Escena doméstica con hilo y aguja

[Billy MacGregor]

Mientras Laura me cose un botón de la camisa,
yo,
le toco una teta.
Sonríe.
“Si no te estás quieto te daré un puñetazo en la barriga”
Si no me estoy quieto me dará un puñetazo en la barriga.
Me estoy quieto.
Aquí no se ve,
pero Laura brilla.
Y tan de cerca, huele a como debería oler el mes de mayo.
Es muy difícil estar quieto.
Y más, si lleva puesto ese pijama con ositos,
y esa boca pequeña de no estar conforme,
con nada que no sea su propia voluntad.
“Terminé”
Arranca de un mordisco el hilo que le sobra,
lo escupe al suelo,
se sienta en la h de horizonte con las piernas abiertas,
sin bragas ni cordura,
y entra en erupción.
“Ya puedes no estar quieto”
Sobre la h de horizonte, Laura, musgo,
fusiona conmigo todas sus moléculas,
hasta que sólo queda herrumbre entre las sábanas.

[Hans Xeo Cristo]

Es un poema hermosísimo, con esa carga de sensualidad que es ya tan difícil de lograr en nuestros días. Tiene un envidiable equilibrio de parsimonia, cotidianidad y sugerencia. Hay aquí mucho más trascendencia de la que en su apariencia elude.

[Alejandra Goerne]

De acuerdo con todo lo expresado por Hans. Sensual a más no poder, con esa sensualidad de los actos cotidianos, en donde sólo un maestro encuentra lo extraordinario. Tiene frases,que a muchos pudieran sonar burdas, pero tu las haces poesía. Me parece que tendré que buscar más tuyo. Me encantó.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sobre la h de horizonte, Laura, musgo,
fusiona conmigo todas sus moléculas,
hasta que sólo queda herrumbre entre las sábanas.


Manuel! este final vale cualquier espera poética, cualquier razón de Laura y tus aciertos!!!

Enhorabuena Creador,

Hallie(feliz de verte acá)

[carmen iglesia]

Sé que te has pasado a la prosa... espero leerte también pero permíteme que regrese a tus poemas una y otra vez... Son una auténtica delicia.

Abrazos,

Carmen

[Enol Sanyago]

Estoy de acuerdo con Carmen. Siempre se encuentra genialidad en las escenas que pintas. Porque yo hace tiempo que dejé de creer que eran textos. Muchas gracias Billy.

[Martín Desormeaux]

Dentro de la cotidianeidad de este texto se esconde un mundo poético a todas luces, uno más potente que muchos otros.

Saludos.

Martín Desormeaux.-

[Rafel Calle]

Excelente poema, amigo Billy, que ha sido un placer leerte.
Escenas de hilo y aguja que nos son tan familiares como los descosidos que las provocan. Un acierto de poema. Felicidades.
TE MANDO UN CORDIAL ABRAZO.

[Rosario Martín]

Ya sé que te mueves por otros lugares
y que tu poesía crece y crece...
A ver si un día de estos te das una vuelta por aquí
y nos dejas cachitos de gloria,
cosidos a máquina o con hilo y aguja
y encontrarlos cualquier martes de febrero...
Qué gozada...

[E. R. Aristy]

Mientras Laura me cose un botón de la camisa,
yo,
le toco una teta.
Sonríe.
“Si no te estás quieto te daré un puñetazo en la barriga”
Si no me estoy quieto me dará un puñetazo en la barriga.
Me estoy quieto.
Aquí no se ve,
pero Laura brilla.
Y tan de cerca, huele a como debería oler el mes de mayo.
Es muy difícil estar quieto.
Y más, si lleva puesto ese pijama con ositos,
y esa boca pequeña de no estar conforme,
con nada que no sea su propia voluntad.
“Terminé”
Arranca de un mordisco el hilo que le sobra,
lo escupe al suelo,
se sienta en la h de horizonte con las piernas abiertas,
sin bragas ni cordura,
y entra en erupción.
“Ya puedes no estar quieto”
Sobre la h de horizonte, Laura, musgo,
fusiona conmigo todas sus moléculas,
hasta que sólo queda herrumbre entre las sábanas.

Excelso poema erótico, te felicito Billy!

[Concha Vidal]

Mientras Laura me cose un botón de la camisa,
yo,
le toco una teta.
Sonríe.
“Si no te estás quieto te daré un puñetazo en la barriga”
Si no me estoy quieto me dará un puñetazo en la barriga.
Me estoy quieto.
Aquí no se ve,
pero Laura brilla.
Y tan de cerca, huele a como debería oler el mes de mayo.
Es muy difícil estar quieto.
Y más, si lleva puesto ese pijama con ositos,
y esa boca pequeña de no estar conforme,
con nada que no sea su propia voluntad.
“Terminé”
Arranca de un mordisco el hilo que le sobra,
lo escupe al suelo,
se sienta en la h de horizonte con las piernas abiertas,
sin bragas ni cordura,
y entra en erupción.
“Ya puedes no estar quieto”
Sobre la h de horizonte, Laura, musgo,
fusiona conmigo todas sus moléculas,
hasta que sólo queda herrumbre entre las sábanas.

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Fantástico erótico de lo cotidiano. Y en lo cotidiano.
Fantástico poema como si de andar por casa fuera, con el pijama de ositos.
Este poema tan así, tan como si nada, es de lo mejorcito del foro.

Donde estés, compañero, abrazos mediterráneos.

[Luis M]

Estos son los poemas de amor que me gustan . Gracias, Rosario, por rescatarlo..