me quedaré esperándote
pacientemente, buscando
un sitio agradable,
tal vez ese lugar
donde florecen los tilos.
Llegaré yo primero
porque quiero hacerte sitio
y tal vez me iré dejando
señales que te digan
cual es el camino.
Cuando veas una
luz brillante
y no sepas de donde
ha salido, seré
yo que estoy esperándote,
guiando así tu destino.
Cuando sientas olor
a canela y vainilla,
simplemente cuando
leas algún libro,
recordarás de pronto
cuánto y cómo te he querido.
Y cuando un niño
en la calle te
ofrezca una sonrisa azul
pensarás por un momento
que yo todavía no me he ido.
