A la muerte de un poeta

[F. Enrique]

A José Antonio Fernández.

Lamento haber tardado tanto en poner esta dedicatoria que ya tenía en mente cuando escribí el poema; todos lo conocían pero nadie supo decirme como se llamaba, el otro día coincidí con un conocido que era dueño del bar que frecuentaba antes de marcharse de Ceuta y me lo dijo. Su profesión era la de médico, su problema el alcohol, pero la pasión que determinó cada paso que diera en su vida fue la poesía. Solo coincidí con él una larga noche que espero tener algún día la lucidez y el temple para poder narrarla, y aunque con algún que otro desagradable incidente de por medio, acabó siendo su noche, recitó no menos de cuarenta poemas, y solo tuvieron cabida tres autores; Byron, Hölderlin y él mismo. Tengo que admitir que su poesía no me pareció demasiado buena, pero me demostró que era un verdadero poeta y que tenía un excelente gusto ya que durante horas estuvimos hablando de aquellos poetas que nos gustaban y citó a un buen número de ellos sin que pudiera objetársele nada.


… sin embargo en mi pecho algo suspira esperanzado.
A esta pena no has podido acostumbrarte
y entonces sueñas en tu férrea somnolencia
¿No estoy solo aquí? Pero un aire me roza
muy suave, venido de lejos, y aunque dolido
sonrío admirado por sentir el poder
de una felicidad que desborda mi pecho.
(Hölderlin – Traducción: Javier García) [/RIGHT]


1

Plegaria en los portales donde un cómico muere,
quiere evocar la escena donde Yorick se muestra
antes de dar el paso que lleva hacia el olvido.

¡Oh, tú que fuiste libre, pagaste con tu vida,
tú que haces llorar, sentir y envalentonas
el divagar constante que la memoria vierte!

¿No vendrás a tocar los pechos exaltados,
a mirar por encima del hombro de un gigante,
reír en el país que expulsara a la risa,
a romper la corona del rey de los heridos?

¡Oh, tú que en el sendero tus versos has dejado,
que corres y caminas y el desenfreno amaste,
no pondrás unas flores frescas en otra tumba,
mientras portas la lira y agitas al arquero!


2

Y canté con ternura al dolor de un perdido,
a los palafreneros que abundan en los patios
de armas de una noche como un hálito lejana,
breve como el lamento que hiere en el teatro
oscuro de provincias;
Manrique que envejece sin un rayo de luna
y no sabe apagarse en la melancolía.

En el Lope de Vega goteaba algún verso,
alguien encadenado a Calderón se acercaba;
¿dónde duerme aquel rostro
severo, atormentado que buscaba la luz?
¿dónde la brava lucha por alentar el sueño
del triste Segismundo roto de las cavernas?

No somos del recuerdo, no tenemos futuro,
el bulevar rebosa de frases lapidarias,
de artículos y notas que pasan por los ojos
que no quieren saber
que el mundo ha cambiado,
mira hacia otra escena cuando triunfan los necios.

3

¡Ay de ti que abrazabas con fe la poesía
te has quedado midiendo los ecos de otro tiempo!
son tus ojos espejos que rebosan tristeza,
tu cabello es el marco donde ahogué las dudas;
el tiempo se ha llevado lo que era oscuro y tierno,
las horas arrastraron hacia el mar de los mustios
lo que era un reflejo de ganas de expresarse
y destila cansancio, miedo, desesperanza.

Tus manos temblorosas esgrimen el papel
donde Byron dibuja la Hélade soñada,
y ya no quedan barcos para buscar las islas.


4


El divagar profundo del poeta
que hablaba en las parodias de la vida
habita en un murmullo en las butacas
donde un drama se funde en el atasco
de aceras y semáforos. Personas
de días agolpados sin futuro
y colores que ocultan el fracaso,
asistiendo a un guion que nadie muestra.

Hamlet se precipita a nuestro encuentro,
besa los fríos labios de la muerte
abrazando la fe de un bardo herido
y la duda que tiembla entre sus manos.

Conscientes, como entonces, de que somos
rebasados por cambios que no advierten,
por palabras que vuelven
a la mente que lucha
por mostrar que está viva,
que abandona el ocaso.

Pero nadie acompaña
el mar de nuestro rumbo,
sufrimos en la herida
sin saber qué nos duele,
vagamos en la niebla,
lloramos la mañana.

5

Una nueva palabra y te llenas de vida,
y cantas al amor, ¡oh, dios de la tristeza!,
avanzas entre chanzas por tenebrosos pasos,
y abrazas la amistad, te ríes de los serios.

Pero ya no eres tú quien se acerca a la escena,
conversa con los trajes que tuvieron un nombre,
no eres tú quien celebra de la noche el reinado,
cuando Nada desvela y aparece Dionisos.

No tendrás otras fiestas para apurar las horas,
otro momento intenso para hablar del destino.
Llega el telón de fondo, el show ha terminado,
se recoge el atrezo, se apagan las linternas.

[Julio Gonzalez Alonso]

Interesante poema que adquiere tintes épicos resaltados por ese arranque en alejandrinos. Tema, el de la muerte, que aprovechas de manera oportuna para hacer una reflexión general sobre la vida y las obras de los poetas en una puesta teatral con telón de cierre.
Salud.

