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Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 01 May 2011 9:57
por Ramón Carballal
¿Por qué el estigma y su raíz infinita?
Me duele el légamo, la tierra roja y el sepulcro
que llenó el vacío. Tú, hermano ya no eres
mi sombra, tú que no acostumbras a ser oración
ni pensamiento.
Y ahora un eclipse de nubes se acerca ,y gime el mar
y son rocas las conciencias del futuro.
Mi ciudad, mi espejo, mi adobe, mi sílice de hojas.
En el horizonte las naves como pájaros mientras
el odio elige su muro y su estío.
Dime que no volverán los cuervos, dime que las serpientes
no engendrarán la amarilla senda del miedo.
Hermano, tu lucha es roja como una rebelión proscrita,
pero el deseo teje arbustos de misericordia y silencio.
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
lucharemos como espadas de lujuria y en el espejo
del metal llorará lo que no se encendió y habitó sombra.
Una flecha y después luz. En el intersticio nos miramos
como torvas bestias, nadie elegirá aquí la razón, sólo
los columpios y el hambre y los dioses que exhiben
su sed.
¿Es quizá justicia, el lazo corrompido por almenas,
la fiereza de la sal o el óxido de las armas que lloran
o sufren?.
¡y la muerte, serpentina de piel!. Tú esperas que el destino mienta,
pero hay una cruz en mi cuello que ya no es herida sino lúgubre candor.
Veo las llamas que me purifican. Soy un soldado que amó
la penumbra, pero he sido fiel y he defendido lo que mi patria requiere.
Un hombre entre los hombres, un orgullo sin epitafio.
Nunca el sinsabor amargo de la renuncia.
re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 01 May 2011 10:07
por Ramón Ataz
Me alegra poder volver a leer este poema que me fascinó de principio a fin cuando lo leí en tu blog. De los mejores que te he leído, y eso es mucho decir.
Un abrazo.
Re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 01 May 2011 11:35
por Begoña Egüen
Ramón Carballal escribió:¿Por qué el estigma y su raíz infinita?
Me duele el légamo, la tierra roja y el sepulcro
que llenó el vacío. Tú, hermano ya no eres
mi sombra, tú que no acostumbras a ser oración
ni pensamiento.
Y ahora un eclipse de nubes se acerca ,y gime el mar
y son rocas las conciencias del futuro.
Mi ciudad, mi espejo, mi adobe, mi sílice de hojas.
En el horizonte las naves como pájaros mientras
el odio elige su muro y su estío.
Dime que no volverán los cuervos, dime que las serpientes
no engendrarán la amarilla senda del miedo.
Hermano, tu lucha es roja como una rebelión proscrita,
pero el deseo teje arbustos de misericordia y silencio.
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
lucharemos como espadas de lujuria y en el espejo
del metal llorará lo que no se encendió y habitó sombra.
Una flecha y después luz. En el intersticio nos miramos
como torvas bestias, nadie elegirá aquí la razón, sólo
los columpios y el hambre y los dioses que exhiben
su sed.
¿Es quizá justicia, el lazo corrompido por almenas,
la fiereza de la sal o el óxido de las armas que lloran
o sufren?.
¡y la muerte, serpentina de piel!. Tú esperas que el destino mienta,
pero hay una cruz en mi cuello que ya no es herida sino lúgubre candor.
Veo las llamas que me purifican. Soy un soldado que amó
la penumbra, pero he sido fiel y he defendido lo que mi patria requiere.
Un hombre entre los hombres, un orgullo sin epitafio.
Nunca el sinsabor amargo de la renuncia.
Muy profundo y excelente poema... me ha encantado.
Un abrazo amigo.
BEGOÑA.
Re: re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 01 May 2011 18:28
por Ramón Carballal
Juan Fionello escribió:Me alegra poder volver a leer este poema que me fascinó de principio a fin cuando lo leí en tu blog. De los mejores que te he leído, y eso es mucho decir.
Un abrazo.
Muchas gracias por tus generosas palabras, Juan. Un abrazo.
re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 01 May 2011 18:46
por Pilar Morte
Me ha gustado mucho tu poema. Todos nos sentimos a la sombra de las ilusiones que pusimos.
fuimos utopía sin respuesta.
