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La mano que no pudo morir

Publicado: Mié, 06 Feb 2013 21:57
por Marius Gabureanu


Quédate, no abandones los muertos mientras estén calientes.
Es la mano que moldea palabras en las sabanas tatuadas por el cáncer,
el olor a memorias hirientes sobre la retina del hombre descompuesto
en nada y las ardillas mirando desde la altura de los robles
como esquían las neuronas y quedan atrapadas en una avalancha de olvidos,
es la huida de los sábados, el antifaz de bruma que cubre esa parte
donde se ausentará la sombra y la contorsión trapezoidal del corazón
dibujada en párpados póstumos...
La mano que no pudo morir
cruza, sin dueño, los valles negros, hasta llegar a la luz.
Se agarra de un ángel ciego y ese la arrastra por los suelos,
le pone un nombre de perro y ella mueve los dedos como si fueran
pequeños rabos, se alimenta con alas viejas, que caen podridas desde lo más alto...
La mano que no pudo morir no sabe ladrar y los átomos del recreo se burlan
de su constante roce con las calles del paraiso.
Se deja acariciar por las entidades del cobalto y de vez en cuando
se convierte en campana (muy dentro de los que tienen en el alma un monasterio derrumbado).

Publicado: Mié, 06 Feb 2013 22:01
por Ana Muela Sopeña
Genial, Marius, como todo lo que escribes.


Un abrazo
Enhorabuena
Ana

Publicado: Mié, 06 Feb 2013 22:47
por Hallie Hernández Alfaro
La mano que no pudo morir
cruza, sin dueño, los valles negros, hasta llegar a la luz.
Se agarra de un ángel ciego y ese la arrastra por los suelos,
le pone un nombre de perro y ella mueve los dedos como si fueran
pequeños rabos, se alimenta con alas viejas, que caen podridas desde lo más alto...
La mano que no pudo morir no sabe ladrar y los átomos del recreo se burlan
de su constante roce con las calles del paraiso.
Se deja acariciar por las entidades del cobalto y de vez en cuando
se convierte en campana (muy dentro de los que tienen en el alma un monasterio derrumbado).



Marius, no tengo palabras para hacer justicia a tu enorme texto. Sólo sé que esta parte me hizo latir el corazón muy a prisa. Descomunal la fuerza evocadora, invencible la belleza que sustenta.

Magno y genial, poeta.

Aplausos miles.


PD: la inclusión del video es un gran acierto.

Publicado: Mié, 06 Feb 2013 22:51
por Luis M
"es la huida de los sábados, el antifaz de bruma que cubre esa parte
donde se ausentará la sombra y la contorsión trapezoidal del corazón
dibujada en párpados póstumos..."

"Se deja acariciar por las entidades del cobalto y de vez en cuando
se convierte en campana (muy dentro de los que tienen en el alma
un monasterio derrumbado)"


Sin palabras, Marius. ¡Espectacular, querido amigo!.
Un abrazo.

re: La mano que no pudo morir

Publicado: Jue, 07 Feb 2013 13:27
por Julio Gonzalez Alonso
Con mi admiración y felicitaciones, Marius.
Salud.

re: La mano que no pudo morir

Publicado: Jue, 07 Feb 2013 19:22
por Pilar Morte
Enhorabuena por este magnífico poema. Ha sido un placer pasar por tus versos
Abrazos
Pilar

Publicado: Jue, 07 Feb 2013 19:26
por Israel Liñán
Marius cada poema nuevo supera al anterior, me siento muy afortunado por poder leerte, de corazón.

Un abrazo.

Publicado: Vie, 08 Feb 2013 12:44
por Guillermo Cumar.
Marius, una filosófica sensibilidad recorre tus versos.
Das a la metáfora esa luz necesario para que la palabra coja fuerza.

Un abrazo, amigo y mis felicitaciones.

Publicado: Mié, 19 Jun 2013 23:16
por Marius Gabureanu
Ana, gracias por leer y dejar huella, querida amiga. Mis abrazos.

Publicado: Jue, 20 Jun 2013 11:19
por Carlos Justino Caballero
Marius Gabureanu, Fantástico poema que aplaudo sin retaceos, poeta! Un placer de lectura!

Publicado: Jue, 20 Jun 2013 14:11
por Ana Muela Sopeña
Maravilloso poema que me ha gustado mucho volver a leer.

Genial, como toda tu poesía, Marius.

Las "entidades del cobalto"...

que expresión más acertada...

Todo el poema es impactante.

Te dejo un abrazo
y mi enhorabuena
Ana

Re: La mano que no pudo morir

Publicado: Jue, 20 Jun 2013 16:30
por E. R. Aristy
Marius Gabureanu escribió:

Quédate, no abandones los muertos mientras estén calientes.
Es la mano que moldea palabras en las sabanas tatuadas por el cáncer,
el olor a memorias hirientes sobre la retina del hombre descompuesto
en nada y las ardillas mirando desde la altura de los robles
como esquían las neuronas y quedan atrapadas en una avalancha de olvidos,
es la huida de los sábados, el antifaz de bruma que cubre esa parte
donde se ausentará la sombra y la contorsión trapezoidal del corazón
dibujada en párpados póstumos...
La mano que no pudo morir
cruza, sin dueño, los valles negros, hasta llegar a la luz.
Se agarra de un ángel ciego y ese la arrastra por los suelos,
le pone un nombre de perro y ella mueve los dedos como si fueran
pequeños rabos, se alimenta con alas viejas, que caen podridas desde lo más alto...
La mano que no pudo morir no sabe ladrar y los átomos del recreo se burlan
de su constante roce con las calles del paraiso.
Se deja acariciar por las entidades del cobalto y de vez en cuando
se convierte en campana (muy dentro de los que tienen en el alma un monasterio derrumbado).


Una maravilla! Te felicito, Marius. Es uno de los mejores poemas en esta genero que he tenido el placer de disfrutar de su diciente, diferente conceptualismo. Abrazos,
ERA

Publicado: Jue, 20 Jun 2013 18:11
por C.P. Fernández
Me ha encantado. Admirable. Magnifico desde el primer verso.

Un abrazo

Publicado: Jue, 20 Jun 2013 22:59
por Bruno Laja
Hola, Marius,
esto es como una llave maestra: "Se deja acariciar por las entidades del cobalto y de vez en cuando
se convierte en campana (muy dentro de los que tienen en el alma un monasterio derrumbado)." Gozo leyéndote. Abrazos.

Publicado: Vie, 21 Jun 2013 14:22
por Macedonio Tracel
hay cosas que están escritas en otra dimensión o en la propia dimensión. han establecido la propia realidad o que esta tiene sectores propios. en ella los ritmos establecen los tonos de luz. el autor recoge palabras desechadas por los demás (desde la seguridad que da escribir) para armar los semitonos que construyen la profundidad y el contorno se forma con silencios. siempre es especial leerte amigo