y comienzo de nada,
son nuevas mañanas
que no tienen sentido
si tú no me acompañas.
Son días que empiezan
y nunca sé cómo
y cuando se acaban.
Hay lunes que ocupan
toda una semana.
Quiero un lunes
de miel, nueces y avellana,
que tenga sabor a crocanti
a helado de nata
y miel de caña.
Dame un lunes con
un arco iris
extendido a la
puerta de mi casa,
con tu sonrisa que
ilumine desde primera
hora mi almohada.
Si no me das todo eso,
el lunes no me dice nada.
