
Los gallos avisan del día.
y la avecilla pia y anida
El ramaje sirve, es la guía
a la verde metal cantárida.
Los ojos de dama tan bella
y la voz, la sonrisa de ella
entre las calidas sabanas
me despiertan así, a campanas.
Hoy el vivir, es ser feliz
porque tengo al sol y al desliz
a los abriles, a los árboles
Las tardes con sus arreboles.
Amo por las noches la Luna
En verdad no es poca fortuna
amar la llovizna, a los hijos.
A esta mujer a plazos fijos.