[F. Enrique]

Gracias, Julio, por este comentario tan profundo que haces, si te digo la verdad, desconozco el por qué pero tengo mucha dificultad para colgar mis poemas (ya sé que si no encuentro una solución debo comentárselo al administrador), y éste, especialmente, se me hizo tan dificultoso que llegué a pensar que no quería que lo hiciera, por ello me alegra mucho que hayas encontrado motivos para comentarlo.

Un saludo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Gracias, Julio, por este comentario tan profundo que haces, si te digo la verdad, desconozco el porqué pero tengo mucha dificultad para colgar mis poemas (ya sé que si no encuentro una solución debo comentárselo al administrador), y éste, especialmente, se me hizo tan dificultoso que llegué a pensar que no quería que lo hiciera, por ello me alegra mucho que hayas encontrado motivos para comentarlo.

Un saludo.

Amigo F.Enrique:

Desconozco con qué clase de problemas te encuentras a la hora de publicar poemas en el foro; yo no soy experto en estos asuntos, pero si te sirve de algo mi ayuda, cuenta con ella. Si decides comentarme algo, puedes hacerlo a través del correo interno y privado del foro, de manera que no obstaculizamos con consultas la marcha general de los comentarios de poemas. Con un abrazo.
Salud.

[Josefa A. Sánchez]

Un complejo y elaborado poema en el que se traza la semblanza de la poesía y los poetas a través de la vida y la muerte. Un aplauso.
Un abrazo.
Pepa

[F. Enrique]

Gracias, Pepa, por tus palabras y constatar tu paso por mi poema; intenté extraer en él toda la delicadeza que pude sin perder de vista la tristeza del tema que abordaba.

Un saludo.

[Ramón Carballal]

Un poema que, pese a su extensión, se sigue con gran interés. Muy acertadas y bien ensambladas las referencias, mientras el tono lírico no decae en ningún momento. Me ha parecido muy bueno este trabajo. Enhorabuena y un saludo cordial.

[Rafel Calle]

Muy hermoso trabajo, amigo Enrique, con una puesta en escena realmente interesante, no ya por la bellísima entradilla, sino que todo el poema está estructurado y desarrollado de una forma reseñable.
Veo detalles mejorables, sin embargo, antes de señalarlos, me gustaría que comentaras qué has querido hacer, cuál ha sido la combinación que has elegido. ¿Es un poema polimétrico? ¿Has trabajado con el alejandrino, el hepta y el endecasílabo? En fin, me gustaría que hablaras de esas cosas.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por esta obra, sin duda, muy hermosa.
Un cordial abrazo.


(Aunque el mensaje dé error, no hay tal, por lo que el mensaje se habrá publicado, no hace falta que lo repitas. Para pegar textos de word, antes tienes que desactivar el botón "editor visual" que aparece cuando queremos editar un mensaje o publicar uno nuevo).

[Pilar Morte]

Un buen poema que repasa la muerte desde distintos aspectos y autores.
Abrazos
Pilar

[F. Enrique]

Gracias, Ramón, por este comentario tan bueno que le haces a mi poema, me gusta tu forma de escribir y estimo tus opiniones, consecuentemente estoy muy contento con lo que me dices.
Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Veo en estas cinco estrofas un precioso homenaje al teatro y en general al arte escrito con mayúsculas, ese que después de un tiempo de reposo y de maduración se hace intemporal, para siempre marcando uno de los gestos de la cultura de la humanidad, por eso le llamamos clásico.... "clásico" es la máxima etiqueta a la que puede aspirar una obra de arte.

Un abrazo y enhorabuena por este formidable "poemazo"

[Mario Martínez]

Un poema lírico, épico y bien construído que se sigue con interés de principio a fín. Me gusta esa mezcla de metros para conseguir la musicalidad adecuada a cada referencia teatral, a cada estrofa.
Un acierto, F Enrique.
Abrazos.
Mario.

[F. Enrique]

Ante todo, Rafel, me gustaría darte las gracias por tus consejos para resolver mis problemas para colgar los poemas y también con las respuestas, y, sobre todo, por tu comentario a este poema donde no falta de nada. Reconozco que me has hecho pensar, y no poco, acerca de la forma que tengo de afrontar lo que escribo, fuiste tú mismo quien, en una respuesta que le diste a un compañero, me diste la clave. Más o menos fue así; empecé el poema intentando hacerlo lo mejor posible, y por la naturaleza del tema que trataba y por el ritmo que, como algunas otras veces, había encontrado, acabé apoyándome principalmente en el alejandrino. Es curioso constatar, Rafel, que, al menos para mí, lo que puede llegar a hacerse interminable es la conclusión de algunos poemas escritos en verso libre, a veces desearía no volver a leerlos, porque siempre me parecen mejorables.

Un saludo, Rafel, sé que, quizás, no haya sido muy claro, pero creo que tenemos tiempo para seguir hablando.

[Alejandro Costa López]

Extenso, ¡sí!
Dinámico, ¡sí!
Un gran escrito, ¡también!

Me ha gustado a pesar de lo largo e inmenso de su tamaño.
Hay imágenes maravillosas y crea algo de enigma.

Para tu información, a mi también me da algún problema que otro para poder publicar mis escritos.

Cosas de la informática.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Pilar, por tus atentas palabras.

Un abrazo.