LA SEDUCCIÓN DE SER SATÁN EN LA ETERNIDAD ( a Rafel calle)

[Javier Dicenzo]

La seducción de ser Satán en la eternidad


Dedicado al Maestro Rafel calle presidente de alaire
Reincidiendo


Era tan diabólico que enamoraba a las mujeres bellas,
sutil como una flor en un bosque.
Su canto asaltó una madrugada latente.
Era un vampiro sediento de sangre fresca
como ese brazo bendito de las tumbas.
El diablo cayó en su abismo y nunca despertó.
Era un ser etéreo caído del mas allá,
clavaba sus dientes en las manzanas del paraíso
en aquellas eternidades
con el infinito cosmos
inocente como una lágrima desesperada.
¡Oh! ¡dioses! ¡dioses! ¡dioses!
¿Por qué´?
¿ Por que, han creando una luz tan intensa?
Que se derrama por todo el universo,
seres que sufren en soledad
monstruos que acarician el sol.
Pero sé que un día existirá otra tierra
baladas cantadas por ángeles.
Era tan penumbrosa el alma del diablo
que no resistió a la tentación
de condenar a los hombres y los dioses
eligió la peor espada de la vida
la seducción de ser Satán en la eternidad.


JAVIER DICENZO

[Ramón Carballal]

No creo que sea un poema que merezca quedar sin comentarios-. Me gusta el tema del ángel caído y me gusta cómo lo tratas. Un abrazo, Javier.

[Israel Liñán]

Coincido con Ramón.
Es un poema oscuro e interesante Javier.

Saludos.

[Concha Vidal]

Hola Javier:

Coincido yo también , con los comentarios de los dos compañeros, pero añado algo más, : no termino de entender el poema, la verdad.

Siempre mis saludos mediterráneos.

[Javier Dicenzo]

Gracias Ramón por tu bello comentario

[Javier Dicenzo]

Israel un fuerte abrazo gracias por pasar por mis versos

[Javier Dicenzo]

Concha gracias por tu comentario y por pasar por mi poema