Madre amantísima

[Maria Pilar Gonzalo]

Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor

Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia

Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido

No estás

Te extinguiste



Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora

Reina de la soledad

Madre amantísima

[Roberto López]

Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor

Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia

Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido

No estás

Te extinguiste



Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora

Reina de la soledad

Madre amantísima

Iba a apagar la luz e intentar burlas a mi insomnio, cuando me he topado con este bello poema y me sumergido en su ternura, en su amor. Hoy llevo un día horrible, pero tus versos me han envuelto en una capa de dulzura. Voy a dormir mejor con tus pensamientos rellenos del azúcar del amor y de la gratitud. Gracias, Pilar, por tu bondad. Besos.

[Aurora Zarco]

Ternura infinita en tus versos, un besito
Aurora

[Guillermo Cumar.]

Ternura suma y ese bello reflejo de luna que corona en halo de amor.

Un placer amiga, disfrutar de tanto lirismo y metáfora precisa.

un abrazo

Guillermo

[Víctor F. Mallada]

Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor

Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia

Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido

No estás

Te extinguiste


Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora

Reina de la soledad

Madre amantísima

Después de este precioso lirismo, María Pilar, ya sólo queda decir "ora pro nobis"
Un abrazo,

Víctor

[Miguel Alcantud]

Cuanto duelen tus versos a los que recorremos el camino de regreso en soledad.

Un hermosisimo poema.

Un abrazo

[Pilar Morte]

Dulce y tierno poema de los que dejan buen sabor en la lectura
Abrazos
Pilar

[Maria Pilar Gonzalo]

Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor

Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia

Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido

No estás

Te extinguiste



Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora

Reina de la soledad

Madre amantísima

Iba a apagar la luz e intentar burlas a mi insomnio, cuando me he topado con este bello poema y me sumergido en su ternura, en su amor. Hoy llevo un día horrible, pero tus versos me han envuelto en una capa de dulzura. Voy a dormir mejor con tus pensamientos rellenos del azúcar del amor y de la gratitud. Gracias, Pilar, por tu bondad. Besos.

Me alegra saber que estos versos han mullido tus sueños Roberto. Todos tenemos días horribles pero la poesía nos hace un poco más inmunes ¿no crees?

Muchas gracias por pasarte a comentar mis letras, gran honor que me haces.

Abrazos azucarados querido compañero y amigo.

[Blanca N. García González]

Amiga, aunque yo perdí a la mía en febrero de este año,
debo admitir y reconocer que amaba mucho más a mi
padre, por eso siempre le extraño y siempre le he llorado
por sentirme sola...no todas las madres son amantísimas,
las hay que reniegan de sus hijos intentanto deshacerse
de ellos antes de nacer y luego, dándoles una vida de
maltrato.

Quiero felicitarte por este amor inmaculado que perfilas
en tu poema a la madre que ya no está y que sigue
persente con tanto amor.

Un abrazo.

[Maria Pilar Gonzalo]

Ternura infinita en tus versos, un besito
Aurora

Muchas gracias Aurora por dejarme tan bellas palabras.

Un besito.

[Maria Pilar Gonzalo]

Ternura suma y ese bello reflejo de luna que corona en halo de amor.

Un placer amiga, disfrutar de tanto lirismo y metáfora precisa.

un abrazo

Guillermo

Muchas gracias Guillermo por tu fidelidad a mis letras y por la valoración tan bonita que haces de ellas.

Me costó tanto publicar este poema, lo rehice tantas veces... precisamente por lo que apuntas. Yo quería decir las palabras exactas de lo que sentía y quería transmitir y si así has visto las metáforas, me doy por satisfecha.

El placer es mío de tenerte cerca. Otro abrazo para tí.

[Ramón Ataz]

María Pilar, es un poema impresionante, con una capacidad de transmitir emociones enorme. No sé por qué, pero nunca pude escribir a mi padre ni a mi madre ese poema que hubiera deseado, me vi incapaz de sumergirme en esas emociones y sacarlas al exterior.

Tu poema es una maravilla.

Un abrazo.

[Maria Pilar Gonzalo]

Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor

Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia

Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido

No estás

Te extinguiste


Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora

Reina de la soledad

Madre amantísima

Después de este precioso lirismo, María Pilar, ya sólo queda decir "ora pro nobis"
Un abrazo,

Víctor

Muchas gracias Victor por un comentario tan grato. En cierto modo pensé en este poema como si fuera una oración, una plegaria para mi madre, a la que tanto amé.

Te mando un fuerte abrazo compañero.

[Maria Pilar Gonzalo]

Cuanto duelen tus versos a los que recorremos el camino de regreso en soledad.

Un hermosisimo poema.

Un abrazo

Muchas gracias Miguel por dejar un testimonio tan bonito de tu paso por mis letras.

Es un honor encontrarte en ellas.

Abrazos grandes.

[Fran Ríos.]

La idea de "salvadora indiscutible" es fascinante, unes dos palabras simplísimas y consigues que el poemita ya lo diga todo sin estrujarlo más. Tienes una intensidad impresionante sin perderte en imaginerías poéticas. Es triste que consigas clavarnos hasta el fondo esa tristeza, pero así son las normas de la poesía (la buena).

Yo me guardaría para dentro de unos años (un mogollón) esa otra preciosa imágen de que tus "huesos anochecen". Es magnífica pero creo que aún es pronto para que la uses. Tal vez sea esa la sensación, pero puede que se quede en una sensación sólo.

Escribe más Arte. Escríbelo todo sin pedirte tanto permiso. Un beso.