Conversación con el hombre que fui

[Ramón Carballal]

¿Has sido fresno, álamo, caoba? Hablas con la infantil
astucia de un mendigo. Él te arropo con número y sal
y fue su corazón un círculo de jazmines sobre tu piel
o tu refugio. La paz es una jerarquía y la ilusión devuelve
su ejército cuando el hombre muestra un verdor en sus
venas ciegas. No existe la mentira sin un eco ni hay rodillas
que dibujen el ejemplo de un sol que divierte. ¿Es quizá
la vida un pasillo sin hojas donde el diluvio marca su signo
de madréporas y azúcar? Los pasos de un lince y la sinrazón
del músculo. Danza tu osario sobre ratones de azul, y
aún no sabes quién elige la singladura del miedo. Son
arpegios las razones del monstruo(como el calor infinito
de los versos cuando esconde su ayer y se aleja el misterio).
Un dibujo de pantanos, un insecto de ojos neutros,
un pálpito verde o una frase que hiela la zanahoria
de los eclipses como un manto inhóspito. Ah! si
conocieras la sangre inventada, el orificio de los
cometas que destruyen tu destino enfermo como árbol
de oro en la longitud de los imanes. Nada le debes
a la luz, copulan los meteoros en esa esbelta raíz
que te miente. Serás el orgullo de las horas sin lunes,
nunca el dormido ejemplo de los hospitales. Tu corazón
es un gnomo con cien cenotafios encendidos. Vuelve a ti,
a la seca semilla de un oasis donde la pregunta no sea
el alud ni los lobos alimenten la rutina del fruto.
No hay dios en las orillas múltiples de un espejo.
Sólo el ardid, su noche o su corona blanca.

[Guillermo Cumar.]

Bonita y poética forma de ver cómo eras y al mismo tiempo saber hablarte.

un abrazo

guillermo

[Liz Barrio.]

"Vuelve a ti,
a la seca semilla de un oasis donde la pregunta no sea
el alud ni los lobos alimenten la rutina del fruto.
No hay dios en las orillas múltiples de un espejo.
Sólo el ardid, su noche o su corona blanca."

Todo el poema es genial, pero estos últimos versos tienen una voz entonadísima y perpetua.
Besos, admirado poeta

[Blanca N. García González]

Le felicito por su poesía Ramón, le dejo bendiciones.

[Ramón Carballal]

Bonita y poética forma de ver cómo eras y al mismo tiempo saber hablarte.

un abrazo

guillermo

Gracias, Guillermo, por leerme y comentar. Un abrazo.

[Ramón Ataz]

Qué delicia de poema, Ramón. Tu imaginación poética parece inagotable, desde luego.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Bonita y poética forma de ver cómo eras y al mismo tiempo saber hablarte.

un abrazo

guillermo

Muchas gracias, Guillermo, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

[Pilar Morte]

No sé de donde sacas tanta imagen. Siempre es un paseo por un museo entrar en tus versos
Abrazos
Pilar

[lazaro Habana]

¿Has sido fresno, álamo, caoba? Hablas con la infantil
astucia de un mendigo. Él te arropo con número y sal
y fue su corazón un círculo de jazmines sobre tu piel
o tu refugio. La paz es una jerarquía y la ilusión devuelve
su ejército cuando el hombre muestra un verdor en sus
venas ciegas. No existe la mentira sin un eco ni hay rodillas
que dibujen el ejemplo de un sol que divierte. ¿Es quizá
la vida un pasillo sin hojas donde el diluvio marca su signo
de madréporas y azúcar? Los pasos de un lince y la sinrazón
del músculo. Danza tu osario sobre ratones de azul, y
aún no sabes quién elige la singladura del miedo. Son
arpegios las razones del monstruo(como el calor infinito
de los versos cuando esconde su ayer y se aleja el misterio).
Un dibujo de pantanos, un insecto de ojos neutros,
un pálpito verde o una frase que hiela la zanahoria
de los eclipses como un manto inhóspito. Ah! si
conocieras la sangre inventada, el orificio de los
cometas que destruyen tu destino enfermo como árbol
de oro en la longitud de los imanes. Nada le debes
a la luz, copulan los meteoros en esa esbelta raíz
que te miente. Serás el orgullo de las horas sin lunes,
nunca el dormido ejemplo de los hospitales. Tu corazón
es un gnomo con cien cenotafios encendidos. Vuelve a ti,
a la seca semilla de un oasis donde la pregunta no sea
el alud ni los lobos alimenten la rutina del fruto.
No hay dios en las orillas múltiples de un espejo.
Sólo el ardid, su noche o su corona blanca.

Me es mandatorio leerte y saber que la poesía nunca muere.
Genial !

Abrazos Ramón.

lázaro.

[Ramón Carballal]

"Vuelve a ti,
a la seca semilla de un oasis donde la pregunta no sea
el alud ni los lobos alimenten la rutina del fruto.
No hay dios en las orillas múltiples de un espejo.
Sólo el ardid, su noche o su corona blanca."

Todo el poema es genial, pero estos últimos versos tienen una voz entonadísima y perpetua.
Besos, admirado poeta

Muchas gracias, Liz, por tus generosas palabras. Un beso.

[Ramón Carballal]

Le felicito por su poesía Ramón, le dejo bendiciones.

Gracias, Blanca, por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Qué delicia de poema, Ramón. Tu imaginación poética parece inagotable, desde luego.

Un abrazo.

Gracias, Ramón, por tus amables palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

No sé de donde sacas tanta imagen. Siempre es un paseo por un museo entrar en tus versos
Abrazos
Pilar

Te agradezco la lectura y el comentario, Pilar. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

¿Has sido fresno, álamo, caoba? Hablas con la infantil
astucia de un mendigo. Él te arropo con número y sal
y fue su corazón un círculo de jazmines sobre tu piel
o tu refugio. La paz es una jerarquía y la ilusión devuelve
su ejército cuando el hombre muestra un verdor en sus
venas ciegas. No existe la mentira sin un eco ni hay rodillas
que dibujen el ejemplo de un sol que divierte. ¿Es quizá
la vida un pasillo sin hojas donde el diluvio marca su signo
de madréporas y azúcar? Los pasos de un lince y la sinrazón
del músculo. Danza tu osario sobre ratones de azul, y
aún no sabes quién elige la singladura del miedo. Son
arpegios las razones del monstruo(como el calor infinito
de los versos cuando esconde su ayer y se aleja el misterio).
Un dibujo de pantanos, un insecto de ojos neutros,
un pálpito verde o una frase que hiela la zanahoria
de los eclipses como un manto inhóspito. Ah! si
conocieras la sangre inventada, el orificio de los
cometas que destruyen tu destino enfermo como árbol
de oro en la longitud de los imanes. Nada le debes
a la luz, copulan los meteoros en esa esbelta raíz
que te miente. Serás el orgullo de las horas sin lunes,
nunca el dormido ejemplo de los hospitales. Tu corazón
es un gnomo con cien cenotafios encendidos. Vuelve a ti,
a la seca semilla de un oasis donde la pregunta no sea
el alud ni los lobos alimenten la rutina del fruto.
No hay dios en las orillas múltiples de un espejo.
Sólo el ardid, su noche o su corona blanca.

Me es mandatorio leerte y saber que la poesía nunca muere.
Genial !

Abrazos Ramón.

lázaro.

Muchas gracias por esas palabras. Un abrazo, Lázaro.

[Luis M]

Un poema de muchos kilates, Ramón, ...para leer y releer verso por verso. Mis aplausos, Poeta. Un abrazo.