MIS COSAS EN TU VIDA

[José Manuel Sáiz]

MIS COSAS EN TU VIDA


Al tiempo que decías, sentados frente al río,
que para ti mi vida
era tan importante o más que tu vida, yo miraba
la angustia de un insecto tratando de salvar
la suya en la corriente.
Tú hablabas de nosotros, y yo observaba atento
sólo el acontecer del agua.

A nuestro lado, junto al árbol, las bicicletas reposaban
indiferentes como yo a tus palabras (mientras tanto
ajeno y silencioso como el tránsito de un sereno
en ronda de hemisferios
un ángel apagaba sobre el mundo las últimas
candelas de la tarde).

Poco antes de marcharnos cogiste una ramita
y sin decirme nada te aproximaste al río;
y así como un gigante arrastra con el dedo un barquito hacia la playa
llevaste aquel insecto hasta la orilla.

Yo te miraba, tú me sonreías; dejamos
a un lado las palabras.

De ese modo, poquito a poco,
pedaleando aquel crepúsculo
camino hacia tu casa
supe de la importancia de mis cosas
en tu vida.


--oOo--

[Mario Martínez]

Hola José Manuel.
Siempre me admira esa sencillez profunda tuya para conseguir de lo cotidiano y a menudo insignificante, un hermoso poema. No sé cómo lo haces, pero me encanta.
Un abrazo, amigo mío.
Mario.

[Pilar Morte]

Siempre tengo una respuesta emotiva ante tus poemas, y es que tienen esa sensibilidad que toca. Preciosos versos. Y enhorabuena por tener alguien al lado para la que eres más importante que su vida, y yo que te conozco te diré que no me extraña.
Abrazos
Pilar

[Víctor F. Mallada]

MIS COSAS EN TU VIDA

Al tiempo que decías, sentados frente al río,
que para ti mi vida
era tan importante o más que tu vida, yo miraba
la angustia de un insecto luchando por salvar
la suya en la corriente.
Tú hablabas de nosotros y yo observaba atento
sólo el acontecer del agua.

A nuestro lado, junto al árbol, las bicicletas reposaban
ajenas, como yo, a tus palabras (mientras tanto,
sobre el mundo, el dueño del ocaso y la penumbra
apagaba con su manto las últimas
candelas de la tarde).

Poco antes de marcharnos cogiste una ramita
y sin decirme nada te asomaste al río; y así
como un gigante arrastra con el dedo, jugando,
la proa de un barquito hacia la playa,
llevaste aquel insecto hasta la orilla.

Yo te miraba, tú me sonreías; dejamos
a un lado las palabras.

De ese modo, poquito a poco,
pedaleando aquel crepúsculo
por la senda que lleva hacia tu casa
supe de la importancia de mis cosas
en tu vida.
--oOo--

Gran descubrimiento y preciosas palabras, José Manuel, maestro, por llevar aqueste insecto hacia la orilla.

Víctor

[Julio Gonzalez Alonso]

Mario no lo pudo decir mejor; tu poema respira emoción y lirismo por los cuatro costados, pues nace de una honda introspección, esa mirada interior que nos devuelve el eco de las cosas y nos pone en contacto con el mundo y tiende puentes de sentimientos entre las personas. Diría que tu poesía nos hace más buenos, si cabe, más humanos, más sin corazas ni defensas. Todo eso, se agradece, y mucho. Con un abrazo.
Salud

[MarRevuelta]

Pero ella se daba cuenta que toda la atención de él, estaba en el insecto y no en las cosas que te contaba. Y ya ves, lejos de enojarse, lo salvó antes de irse.
Precioso, emotivo, tierno y muy muy bien construido. Un abrazo

[José Manuel Sáiz]

Hola José Manuel.
Siempre me admira esa sencillez profunda tuya para conseguir de lo cotidiano y a menudo insignificante, un hermoso poema. No sé cómo lo haces, pero me encanta.
Un abrazo, amigo mío.
Mario.

Gracias Mario, tu comentario me llena de satisfacción y orgullo. Que un maestro como tu te diga eso...
Un abrazo, amigo
J. Manuel

[Isabel Moncayo]

Entrañable José Manuel, digo entrañable porque tu poema lo es, y tú también tienes que serlo para escribir así y dejar salir estos sentimientos tan profundos y contarlo de manera tan amena que es fácil veros pedaleando por ese camino que se va atardeciendo.

Ha sido un verdadero placer, un abrazo.

[José Manuel Sáiz]

Siempre tengo una respuesta emotiva ante tus poemas, y es que tienen esa sensibilidad que toca. Preciosos versos. Y enhorabuena por tener alguien al lado para la que eres más importante que su vida, y yo que te conozco te diré que no me extraña.
Abrazos
Pilar

Sé que siempre tienes un comentario amable, amiga Pilar. Y te lo agradezco mucho. No sé si tengo alguien a mi lado para la quien mi vida sea más importante que la suya... pero seguro que muchos si la tienen. Y nos damos cuenta de ello a menudo por cosas simples, por detalles nimios, y no por palabras y promesas.
Un abrazo
J. Manuel

[Lorenzo Pascual]

Un poema escrito con mucha sensibilidad, lo he disfrutado.
Un saludo.

[Abel Mata]

José Manuel, me ha gustado leer tu poema. Saludos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Precioso, amigo José Manuel, con ese especial sello tuyo de sencillez y profunda sugerencia que imprimes en cada una de esas pequeñas historias versificadas.

Un abrazo, no veresmos en Madrid.

[Teresa Ulloa]

José Manuel, encantada de leer tu poema, es precioso. Felicitaciones.

[Ramón Ataz]

Buenísimo, José Manuel, encantador y endiabladamente sabio este poema que nos dejas. A veces pienso que eres un poeta quirúrgico, microscópico, que haces grandes los detalles más pequeños.

Un abrazo.

[Maria Pilar Gonzalo]

Se le atribuye a Jose Antonio Marina una inteligencia bondadosa, yo también lo creo... aquí he visto esa misma inteligencia bondadosa en unos versos sencillos, puros y tiernos.

Un placer leerte compañero.