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Campanas Malditas

Publicado: Lun, 31 Mar 2008 19:37
por Rafael Teicher
Su cuerpo es una campanada criminal en la tarde

Resuena en mis manos como un vestido de seda negro, como el lomo de un auto bajo la lluvia de la noche

La misteriosa falda crea el viento, lo demora entre las ramas

Si pudiera escapar de la melodía me sentaría contigo en un bar a oler la cerveza que muere sobre la madera, esperaríamos juntos un ramo envuelto, la caída de las luces amarillas entre las cejas del mundo

Camino detrás de ti como un lobo sin muelas, golpeo papeles volantes con el báculo

Y te sigo entre las masas de cemento desnudas, te hago el alma como quien juega con una sombra y le roba el sombrero

De ser posible cogeríamos un tren de vagones chatos, todo despeinado, y saltaríamos en su regazo oscuro como en un huevo sin historia, como en el cofre

¿Qué es lo que nos impide así, hasta el punto de olvidar el sabor de una ola?

Por mis fauces y mis llagas entra el color de tus piernas y me enfría el hígado, hueles a burro abierto en la arena, a bolsas, a cerezas pisoteadas por el soldado, hueles a pelo y a deseos terribles que se han secado a la brisa como sábanas

¿Por qué no llevas guantes y te caes junto a una fuente? ¿Acaso obedeceremos la linealidad del tiempo sin darle patadas en el ombligo?

Estoy furioso, furioso de ti y de mi, furioso como un reloj, como el latido, como el vómito de un pájaro, furioso como el plomo, como una uña sin pintar, enojado como el humo, enfermo de fragilidades deseosas, solo de mi mismo como un Buda

Mientras estiro las palabras como caramelos celestes te veo rodar entre las flores de las calles, precipitarte por las franjas que escupen los carteles, menearte en los huecos como el conejo de un mago que se fugó por la grieta del muro

Te violaría para volverte luz, te clavaría los dedos en el dolor de cabeza para vestirte, te besaría con rabia en un tranvía vacío y azul como el cuchillo

Quiero poseerte totalmente como se posee una almeja en un balde, como se posee un poema en una caja, como se tiene la salud o el grito silencioso ante el declive del sol

Te odio hasta el cráneo, chuparía tus sobacos para hacerte buena, para distribuirte en la comunión que celebran los bandidos bajo tierra

Antes, en la plaza de los tigres de mármol, nos dejábamos correr la miel del cielo en la frente, señalábamos naves verdes cerca de las osas, comíamos el pan de la alegría pateando escarabajos

Malditas campanas que me salvan de ti, de la humedad de tu forma, malditas puñaldas de amor que me rescatan

Maldita música perfecta del bronce que acusa como un dedo la soledad espantosa del hombre


Rafael Teicher

Publicado: Dom, 25 Ene 2009 17:16
por Administración Alaire
Sube para su lectura.

Re: Campanas Malditas

Publicado: Dom, 25 Ene 2009 19:35
por Joan Port
Rafael Teicher escribió:Su cuerpo es una campanada criminal en la tarde

Resuena en mis manos como un vestido de seda negro, como el lomo de un auto bajo la lluvia de la noche

La misteriosa falda crea el viento, lo demora entre las ramas

Si pudiera escapar de la melodía me sentaría contigo en un bar a oler la cerveza que muere sobre la madera, esperaríamos juntos un ramo envuelto, la caída de las luces amarillas entre las cejas del mundo

Camino detrás de ti como un lobo sin muelas, golpeo papeles volantes con el báculo

Y te sigo entre las masas de cemento desnudas, te hago el alma como quien juega con una sombra y le roba el sombrero

De ser posible cogeríamos un tren de vagones chatos, todo despeinado, y saltaríamos en su regazo oscuro como en un huevo sin historia, como en el cofre

¿Qué es lo que nos impide así, hasta el punto de olvidar el sabor de una ola?

Por mis fauces y mis llagas entra el color de tus piernas y me enfría el hígado, hueles a burro abierto en la arena, a bolsas, a cerezas pisoteadas por el soldado, hueles a pelo y a deseos terribles que se han secado a la brisa como sábanas

¿Por qué no llevas guantes y te caes junto a una fuente? ¿Acaso obedeceremos la linealidad del tiempo sin darle patadas en el ombligo?

Estoy furioso, furioso de ti y de mi, furioso como un reloj, como el latido, como el vómito de un pájaro, furioso como el plomo, como una uña sin pintar, enojado como el humo, enfermo de fragilidades deseosas, solo de mi mismo como un Buda

Mientras estiro las palabras como caramelos celestes te veo rodar entre las flores de las calles, precipitarte por las franjas que escupen los carteles, menearte en los huecos como el conejo de un mago que se fugó por la grieta del muro

Te violaría para volverte luz, te clavaría los dedos en el dolor de cabeza para vestirte, te besaría con rabia en un tranvía vacío y azul como el cuchillo

Quiero poseerte totalmente como se posee una almeja en un balde, como se posee un poema en una caja, como se tiene la salud o el grito silencioso ante el declive del sol

Te odio hasta el cráneo, chuparía tus sobacos para hacerte buena, para distribuirte en la comunión que celebran los bandidos bajo tierra

Antes, en la plaza de los tigres de mármol, nos dejábamos correr la miel del cielo en la frente, señalábamos naves verdes cerca de las osas, comíamos el pan de la alegría pateando escarabajos

Malditas campanas que me salvan de ti, de la humedad de tu forma, malditas puñaldas de amor que me rescatan

Maldita música perfecta del bronce que acusa como un dedo la soledad espantosa del hombre


Rafael Teicher




Uf grande señor Teicher, mucha fuerza y verdad devorando mis neuronas cansadas, maldita letras

que me acercan a la espantosa soledad del hombre.

