Nuestra vida juntos

[Ramón Carballal]

Después de la isla un cansancio de luz, la interrogante
en los ojos que ya no esperan futuro.

Mendigar un refugio mientras los rescoldos de la infancia
humean el estertor del tiempo.

Pero la vida guarda limpios corazones en pequeños lugares
donde la ilusión descansa vestida de juventud y deseo.

Y así comienza el suave roce de los cuerpos, la inteligencia
que anuda sus olas y la piel que demanda juegos y tacto.

La noche vuelve a ser jardín de frutos, los labios sellan
su canción con espasmos de sed y todo al fin descubre
el eje que rueda y rueda como un augurio.

Ya nos somos dos desconocidos que han olvidado sus trenes,
el raíl hoy está hecho de espuma y en su estela se dibujan ciudades
que haremos nuestras en abrazos sin edad, en ríos que habitan
nuestras pupilas, en hoteles que vigilan la cicatriz de un sueño.

Más tarde el hogar se poblará con pesadas costumbres, ciegas losas
de responsabilidad y amargura.

El aire podrá desandar el camino como lo hará la memoria
para ser combustible vital, serena luz, bastón de mis últimos días
y de los tuyos.

[Marisa Peral]

Después de la isla un cansancio de luz, la interrogante
en los ojos que ya no esperan futuro.

Mendigar un refugio mientras los rescoldos de la infancia
humean el estertor del tiempo.

Pero la vida guarda limpios corazones en pequeños lugares
donde la ilusión descansa vestida de juventud y deseo.

Y así comienza el suave roce de los cuerpos, la inteligencia
que anuda sus olas y la piel que demanda juegos y tacto.

La noche vuelve a ser jardín de frutos, los labios sellan
su canción con espasmos de sed y todo al fin descubre
el eje que rueda y rueda como un augurio.

Ya nos somos dos desconocidos que han olvidado sus trenes,
el raíl hoy está hecho de espuma y en su estela se dibujan ciudades
que haremos nuestras en abrazos sin edad, en ríos que habitan
nuestras pupilas, en hoteles que vigilan la cicatriz de un sueño.

Más tarde el hogar se poblará con pesadas costumbres, ciegas losas
de responsabilidad y amargura.

El aire podrá desandar el camino como lo hará la memoria
para ser combustible vital, serena luz, bastón de mis últimos días
y de los tuyos.

Me llevo el cero, Ramón, con muchísimo placer y con el agradecimiento de que nos regales estos hermosísimos versos de amor de vidas compartidas, casi todas iguales.
La última estrofa es un colofón perfecto para un torrente de versos imposibles de separar.
Felicidades y un abrazo.

[Guillermo Cumar.]

Un gran poema, fungido por una magnífica descripción y unas
concatenadas reflexiones.
Un abrazo

Guillermo

[Pilar Morte]

Un poema precioso donde las imágenes se hacen más nítidas y la comprensión más asequible. Me gustaron estos versos tan conseguidos
Abrazos
Pilar

[Gerardo Mont]

Bellísimo poema Ramón, en el que con pulcras imágenes el sentimiento se dibuja y se hace sentir a tu estilo inigualable. De lujo siempre, poeta. Mis abrazos de amigo.

[Ramón Carballal]

Después de la isla un cansancio de luz, la interrogante
en los ojos que ya no esperan futuro.

Mendigar un refugio mientras los rescoldos de la infancia
humean el estertor del tiempo.

Pero la vida guarda limpios corazones en pequeños lugares
donde la ilusión descansa vestida de juventud y deseo.

Y así comienza el suave roce de los cuerpos, la inteligencia
que anuda sus olas y la piel que demanda juegos y tacto.

La noche vuelve a ser jardín de frutos, los labios sellan
su canción con espasmos de sed y todo al fin descubre
el eje que rueda y rueda como un augurio.

Ya nos somos dos desconocidos que han olvidado sus trenes,
el raíl hoy está hecho de espuma y en su estela se dibujan ciudades
que haremos nuestras en abrazos sin edad, en ríos que habitan
nuestras pupilas, en hoteles que vigilan la cicatriz de un sueño.

Más tarde el hogar se poblará con pesadas costumbres, ciegas losas
de responsabilidad y amargura.

El aire podrá desandar el camino como lo hará la memoria
para ser combustible vital, serena luz, bastón de mis últimos días
y de los tuyos.