Abrazos
Pilar
Publicado: Lun, 02 May 2011 16:45
por Enric Jaume
Excelente poema. Iba a resaltar algunos versos pero al final me quedo con todo.
Enhorabuena. Un abrazo.
Re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Lun, 02 May 2011 17:44
por E. R. Aristy
Ramón Carballal escribió:¿Por qué el estigma y su raíz infinita?
Me duele el légamo, la tierra roja y el sepulcro
que llenó el vacío. Tú, hermano ya no eres
mi sombra, tú que no acostumbras a ser oración
ni pensamiento.
Y ahora un eclipse de nubes se acerca ,y gime el mar
y son rocas las conciencias del futuro.
Mi ciudad, mi espejo, mi adobe, mi sílice de hojas.
En el horizonte las naves como pájaros mientras
el odio elige su muro y su estío.
Dime que no volverán los cuervos, dime que las serpientes
no engendrarán la amarilla senda del miedo.
Hermano, tu lucha es roja como una rebelión proscrita,
pero el deseo teje arbustos de misericordia y silencio.
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
lucharemos como espadas de lujuria y en el espejo
del metal llorará lo que no se encendió y habitó sombra.
Una flecha y después luz. En el intersticio nos miramos
como torvas bestias, nadie elegirá aquí la razón, sólo
los columpios y el hambre y los dioses que exhiben
su sed.
¿Es quizá justicia, el lazo corrompido por almenas,
la fiereza de la sal o el óxido de las armas que lloran
o sufren?.
¡y la muerte, serpentina de piel!. Tú esperas que el destino mienta,
pero hay una cruz en mi cuello que ya no es herida sino lúgubre candor.
Veo las llamas que me purifican. Soy un soldado que amó
la penumbra, pero he sido fiel y he defendido lo que mi patria requiere.
Un hombre entre los hombres, un orgullo sin epitafio.
Nunca el sinsabor amargo de la renuncia.
Estoy ya convencida que estamos aqui en medio de las guerras (internas y externas) como soldados que sebaten entre luz y tinieblas...( el bien y el mal), tu poema quiza hable de la patria, quiza habla del yo verdadero, tus imagnes queman, acuchillan, dejan el vapor de la piel quemada por la polvora del dolor. Pero es un poema disitinto, es un poema a un soldado distinto, un soldado que no lo consumen las llamas, a ese soldado invictus las llamas le purifican!
Excelente entrega, Ramon. Siempre maravillada con tu poesia.
Abrazos,
E. R. Aristy
Publicado: Lun, 02 May 2011 18:01
por lazaro Habana
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
Grandeza en tus versos.Profundos como una raíz
que toca todo en el perdido corazón de la tierra.
Gracias Ramón por tan logrado poema
abarzos.
lázaro
re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Mar, 03 May 2011 14:49
por Pablo Ibáñez
Desde el título hasta el último verso el cuidado lenguaje, las potentes imágenes, le llevan a uno al sueño, a la poesía. Es tan elegante, tan brillante...
Publicado: Mar, 03 May 2011 21:29
por Josefa A. Sánchez
Retornas a la mitología con estos versos esplendidos. Casi se oye el viento en las velas aqueas, mientras el calor humea sobre los muros de Troya. Un disfrute.
Un abrazo.
Pepa
Re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Mié, 04 May 2011 7:38
por Ramón Carballal
Begoña Egüen escribió:Ramón Carballal escribió:¿Por qué el estigma y su raíz infinita?
Me duele el légamo, la tierra roja y el sepulcro
que llenó el vacío. Tú, hermano ya no eres
mi sombra, tú que no acostumbras a ser oración
ni pensamiento.
Y ahora un eclipse de nubes se acerca ,y gime el mar
y son rocas las conciencias del futuro.
Mi ciudad, mi espejo, mi adobe, mi sílice de hojas.
En el horizonte las naves como pájaros mientras
el odio elige su muro y su estío.
Dime que no volverán los cuervos, dime que las serpientes
no engendrarán la amarilla senda del miedo.
Hermano, tu lucha es roja como una rebelión proscrita,
pero el deseo teje arbustos de misericordia y silencio.
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
lucharemos como espadas de lujuria y en el espejo
del metal llorará lo que no se encendió y habitó sombra.
