Editorial Alaire

Enciérrate en tu nube negra
de también negra melancolía,
bebe de los pechos de la tristeza
y sigue sin hacer caso
del alma mía
que te implora a cada instante
que dejes entrar en tu casa
a la Luz y a la Alegría.

Muévete en oscuras ciénagas
y no mires al sol que camina
abriéndose paso entre brumas
para arrastrarte a la Vida.

Cierra los ojos de nuevo,
no prestes oido a la voz que
hasta agotarse te grita
que nunca es tarde
para un Amanecer ni
para retomar de nuevo
la partida.

Nefertiti con cierto aire melancólico me llega este sugerente poema que nos dejas. Me gustó y lo disfruté leyendo. Por cierto, bienveneida seas al foro.
saludos

rafael

Muchas gracias por la bienvenida. Si, tienes razón...melancolía a raudales...Me alegro de que te haya gustado. Un cordial saludo Rafael

Un trabajo hermoso, Isabel. Bienvenida seas a este Hogar de Poesía.

Saludos y felicidad,

hallie

Muchas gracias Hallie, espero encontrarme aquí muy cómoda. Saludos cordiales

Un poema melancólico pero muy hermoso, donde se anhela al ser querido.
Un placer Nefertiti o Isabel.
Saludos muy cordiales.

Gracias. Y siento el cambio de nombre, pero aquí al parecer no se admiten nicks, y claro, no me bautizaron como Nefertiti, por más que yo la admire.

Saludos cordiales

Precioso poema donde intentas sacar del ostracismo a quien se encuentra en abismos depresivos.

Abrazos desde mi mar

Matilde

Exactamente Matilde, eso eso. Pero...no es fácil, y a veces pienso que a menos que también yo me arroje al pozo, no se si lo lograré. Abrazos

Isabel Espiñeira,


Cierra tus ojos que tienen profundidad
de espejos y de paisajes
de colores de viento
y se escucha la brisa de la esperanza


Hermoso poema, querida amiga


Un abrazo fuerte

Gracias Ricardo. Cierto es que nunca se puede cerrar la puerta a la esperanza, ni permitir que los demás lo hagan.

Un placer tu presencia. Un abrazo

Bienvenida, Isabel, y bienhallada yo en la lectura de este melancólico pero esperanzador poema. Un abrazo.

Esa voz que apuesta por la vida debería ser oída. Aún dentro de la tristeza que transmite el poema se atisba un hilo de esperanza. Buen trabajo, paisana. Un abrazo.

Muchas gracias, tocaya. Un abrazo

Si, Ramón, supongo que todas las voces merecen ser oídas, y más las de aliento. Un lluvioso abrazo

Mabel