no te tiraré piedras,
no te tiraré líquen verdoso y agrio,
no te tiraré salmones hacia abajo.
Puedes pasear tranquilo por el puente,
asómate a sus ojos, les he puesto rimmel por tí,
para que te seduzca su parpadeo verdinegro,
para que vean en maquillaje panorámico,
unidimensional, sin trampantojos posible
cómo...
.... te tiro al río.
¿ Serás capaz de remontar los nudos de las corrientes
y encontrar mi nacimiento en vez de ahogarte
como se ahogan los sólos ?
( Espero, la Esperanza y yo, somos ya inseparables, vamos cosidas una a la otra, como Peter Pan a su sombra, que por cierto, se la cosí yo, ¿que qué espero? Nada y todo en Alicante, brillante y precioso de finales de Noviembre 2011)