Una flecha y después luz. En el intersticio nos miramos
como torvas bestias, nadie elegirá aquí la razón, sólo
los columpios y el hambre y los dioses que exhiben
su sed.
¿Es quizá justicia, el lazo corrompido por almenas,
la fiereza de la sal o el óxido de las armas que lloran
o sufren?.
¡y la muerte, serpentina de piel!. Tú esperas que el destino mienta,
pero hay una cruz en mi cuello que ya no es herida sino lúgubre candor.
Veo las llamas que me purifican. Soy un soldado que amó
la penumbra, pero he sido fiel y he defendido lo que mi patria requiere.
Un hombre entre los hombres, un orgullo sin epitafio.
Nunca el sinsabor amargo de la renuncia.
Muy profundo y excelente poema... me ha encantado.
Un abrazo amigo.
BEGOÑA.
Muchas gracias, Begoña, me alegra que te guste el poema. Un abrazo.
Publicado: Mié, 04 May 2011 23:24
por Ana Muela Sopeña
Excelente poema, Ramón. La mitología nunca se pasa de moda. Consigue de un modo atemporal hablar de nuestro mundo interno y externo.
Me encanta
Un abrazo
Ana
Re: re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Jue, 05 May 2011 21:16
por Ramón Carballal
Pilar Morte escribió:Me ha gustado mucho tu poema. Todos nos sentimos a la sombra de las ilusiones que pusimos.
fuimos utopía sin respuesta.
Abrazos
Pilar
Gracias, Pilar, me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.
Publicado: Dom, 08 May 2011 9:10
por Ramón Carballal
Enric Jaume escribió:Excelente poema. Iba a resaltar algunos versos pero al final me quedo con todo.
Enhorabuena. Un abrazo.
Gracias, Enric, por tu lectura y amable comentario. Un abrazo.
Re: Héctor consuela a Paris mientras los aqueos esperan
Publicado: Dom, 08 May 2011 9:11
por Ramón Carballal
E. R. Aristy escribió:Ramón Carballal escribió:¿Por qué el estigma y su raíz infinita?
Me duele el légamo, la tierra roja y el sepulcro
que llenó el vacío. Tú, hermano ya no eres
mi sombra, tú que no acostumbras a ser oración
ni pensamiento.
Y ahora un eclipse de nubes se acerca ,y gime el mar
y son rocas las conciencias del futuro.
Mi ciudad, mi espejo, mi adobe, mi sílice de hojas.
En el horizonte las naves como pájaros mientras
el odio elige su muro y su estío.
Dime que no volverán los cuervos, dime que las serpientes
no engendrarán la amarilla senda del miedo.
Hermano, tu lucha es roja como una rebelión proscrita,
pero el deseo teje arbustos de misericordia y silencio.
Nuestra patria ya no teme al corazón del olvido,
lucharemos como espadas de lujuria y en el espejo
del metal llorará lo que no se encendió y habitó sombra.
Una flecha y después luz. En el intersticio nos miramos
como torvas bestias, nadie elegirá aquí la razón, sólo
los columpios y el hambre y los dioses que exhiben
su sed.
¿Es quizá justicia, el lazo corrompido por almenas,
la fiereza de la sal o el óxido de las armas que lloran
o sufren?.
¡y la muerte, serpentina de piel!. Tú esperas que el destino mienta,
pero hay una cruz en mi cuello que ya no es herida sino lúgubre candor.
Veo las llamas que me purifican. Soy un soldado que amó
la penumbra, pero he sido fiel y he defendido lo que mi patria requiere.
Un hombre entre los hombres, un orgullo sin epitafio.
Nunca el sinsabor amargo de la renuncia.
Estoy ya convencida que estamos aqui en medio de las guerras (internas y externas) como soldados que sebaten entre luz y tinieblas...( el bien y el mal), tu poema quiza hable de la patria, quiza habla del yo verdadero, tus imagnes queman, acuchillan, dejan el vapor de la piel quemada por la polvora del dolor. Pero es un poema disitinto, es un poema a un soldado distinto, un soldado que no lo consumen las llamas, a ese soldado invictus las llamas le purifican!
Excelente entrega, Ramon. Siempre maravillada con tu poesia.
Abrazos,
E. R. Aristy
Gracias, amiga, por tu interesante comentario. Un abrazo.