Los Niños

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle

Matute, Juan Pablo
Mensajes: 32
Registrado: Mié, 06 Feb 2008 13:38
Ubicación: Argentina

Los Niños

Mensaje sin leer por Matute, Juan Pablo »

Los Niños




Antes de empezar
a jugar y a dibujar
órbitas
que crucen
los campos iridiscentes
de asfódelos,
aclaremos algo:
Creer en el otro
es creer doblemente en mí.
O aún es más:
Tiernamente en mi.


Ahora bien…


Umbrías montañas de siluetas azulonas
se contraen y dilatan
a los costados de un camino
Mirífico- Melopea.
Un hombre avanza mudando las pieles.
El sol no está allá afuera
mis queridísimos hermanos,
puesto que se haya multiplicado en nuestro vientre
como infinitos hipogeos.
Hermanos del Sol.

Aparte, es cierto, el hombre ha sido cubierto ahora
por un mudo nadir lapislázuli de silencio
autoreferente,
en donde los astros danzan extendiéndose
como ojos de caracol,
y las cigüeñas
abren y cierran sus alas majestuosas
como abanicos de luz.

Al caer la segunda noche sobre el camino, el hombre
saca una naranja y la comienza a mondar. Un zumo
granate recubre el carozo de la fruta, lo aborda
con seriedad, posiblemente allí
se encuentre el secreto para tantas muertes….

¡Ay!!! ¡Malditas trayectorias en la Eclíptica!
¡Ya no puedo pensar!!, así no, en medio
de las historia un cacerolazo popular
invade mi ventana. Pasa el tren…
la música escalabrosa
de la gente y su cólera.
Todo es más fácil y nunca violento, ni amoratado.

Ladrillos de asbesto apuntan y se estrellan en mi balcón, polvo
de asbesto me tapa las vías pulmonares, cabezas de asbesto
se golpean contra las cacerolas también. Y mi historia….
¿quien la escuchará? Me la han sacado, que crueldad.
Es algo tan desquiciado y maquiavélico
como quitarle la soga a un funámbulo, yo,
¡con lo que me gusta ese límite de irrealidad! La soga.

Ahora por fin, se han apaciguado los atabales de los bárbaros,
brujos y hechiceros, era hora. Pasada la segunda noche
advino la tercera (lo que es la vida ¿no?) y el hombre
se arropo de greda azul, blanca y negra. En un cruce
de caminos un Taumaturgo lo interrogó:
-“¿Qué haces paria, hombre loco de las locas aventuras, por que traes
tu rostro y tu cuerpo cubierto de nadir
y greda azul y clara? Yo conozco de magia,
de sortilegios y los mecanismos, pero tú
rechazas con saña el cenit,
y el día de las flores y los gaviones.”

Yo no lo rechazo, oh tú quiromántico, yo vivo
en los dos polos
como lo hacen los glaciares,
y me muevo y arraso y dejo sobre la arena
huellas de mi impronta.
Pero en el silencio azul, y en la atmósfera obscura, y en los contornos purpúreos,
soy todos. Y también un poco de ti…

-“Soberbio aprendiz de la muerte”

Lo que digas oh tú oh tú gluglú gluglú,
quítate las alhajas si estás en el mar,
guarda tus empíreos junto a los calzoncillos.

zozobrar anegar zozobrar anegar zozobrar anegar zozobrar anegar zozobrar anegar zozobrar


El hombre acampa 5 horas después, sobre la grama
de un prado abierto, y teje en el cielo y en su mente
un paño de húmidos aljófares.

Al caer la cuarta noche, creyó estar sobre un puzzle de gamas
radioactivas, de jubilosos colores malignos
que lo ostentaban. Las banderas.
Digo creyó estar, por se encontraba soñando,
y así fue como la quinta noche atisbó.

El sueño lo había agotado, seguía sintiendo
como dentro de cada pieza del rompecabezas
soldados furiosos y asustadizos vivaqueaban. Esperaban…,
-“!A la orden mi Lábaro- General!”
Eso lo incito nuevamente a partir, siguió su camino sólo
pero terrible y afablemente acompañado
por esos hombres, sus hermanos, de filo doble de puñal.

A su paso se fue encontrando con muchos de sus amigos,
Laura Lepidóptero, Aria Genoveva, Jorge Gasa, Mario Vermiforme,
y les fue enseñando a ramonear aliblemente
sin lastimar. A no mostrar sus dientes
y sí su boca, como un beso o como una sonrisa,
y quitarles a los otros con ánimos de dar.
Sin embargo, aunque al principio lo escucharon, después luego
después se hartaron, todos querían el mismo amargo fruto,
el fruto que se esfuma como un incensario
de humo voluto. Las medallas,
el recuerdo de sus semblanzas, los monumentos;
figuras histriónicas del burdo Teatro del Oropel.

Así decidieron sus aliados rapuzar todas las rosas del verano, y las de las otras
estaciones; la rosa de la confianza, la rosa
de la alegría, la rosa melancolía, la rosa
sonrojada. Y terminaron por descepar
el rosal. El Amor.

…Postrado, el hombre, con sus ojos delatados y envueltos en lágrimas
como si un cendal…, con su
corazón desgarrado aún fluyendo entre sus manos,
miró a los que una vez fueron y aún son sus hermanos, sus hermanos del sol,
y abrió sus brazos de estopa y cedrón
para abrazarlos
y dejarse desangrar…….. Por que no vale de nada la alegría y la libertad
si no la compartimos, como niños, que ya se han cansado
de llorar.



*En Argentina una forma de protesta son los "cacerolazos", justo uno me interrumpio en el medio del poema
Avatar de Usuario
Rafel Calle
Mensajes: 24477
Registrado: Dom, 18 Nov 2007 18:27
Ubicación: Palma de Mallorca

Mensaje sin leer por Rafel Calle »

Precioso y loable trabajo, amigo Juan Pablo, que ha sido un placer leerte.
Consigues buenos versos, imágenes impactantes, a lo largo de todo el poema.
Te mando un cordial saludo.
Avatar de Usuario
Luis Oroz
Mensajes: 1706
Registrado: Dom, 18 Nov 2007 18:46
Contactar:

Mensaje sin leer por Luis Oroz »

Posiblemente a caballo entre prosa poética y narrativa, tu poema dialoga e intenta explicar lo inexplicable del pensamiento humano.

Es esta, para mi humilde mirar, la parte más poética, además lleva muy lúcidamente su razón de ser.
Así decidieron sus aliados rapuzar todas las rosas del verano, y las de las otras
estaciones; la rosa de la confianza, la rosa
de la alegría, la rosa melancolía, la rosa
sonrojada. Y terminaron por descepar
el rosal. El Amor.

Un abrazo.

Luis Oroz.
Responder

Volver a “Foro de Poemas”