Editorial Alaire

Las paredes filtran la humedad enfermiza de las calles,el suelo pegajoso, la puerta forzada, puedo escuchar el murmullo entumecido del tráfico, alguien solloza, gritos de impotencia se licuan en el aire y caen, como gotas obscenas de rocíosobre los espinazos retorcidos de los transeúntes.Arañas grises recorren mi espalda herida, rasgada.

Una alarma suena.

La habitación se viste de púrpura.
El aire extiende el hedor a ceniza, me incorporo, desato la goma del brazo, enciendo un porroy alzo la mirada hastiado al funeral de almas,la vida se anestesia bajo su umbral, el hombre se desvanece, su interior, demolido, aplacado, se duerme y detiene el devenir de los acontecimientos.
Los dientes caerán, no importa,los ojos serán tierra yerma, no importa,muertos vivientes, cercándote,muertos vivientes que germinan,que brotan en los descampados,malas hierbas malgastadas, sin valor, sin fuerzas para soñar, sin fuerzas.

Una mentira.
Una imagen cruza mi mente,una ráfaga sepia y ajada,me permito esbozar una sonrisasin otorgarle sentimiento al gesto,me permito recordar…que hubo otro tiempo, otro yo,otras calles....
Y vuelvo a delirar…

Delirio, locura, profundos, excelentes versos en perfecta armonía con las tonalidades que los acompañan. Hay bemoles y sostenidos en el alma que tienen, deben parirse y mejor aún si la música generosamente los arropa en el trance.
Sustancial poema, me encantó.
Aplausos y un gran abrazo

Estos bajos fondos retienen todo el lodo que va dejando la vida. Menos mal que salir de él y volver a la luz es posible. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Israel Liñán escribió:Las paredes filtran la humedad enfermiza de las calles,el suelo pegajoso, la puerta forzada, puedo escuchar el murmullo entumecido del tráfico, alguien solloza, gritos de impotencia se licuan en el aire y caen, como gotas obscenas de rocíosobre los espinazos retorcidos de los transeúntes.Arañas grises recorren mi espalda herida, rasgada.

Una alarma suena.

La habitación se cubre con el pestañeo purpúreo que advierte el acceso al averno.

El aire extiende el hedor a ceniza, me incorporo, desato la goma del brazo, enciendo un porroy alzo la mirada hastiado al funeral de almas,la vida se anestesia bajo su umbral, el hombre se desvanece, su interior, demolido, aplacado, se duerme y detiene el devenir de los acontecimientos.
Los dientes caerán, no importa,los ojos serán tierra yerma, no importa,muertos vivientes, cercándote,muertos vivientes que germinan,que brotan en los descampados,malas hierbas malgastadas, sin valor, sin fuerzas para soñar, sin fuerzas.

Una mentira,
Una imagen cruza mi mente,una ráfaga sepia y ajada,me permito esbozar una sonrisasin otorgarle sentimiento al gesto,me permito recordar…que hubo otro tiempo, otro yo,otras calles....
Y vuelvo a delirar…

Con dolorosa belleza transmites la melancolía trágica de la indolencia inmunda de la drogadicción... no he podido menos que recordar los trazos crudos de "El almuerzo desnudo" y abismarme en la reflexión sobre el delirio de la realidad que nos impone el mercadeo en el proceso abismal de descomposición del capitalismo...

Con afecto te abrazo...

Juan Marcos

Me encanta esta otra perspectiva de las cosas, que complementan una realidad cada vez más oscura...Y que tiene que ser dicha y cuánto mejor que con excelentes versos. Un gusto, poeta. Mis abrazos de amigo.

Israel como siempre es un placer pasar, esta vez por tus bajos fondos poemarios urbanos.
Fiel reflejo son tus versos de la temática que tratas.
Un abrazo.

Cuando has estado tantas veces cerca del infierno, solo puedes llorar por todo el sufrimiento que te atraviesa una y otra vez, en una rueda de muerte sin fin.

Me duelen tus versos, no podrías imaginar cuánto.

Que Dios se apiade de aquellos que un día huímos sin mirar atrás.

[quote="Israel Liñán"]

Pues qué decirte, Israel, sino que me gustan esas pinceladas lóbregas de rincones del alma-ciudad donde se entremezclan la desesperanza, el delirio de las drogas y el trash metal de Metallica. Trazos de William Burroughs. Saludos.

Uff, estos bajos fondos duelen y tocan muy profundamente la alta poesía. Consigues unas imágenes atronadoras.

Aplausos, aplausos y más aplausos, poeta!

Hallie

¿De dónde este poema tan tristísimo? (Conste, espléndida ejecución, fácil lectura, y magnífico fondo ¿eh?) pero triste, repito, claro que la vida siempre tiene muchas salidas y entradas... en unas la luz ciega, en otras es tibia, en otras nula.

Abrazos siempre, mediterráneos siempre.

Fuertes palabras en tus versos Israel, fuerte y ciertas. Un abrazo. Carmina.

Tu poema me ha recordado una novela que he leído hace poco, "Noir", de Robert Coover, toda una experiencia que te recomiendo. Me ha gustado.
Un abrazo

Esteban

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Delirio, locura, profundos, excelentes versos en perfecta armonía con las tonalidades que los acompañan. Hay bemoles y sostenidos en el alma que tienen, deben parirse y mejor aún si la música generosamente los arropa en el trance.
Sustancial poema, me encantó.
Aplausos y un gran abrazo

Gracias Liz, es un placer recibir tus comentarios.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Estos bajos fondos retienen todo el lodo que va dejando la vida. Menos mal que salir de él y volver a la luz es posible. Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

El gusto es mío Pilar, por contar con tus lecturas.

Un abrazo.

Juan Marcos escribió:

Israel Liñán escribió:Las paredes filtran la humedad enfermiza de las calles,el suelo pegajoso, la puerta forzada, puedo escuchar el murmullo entumecido del tráfico, alguien solloza, gritos de impotencia se licuan en el aire y caen, como gotas obscenas de rocíosobre los espinazos retorcidos de los transeúntes.Arañas grises recorren mi espalda herida, rasgada.

Una alarma suena.

La habitación se cubre con el pestañeo purpúreo que advierte el acceso al averno.

El aire extiende el hedor a ceniza, me incorporo, desato la goma del brazo, enciendo un porroy alzo la mirada hastiado al funeral de almas,la vida se anestesia bajo su umbral, el hombre se desvanece, su interior, demolido, aplacado, se duerme y detiene el devenir de los acontecimientos.
Los dientes caerán, no importa,los ojos serán tierra yerma, no importa,muertos vivientes, cercándote,muertos vivientes que germinan,que brotan en los descampados,malas hierbas malgastadas, sin valor, sin fuerzas para soñar, sin fuerzas.

Una mentira,
Una imagen cruza mi mente,una ráfaga sepia y ajada,me permito esbozar una sonrisasin otorgarle sentimiento al gesto,me permito recordar…que hubo otro tiempo, otro yo,otras calles....
Y vuelvo a delirar…

Con dolorosa belleza transmites la melancolía trágica de la indolencia inmunda de la drogadicción... no he podido menos que recordar los trazos crudos de "El almuerzo desnudo" y abismarme en la reflexión sobre el delirio de la realidad que nos impone el mercadeo en el proceso abismal de descomposición del capitalismo...

Con afecto te abrazo...

Juan Marcos

Gracias por tus palabras Juan.

Un fuerte abrazo.