Tú, yo y un café

[Ramón Carballal]

Busqué un piso naranja donde habitar mis sueños.

Afuera llovía sobre tejados permanentemente ocres,
adentro las horas caían de su extraño pedestal
como invisibles briznas de arena.

Salir al eco de automóviles sin nombre,
escuchar la palabra ayer en la boca de un amigo,
conversar con el silencio en los labios para que nadie
nos juzgue.

Desde mi ventana dibujo tus jeans de cálidos ejes,
sales a la quimera con los cabellos enredados
en un melancólico abril, como si ya hubieras vivido
en la memoria de un pájaro sin luz.

Es fácil seguirte a los trenes vacios, leyendo
sobre muerte y esperanza o con la mirada perdida
en el frío.

A mi me sobran las dudas de la infancia
para comprender cuando late tu sexo,
en qué descuidado precipicio juega la carne su partida.

Has mordido en el café desnudo porque tu palabra
me llega con aroma de cáliz negro, de prisión azul.

[F. Enrique]

Me ha gustado mucho tu poema, Ramón, tiene ese aire nostálgico que nos ayuda a mirar atrás, a comprender la naturaleza de las cosas que se nos pierden en algún momento de nuestras vidas y no podemos encontrar.

Es fácil seguirte a los trenes vacios, leyendo
sobre muerte y esperanza o con la mirada perdida
en el frío.

Un saludo.

[Maria Pilar Gonzalo]

Me encantan tus poemas Ramón. Regalas fantasía y una sensualidad exquisita.

Un placer seguirte de cerca.

Abrazos.

[Pilar Morte]

Entiendo mejor tus poemas y me gustan más. Es un placer detenerse en cada verso
Abrazos
Pilar

[Hallie Hernández Alfaro]

Busqué un piso naranja donde habitar mis sueños.

Afuera llovía sobre tejados permanentemente ocres,
adentro las horas caían de su extraño pedestal
como invisibles briznas de arena.

Salir al eco de automóviles sin nombre,
escuchar la palabra ayer en la boca de un amigo,
conversar con el silencio en los labios para que nadie
nos juzgue.

Desde mi ventana dibujo tus jeans de cálidos ejes,
sales a la quimera con los cabellos enredados
en un melancólico abril, como si ya hubieras vivido
en la memoria de un pájaro sin luz.

Es fácil seguirte a los trenes vacios, leyendo
sobre muerte y esperanza o con la mirada perdida
en el frío.

A mi me sobran las dudas de la infancia
para comprender cuando late tu sexo,
en qué descuidado precipicio juega la carne su partida.

Has mordido en el café desnudo porque tu palabra
me llega con aroma de cáliz negro, de prisión azul.

Una joya de poema, Ramón. Se exhibe un arte maduro, sentido, inmenso.

Felicidades, salud y un abrazo fuerte,

Hallie

[Ramón Carballal]

Me ha gustado mucho tu poema, Ramón, tiene ese aire nostálgico que nos ayuda a mirar atrás, a comprender la naturaleza de las cosas que se nos pierden en algún momento de nuestras vidas y no podemos encontrar.

Es fácil seguirte a los trenes vacios, leyendo
sobre muerte y esperanza o con la mirada perdida
en el frío.

Un saludo.

Muchas gracias por leerme y dejarme tu interesante comentario. Un saludo cordial.

[Josefa A. Sánchez]

Me gusta mucho.
Un abrazo.
Pepa

[Roberto López]

[quote="Ramón Carballal"]

Bellos versos y estupendas metáforas. Un placer. Saludos.

[Alejandro Costa López]

A mi me sobran las dudas de la infancia
para comprender cuando late tu sexo,
en qué descuidado precipicio juega la carne su partida.

Ya sabes lo que pienso de tu escritura. Sobran las palabras.

Por cierto, los versos que cito, son geniales.

Un abrazo, compañero.

[Ramón Carballal]

Me encantan tus poemas Ramón. Regalas fantasía y una sensualidad exquisita.

Un placer seguirte de cerca.

Abrazos.

Muchas gracias, Pilar, por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Entiendo mejor tus poemas y me gustan más. Es un placer detenerse en cada verso
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu comentario. Un abrazo.

[Isabel Moncayo]

Este café me da la sensación que lo has tomado en solitario y te ha llevado a los posos del tiempo, como siempre, un placer entrar y perderse o intentarlo en las imágenes de tu poesía, Ramón, un abrazo.

[Ramón Carballal]

Busqué un piso naranja donde habitar mis sueños.

Afuera llovía sobre tejados permanentemente ocres,
adentro las horas caían de su extraño pedestal
como invisibles briznas de arena.

Salir al eco de automóviles sin nombre,
escuchar la palabra ayer en la boca de un amigo,
conversar con el silencio en los labios para que nadie
nos juzgue.

Desde mi ventana dibujo tus jeans de cálidos ejes,
sales a la quimera con los cabellos enredados
en un melancólico abril, como si ya hubieras vivido
en la memoria de un pájaro sin luz.

Es fácil seguirte a los trenes vacios, leyendo
sobre muerte y esperanza o con la mirada perdida
en el frío.

A mi me sobran las dudas de la infancia
para comprender cuando late tu sexo,
en qué descuidado precipicio juega la carne su partida.

Has mordido en el café desnudo porque tu palabra
me llega con aroma de cáliz negro, de prisión azul.

Una joya de poema, Ramón. Se exhibe un arte maduro, sentido, inmenso.

Felicidades, salud y un abrazo fuerte,

Hallie

Gracias, Hallie, me alegra que te guste el poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Me gusta mucho.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Pepa. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Bellos versos y estupendas metáforas. Un placer. Saludos.

Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.