Me llevo el cero, Ramón, con muchísimo placer y con el agradecimiento de que nos regales estos hermosísimos versos de amor de vidas compartidas, casi todas iguales.
La última estrofa es un colofón perfecto para un torrente de versos imposibles de separar.
Felicidades y un abrazo.

Gracias, Marisa, por dejarme tan amable comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un poema precioso donde las imágenes se hacen más nítidas y la comprensión más asequible. Me gustaron estos versos tan conseguidos
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[lazaro Habana]

Después de la isla un cansancio de luz, la interrogante
en los ojos que ya no esperan futuro.

Mendigar un refugio mientras los rescoldos de la infancia
humean el estertor del tiempo.

Pero la vida guarda limpios corazones en pequeños lugares
donde la ilusión descansa vestida de juventud y deseo.

Y así comienza el suave roce de los cuerpos, la inteligencia
que anuda sus olas y la piel que demanda juegos y tacto.

La noche vuelve a ser jardín de frutos, los labios sellan
su canción con espasmos de sed y todo al fin descubre
el eje que rueda y rueda como un augurio.

Ya nos somos dos desconocidos que han olvidado sus trenes,
el raíl hoy está hecho de espuma y en su estela se dibujan ciudades
que haremos nuestras en abrazos sin edad, en ríos que habitan
nuestras pupilas, en hoteles que vigilan la cicatriz de un sueño.

Más tarde el hogar se poblará con pesadas costumbres, ciegas losas
de responsabilidad y amargura.

El aire podrá desandar el camino como lo hará la memoria
para ser combustible vital, serena luz, bastón de mis últimos días
y de los tuyos.

Hay un bello mensaje de amor sano,
hay esa dependencia mutua que reclama la entrega,
hay buena poesía

Abrazos Ramón

lázaro.

[Ramón Carballal]

Un gran poema, fungido por una magnífica descripción y unas
concatenadas reflexiones.
Un abrazo

Guillermo

Gracias, Guillermo, por dejarme un comentario tan positivo. Un abrazo.

[Hernán Correa]

Un poema con bellas y profundas metáforas, lo he disfrutado. Un saludo.

[Blanca N. García González]

Excelente escrito Ramón,
le felicito, es un placer
leerle.

[Ramón Carballal]

Un poema precioso donde las imágenes se hacen más nítidas y la comprensión más asequible. Me gustaron estos versos tan conseguidos
Abrazos
Pilar

Te agradezco el amable comentario, Pilar. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Bellísimo poema Ramón, en el que con pulcras imágenes el sentimiento se dibuja y se hace sentir a tu estilo inigualable. De lujo siempre, poeta. Mis abrazos de amigo.

Gracias, Gerardo, por tu generoso comentario. Un abrazo.

[Sara Melisa Suarez]

Ramón, tu poema es muy bello, un gusto siempre leerte. Felicitaciones y saludos.

[Ramón Carballal]

Después de la isla un cansancio de luz, la interrogante
en los ojos que ya no esperan futuro.

Mendigar un refugio mientras los rescoldos de la infancia
humean el estertor del tiempo.

Pero la vida guarda limpios corazones en pequeños lugares
donde la ilusión descansa vestida de juventud y deseo.

Y así comienza el suave roce de los cuerpos, la inteligencia
que anuda sus olas y la piel que demanda juegos y tacto.

La noche vuelve a ser jardín de frutos, los labios sellan
su canción con espasmos de sed y todo al fin descubre
el eje que rueda y rueda como un augurio.

Ya nos somos dos desconocidos que han olvidado sus trenes,
el raíl hoy está hecho de espuma y en su estela se dibujan ciudades
que haremos nuestras en abrazos sin edad, en ríos que habitan
nuestras pupilas, en hoteles que vigilan la cicatriz de un sueño.

Más tarde el hogar se poblará con pesadas costumbres, ciegas losas
de responsabilidad y amargura.

El aire podrá desandar el camino como lo hará la memoria
para ser combustible vital, serena luz, bastón de mis últimos días
y de los tuyos.

Hay un bello mensaje de amor sano,
hay esa dependencia mutua que reclama la entrega,
hay buena poesía

Abrazos Ramón

lázaro.

Gracias, amigo, por tu lectura y comentario. Un abrazo.