Editorial Alaire

Sin embargo,
este mar que no entiende de intercambios en las mentes,
que se rige por la luna y las miradas
está amasando las olas

- un pizquín de levadura y seis mimitos de sal -

para que a la hora justa acuda la pleamar y se me enrede en los dedos,
en las vocales del vientre, en los cabos de las venas,
en los sueños cuando sueño haciendo el muerto boca arriba

( y tú hacia abajo )
entre las sábanas blancas.


Y cuando la masa ha crecido,

- así -
como un por los siglos de los siglos,
este mar, que sí entiende el lenguaje de los signos entre amantes,
hace un pan,

- así -
redondo, como un cero entre los besos
como un iglú calentito, como un amago y silencio
entre noquiero y síquiero.

Sin embargo, nos lo comemos entero...

.... mientras mi mar se hace el tonto.



( Pues sí, sin embargo, cosas que pasan desde este mar sin embargos y sin anclajes de normas. Alicante y 26 de junio de 2012 . Amén)

[quote="Concha Verónica Vidal"]

Me gusta este poema sencillo, casi cotidiano, en ese lenguaje tan propio tuyo, Concha. Ha sido un deleite. Saludos.

Ay ese mar lo que sabe!
Concha, me encanta esta forma tuya de decir, así, como que no dices nada y ahí queda. Un placer. Soledad

[quote="Concha Verónica Vidal"]

La vida tendría que tener más "Sin embargos" de estos tan tuyos, Concha.
Un placer tu poesía.
Abrazos calenturientos

(Cuando venía hacia casa la temperatura del coche marcaba 41º en este Madrid sin término medio)

para que a la hora justa acuda la pleamar y se me enrede en los dedos,
en las vocales del vientre, en los cabos de las venas,
en los sueños cuando sueño haciendo el muerto boca arriba
( y tú hacia abajo )
entre las sábanas blancas.

Pues que te digo Concha, Mujer de mar. Que me encanta cuando descubres a tu amante en el oleaje de los versos. Es una belleza de poema.

Desde aquí, desde estos huesos untados de montaña, de pino y de balar de oveja, te envio mi abrazo de siempre, hasta tus dulces orillas.

Sabes cuanto disfruto con tus poemas, tienen ese sentimiento optimista que a veces a mí me falta. Gracias por compartir tu felicidad
Abrazos
Pîlar

Tus versos tienen el sabor del pan recién hecho.

Una delicia de poema para disfrutar leyendo una vez tras otra.

Abrazos.

Sin embargo creo que de ese calor de horno que intuyo en ese Alicante marinero, ha salido un pan tan fresco y aromático que no me cansaré de degustarlo. Un goce venirte.
Un abrazo.
Pepa

Tus poemas siempre son una delicia, amiga Concha, y este no podía ser una excepción. Con tu personalísimo estilo, presentas una obra llena de hermosura.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

Concha Verónica Vidal escribió:
- un pizquín de levadura y seis mimitos de sal -

!Qué preciosidad de poema, Concha!
Como recién sacado del horno de ese corazón tuyo de poeta.
Un placer degustarlo así.

Víctor

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Concha Verónica Vidal escribió:

Me gusta este poema sencillo, casi cotidiano, en ese lenguaje tan propio tuyo, Concha. Ha sido un deleite. Saludos.

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Gracias Roberto, es que no me sale hablar de otra forma, por tanto igual que hablo, pues escribo.

Gracias siempre Roberto.

MarRevuelta escribió:Ay ese mar lo que sabe!
Concha, me encanta esta forma tuya de decir, así, como que no dices nada y ahí queda. Un placer. Soledad

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ç¡¡ Si ese mar hablara.... de sus andanzas, de las mías, ... de las "nuestras"... mejor que se calle, Mar, mejor.

Abrazos mediterráneos.

Pues mira, Concha, el veintiseis de Junio estaba yo en otro mar, allá en Cullera,
y no pude dar brazadas en este mar tuyo, que se antoja ser el mismo. Me encantó ahora descifrar que mirar al mar y encontrar el buen amor es casi lo mismo.

Un placer pasar por este lenguaje de los signos.

Un abrazo

Guillermo

Marisa Peral escribió:

Concha Verónica Vidal escribió:

La vida tendría que tener más "Sin embargos" de estos tan tuyos, Concha.
Un placer tu poesía.
Abrazos calenturientos

(Cuando venía hacia casa la temperatura del coche marcaba 41º en este Madrid sin término medio)

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¡¡ Por Dios¡¡¡ ¿y a esas temeperaturas seguís viviendo??

Gracias Mar, por tus palabras cálidas y animadoras.

Ahora, invierno casi, te devuelvo el comentario.

Just Gafar escribió:para que a la hora justa acuda la pleamar y se me enrede en los dedos,
en las vocales del vientre, en los cabos de las venas,
en los sueños cuando sueño haciendo el muerto boca arriba
( y tú hacia abajo )
entre las sábanas blancas.

Pues que te digo Concha, Mujer de mar. Que me encanta cuando descubres a tu amante en el oleaje de los versos. Es una belleza de poema.

Desde aquí, desde estos huesos untados de montaña, de pino y de balar de oveja, te envio mi abrazo de siempre, hasta tus dulces orillas.

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Just, es un verdadero placer encontrarte... y mira que pareces el Guadiana ¿eh?

Abrazos siempre, para tus ovejas, para tus montes.