Amen y gracias.

re: Campanas Malditas

Publicado: Dom, 25 Ene 2009 20:13
por Pepa Ortiz
Mi admiración por tan terrible poema...bellísimo en su contendido y en su musicalidad que eriza la piel.
Un abrazo

re: Campanas Malditas

Publicado: Vie, 30 Ene 2009 19:56
por María José Prieto Vázquez
Es un poema muy duro, pero muy bueno. Gracias por la crítica que has hecho del mío"Bórrame los recuerdos". Abrazos. María José.

Publicado: Vie, 30 Ene 2009 20:29
por Arianna Rassé
Un texto ácido, pero original. Ha sido interesante este choque de imágenes y palabras.
Saludos

Re: Campanas Malditas

Publicado: Mar, 10 Feb 2009 17:54
por Eduardo R. de la Cruz
Rafael Teicher escribió:Su cuerpo es una campanada criminal en la tarde

Resuena en mis manos como un vestido de seda negro, como el lomo de un auto bajo la lluvia de la noche

La misteriosa falda crea el viento, lo demora entre las ramas

Si pudiera escapar de la melodía me sentaría contigo en un bar a oler la cerveza que muere sobre la madera, esperaríamos juntos un ramo envuelto, la caída de las luces amarillas entre las cejas del mundo

Camino detrás de ti como un lobo sin muelas, golpeo papeles volantes con el báculo

Y te sigo entre las masas de cemento desnudas, te hago el alma como quien juega con una sombra y le roba el sombrero

De ser posible cogeríamos un tren de vagones chatos, todo despeinado, y saltaríamos en su regazo oscuro como en un huevo sin historia, como en el cofre

¿Qué es lo que nos impide así, hasta el punto de olvidar el sabor de una ola?

Por mis fauces y mis llagas entra el color de tus piernas y me enfría el hígado, hueles a burro abierto en la arena, a bolsas, a cerezas pisoteadas por el soldado, hueles a pelo y a deseos terribles que se han secado a la brisa como sábanas

¿Por qué no llevas guantes y te caes junto a una fuente? ¿Acaso obedeceremos la linealidad del tiempo sin darle patadas en el ombligo?

Estoy furioso, furioso de ti y de mi, furioso como un reloj, como el latido, como el vómito de un pájaro, furioso como el plomo, como una uña sin pintar, enojado como el humo, enfermo de fragilidades deseosas, solo de mi mismo como un Buda

Mientras estiro las palabras como caramelos celestes te veo rodar entre las flores de las calles, precipitarte por las franjas que escupen los carteles, menearte en los huecos como el conejo de un mago que se fugó por la grieta del muro

Te violaría para volverte luz, te clavaría los dedos en el dolor de cabeza para vestirte, te besaría con rabia en un tranvía vacío y azul como el cuchillo

Quiero poseerte totalmente como se posee una almeja en un balde, como se posee un poema en una caja, como se tiene la salud o el grito silencioso ante el declive del sol

Te odio hasta el cráneo, chuparía tus sobacos para hacerte buena, para distribuirte en la comunión que celebran los bandidos bajo tierra

Antes, en la plaza de los tigres de mármol, nos dejábamos correr la miel del cielo en la frente, señalábamos naves verdes cerca de las osas, comíamos el pan de la alegría pateando escarabajos

Malditas campanas que me salvan de ti, de la humedad de tu forma, malditas puñaldas de amor que me rescatan

Maldita música perfecta del bronce que acusa como un dedo la soledad espantosa del hombre


Rafael Teicher

"Mientras estiro las palabras como caramelos celestes
"

Rafael, voy a tomar las palabras de otro comentario, de otro poema, pero por mi parte no puedo decirte otra cosa: Poesía para un público exigente. Es en verdad una ráfaga tras otra de certezas que el lector (caso mío), debe asimilar y entretejer, para seguir la huella del poema hasta el final. Ha sido un gusto leerlo.

Saludos.

Publicado: Dom, 22 Feb 2009 1:54
por Marina Centeno
Excelente, Sr. Teicher. Con fuerza devoradora, haciendo uso del lenguaje con elocuencia y contundencia.

Saludos, Poeta.

Re: Campanas Malditas

Publicado: Dom, 22 Feb 2009 10:02
por Esteban Granado
Un poema vibrante, Rafael, que sorprende y enoja y maravilla. Que desconcierta y envuelve y vuelve a deslumbrar.

Mi enhorabuena y un cordial saludo,

Esteban

Publicado: Mar, 24 Feb 2009 14:21
por Benjamín León
Magnífico poema, Rafael, lleno de poesía e imágenes, como se sabe de tu pluma.

Un gusto leerte, Benjamín.