puente a nuestros pies eran siempre
negros como el betún.
En Venecia no hay barquitos -me decía- en Venecia a las barquitas
les llaman góndolas, y nunca son de color azul.
Yo sé ahora -lo dijo ella- que en Venecia a los barquitos
y barquitas les llaman góndolas y son siempre
negras como el betún (a nuestra espalda un acordeón
navegaba hacia nuestros corazones).
Yo la abrazaba mientras la sombra de la tarde
caía en el canal, y jugaba a deshojar la margarita
apostando a caballo ganador.
(Si la próxima góndola que atraviese el puente es negra,
ella me quiere.
Si la próxima góndola que atraviese el puente es negra,
ella me quiere.
Si la próxima góndola...)
Bajo el puente pasó
una barquita azul.
Amor, ¿no me dijiste
que en Venecia no hay barquitas y que las góndolas
nunca son de color azul?
Callaba. Un gondolero
cantaba sobre el agua: "Le barchette non è petali di margherita
che ci dicono sotto un ponte sì, no, sì, no…
A Venezia gli amanti si fidano pienamente nella certezza
del suo amore."
Yo sé – y ella también lo sabe ahora- que en Venecia
hay barquitas. Y son de color azul. Y se esconden bajo los puentes,
cruzan entre canales, y se burlan de aquellos hombres
que dudan del amor (poquito a poco un acordeón
se alejaba buscando el mar).
--oOo--