-Purgatorio-

[Israel Liñán]

A través del tabique transpiran
los gruñidos apagados de un televisor,
la habitación en penumbra
convoca el latido inquebrantable
de un espantoso péndulo.

Las cortinas,
los cojines,
apestan a tabaco,
se funden sus perímetros con el humo,
enmarañan la percepción
de mis circunstancias.

Alguien se acerca,
nadie viene,
sus tacones repelen
el silencio por el pasillo,
lo arrincona en un resquicio
de mi espíritu.

Ojeo una revista,
obscena y deteriorada,
empiezo a adormecerme.

Con la boca fangosa
no siento los rumores,
confundo las tonalidades,
complico los olores...

...y me asusta depender del tacto
para ahondar en las razones:

-¿Cómo llegué aquí,
y por dónde coño salgo?.

[Ramón Ataz]

No me es totalmente desconocido lo que este poema retrata con tanto acierto, Israel. Creo que te manejas estupendamente en esta estética de existencialismo urbano, independientemente de la propia experiencia, que es algo secundario a la hora de juzgar el poema.



Alguien se acerca,
nadie viene,
sus tacones repelen
el silencio por el pasillo,
lo arrincona en un resquicio
de mi espíritu.

Esta estrofa en particular concentra la esencia del poema. Muy afortunada.

Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

La sensación de soledad y abandono se desprende del poema para impregnarse en el lector que comparte, por momentos, la desolación de ese purgatorio. Un gran poema.
Un abrazo.
Pepa

[Liz Barrio.]

Turbadores, inquietantes versos... brrrr. Buenísimo ese cierre, engancha. Creo que tímidamente iré a leer de nuevo tu poema.
Abrazos, poeta

[Quinteño de Greda]

Israel te voy a llamar el poeta urbano, pues sabes transmitir escenas de la urbe con mucha maestría y con un poco de tu fina ironía...

Disfruté tu trance mi amigo.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

El purgatorio, la ciudad y la soledad, buen trío para un hermoso poema
Abrazos
Pilar

[José Manuel Sáiz]

Mis compañeros han dado en el clavo con sus comentarios y definiéndote como un poeta de lo cotidiano. Tener estilo es lo más importante en en éste y en cualquiera de las artes. Y tú lo tienes.
Un abrazo, amigo.
J. Manuel

[Guillermo Cumar.]

Una vivencia muy bien desarrollada. Urbanitas somos y qué difícil va a ser dejar de serlo. Todo el poema estupendo, magnífico el final.

un abrazo

guilelrmo

[Israel Liñán]

No me es totalmente desconocido lo que este poema retrata con tanto acierto, Israel. Creo que te manejas estupendamente en esta estética de existencialismo urbano, independientemente de la propia experiencia, que es algo secundario a la hora de juzgar el poema.



Alguien se acerca,
nadie viene,
sus tacones repelen
el silencio por el pasillo,
lo arrincona en un resquicio
de mi espíritu.

Esta estrofa en particular concentra la esencia del poema. Muy afortunada.

Un abrazo.

Gracias por tus palabras Juan, las aprecio mucho.

Un abrazo.

[Israel Liñán]

La sensación de soledad y abandono se desprende del poema para impregnarse en el lector que comparte, por momentos, la desolación de ese purgatorio. Un gran poema.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Pepa, es un placer recibir tus comentarios.

Un abrazo.

[Israel Liñán]

Turbadores, inquietantes versos... brrrr. Buenísimo ese cierre, engancha. Creo que tímidamente iré a leer de nuevo tu poema.
Abrazos, poeta

Gracias Liz, eres muy amable.

Un abrazo, poeta.

[Carmina Martínez]

Amigo Israel, al leer tu poema, no he podido menos que reirme, es estupendo mirandolo con ironia y sarcasmo. Me ha gustado sobre todo los dos últimos comentarios. Un abrazo. Carmina.

[Israel Liñán]

Israel te voy a llamar el poeta urbano, pues sabes transmitir escenas de la urbe con mucha maestría y con un poco de tu fina ironía...

Disfruté tu trance mi amigo.

Un abrazo.

Gracias por tus palabras amigo Quinteño, muy generosas.

Un abrazo.

[Israel Liñán]

El purgatorio, la ciudad y la soledad, buen trío para un hermoso poema
Abrazos
Pilar

Gracias Pilar, siempre es un placer recibir tus comentarios.

Un abrazo

[Roberto López]

[quote="Israel Liñán"]

Me gusta esta concepción de la poesía, lejos de lo almibarado y melifluo, cotidiana, de las cosas que nos rodean y acucian, de nuestros propios laberintos interiores. Un abrazo, amigo.