Elogio de la mentira

[Ramón Carballal]

En el laberinto tu llama es un mimbre
y dentro, en el crepúsculo de los vasos rojos
la palabra acecha como un corredor de palmas
y luz.

Hoy pisas la memoria de un libro estéril,
mientras el ayer se convierte en vidrio,
luna de teléfonos, films que ambicionan
un color o una verdad.

¿Y si el orden fuera la saeta del hogar,
carcomido por la ceniza, con su esqueleto
de vértebras azules?

Que no sonría el majestuoso nicho,
que en sus ojales la rauda piedad no confunda
el frágil aleteo de un enigma.

Aquí la hora de los columpios, aquí la majestuosa flor del agua
como un ovario de dalias, o un episodio sin señales
que no identifica su corola ni su círculo.

En la imagen de una noche inesperada, sus pechos
igual que flores amarillas, mientras el oleaje asoma
como una pregunta que vuelve al frenesí
de los ojos viciados.

Cada cuerpo es un almanaque desleído, en el artificio
hay doblones de oro, lagartos sin huésped o páginas
de un calendario infantil.

Tu mentira.

[Marisa Peral]

[quote="Ramón Carballal"]

Un estupendo poema, Ramón, como todos tus trabajos.
Un placer leerte.
Abrazos.

[Guillermo Cumar.]

La verdad es que creaste un laberinto en el poema o viceversa
y yo me he sentido ansioso y extraviado hasta que podido salir
de la metáfora para preguntar de qué color son los enigmas
cuando aparecen en los almaneques infantiles.

Un abrazo

Guillermo

[Pilar Morte]

Elogias la mentira y yo elogio tu capacidad de crear tanta imagen en tan pocos versos. Un placer
Abrazos
Pilar

[Gabriel Vidal]

En el laberinto tu llama es un mimbre
y dentro, en el crepúsculo de los vasos rojos
la palabra acecha como un corredor de palmas
y luz.

Hoy pisas la memoria de un libro estéril,
mientras el ayer se convierte en vidrio,
luna de teléfonos, films que ambicionan
un color o una verdad.

¿Y si el orden fuera la saeta del hogar,
carcomido por la ceniza, con su esqueleto
de vértebras azules?

Que no sonría el majestuoso nicho,
que en sus ojales la rauda piedad no confunda
el frágil aleteo de un enigma.

Aquí la hora de los columpios, aquí la majestuosa flor del agua
como un ovario de dalias, o un episodio sin señales
que no identifica su corola ni su círculo.

En la imagen de una noche inesperada, sus pechos
igual que flores amarillas, mientras el oleaje asoma
como una pregunta que vuelve al frenesí
de los ojos viciados.

Cada cuerpo es un almanaque desleído, en el artificio
hay doblones de oro, lagartos sin huésped o páginas
de un calendario infantil.

Tu mentira.

Hola me ha gustado tu poema Un abrazo. Gabriel


films que ambicionan
un color o una verdad

[Isabel Moncayo]

Te imagino ahí, en tu casa, tal vez con libros sobre el escritorio, tal vez con los recuerdos en las paredes, ( y en las entrañas) intento a veces, y perdona por ello, imaginarme en ti, y desde ti, poder o saber decir como tú sabes, a veces un torbellino de imágenes que, seguramente yo coloco a mi antojo me desbordan y encantan cuando te leo, Ramón.

Un abrazo.

[Mario Martínez]

Hola Ramón.
Como siempre me dejas, con el torrente de tus imágenes, sin palabras, amigo mío.
Un placer leerte. Abrazos.
Mario.

[Ramón Carballal]

Un estupendo poema, Ramón, como todos tus trabajos.
Un placer leerte.
Abrazos.

Gracias, Marisa, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

La verdad es que creaste un laberinto en el poema o viceversa
y yo me he sentido ansioso y extraviado hasta que podido salir
de la metáfora para preguntar de qué color son los enigmas
cuando aparecen en los almaneques infantiles.

Un abrazo

Guillermo

Gracias,Guillermo, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

[Rafael Valdemar]

En tua coastumbrada línea Ramón escrito estos versos que indican el excelente buen versar de su autor. Un placer pasarme por por tus versos

saludos

rafael

[Carmina Martínez]

Un poema lleno de laberintos y una gran imaginación compañero de letras, un abrazo. Carmina.

[Ramón Carballal]

Elogias la mentira y yo elogio tu capacidad de crear tanta imagen en tan pocos versos. Un placer
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por estar siempre ahí, leyendo y comentando. Un abrazo.

[E. R. Aristy]

En el laberinto tu llama es un mimbre
y dentro, en el crepúsculo de los vasos rojos
la palabra acecha como un corredor de palmas
y luz.

Hoy pisas la memoria de un libro estéril,
mientras el ayer se convierte en vidrio,
luna de teléfonos, films que ambicionan
un color o una verdad.

¿Y si el orden fuera la saeta del hogar,
carcomido por la ceniza, con su esqueleto
de vértebras azules?

Que no sonría el majestuoso nicho,
que en sus ojales la rauda piedad no confunda
el frágil aleteo de un enigma.

Aquí la hora de los columpios, aquí la majestuosa flor del agua
como un ovario de dalias, o un episodio sin señales
que no identifica su corola ni su círculo.

En la imagen de una noche inesperada, sus pechos
igual que flores amarillas, mientras el oleaje asoma
como una pregunta que vuelve al frenesí
de los ojos viciados.

Cada cuerpo es un almanaque desleído, en el artificio
hay doblones de oro, lagartos sin huésped o páginas
de un calendario infantil.

Tu mentira.

Ramon, hay catarsis en la forma que presentas a la verdad. El efecto lo consigues con gran maestria. Claro que no es facil saber que es la verdad:

" En la imagen de una noche inesperada, sus pechos
igual que flores amarillas, mientras el oleaje asoma
como una pregunta que vuelve al frenesí
de los ojos viciados."

Mi admiracion y respetos,

ERA

[lazaro Habana]

En el laberinto tu llama es un mimbre
y dentro, en el crepúsculo de los vasos rojos
la palabra acecha como un corredor de palmas
y luz.

Hoy pisas la memoria de un libro estéril,
mientras el ayer se convierte en vidrio,
luna de teléfonos, films que ambicionan
un color o una verdad.

¿Y si el orden fuera la saeta del hogar,
carcomido por la ceniza, con su esqueleto
de vértebras azules?

Que no sonría el majestuoso nicho,
que en sus ojales la rauda piedad no confunda
el frágil aleteo de un enigma.

Aquí la hora de los columpios, aquí la majestuosa flor del agua
como un ovario de dalias, o un episodio sin señales
que no identifica su corola ni su círculo.

En la imagen de una noche inesperada, sus pechos
igual que flores amarillas, mientras el oleaje asoma
como una pregunta que vuelve al frenesí
de los ojos viciados.

Cada cuerpo es un almanaque desleído, en el artificio
hay doblones de oro, lagartos sin huésped o páginas
de un calendario infantil.

Tu mentira.

Siempre releo tus poemas. Me es difícil captar en la primera
lectura la esencia de tu mensaje, luego lo acomodo a una interpretación personal
que tal vez no sea lo que quieres decir, pero bueno..sólo quiero decirte
que admiro tu forma tan personal y el enorme caudal de imágenes que muestras.
Me gustó, como siempre...

Abrazos Ramón

lázaro.

[Josefa A. Sánchez]

Un poema como un diamante, lleno de facetas luminosas. Un placer contemplarlo.
Un abrazo.
Pepa