A ver, contra la pared pibe

[Abel Sal]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

[Gabriel Vidal]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

Es desgarrador este poema La crueldad del ser humano en contra de su igual. Lo bestial de su conducta reseñado tan bien cada dos parrafos es estrujante Terror y horror

Un abrazo.

[Israel Liñán]

Abel, me impresionó tu poema, es original en la estructura, con unos versos contundentes que me recuerdan un poco a la prosa de Frank Miller.

Un abrazo.

[Pablo Marmissolle]

Un poema magistral amigo, la forma en la que describis el abuso de los milicos y de todos los hombres en general, la injusticia, la cobardía, la bestialidad humana, perfecto...
Que mas decir, me chocó tu poema, felicitaciones.

Saludos

[Abel Sal]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

Es desgarrador este poema La crueldad del ser humano en contra de su igual. Lo bestial de su conducta reseñado tan bien cada dos parrafos es estrujante Terror y horror

Un abrazo.

Una conducta habitual por esos años. La decada del 70 en Argentina fué impregnada de bestialidad. Aún, esa adolescencia perturbada perece adolecer en mi. No se bien porque escribí esto de este modo. Tal vez, el resentimiento inducido sea un daño incurable. No se.

Gracias por todo.
Un abrazo.
Abel.

[Abel Sal]

Abel, me impresionó tu poema, es original en la estructura, con unos versos contundentes que me recuerdan un poco a la prosa de Frank Miller.

Un abrazo.

Gracias Israel...!
Siempre pensé que en la ficción se puede percibir la formación e ideología del autor. Las fantasías permiten volar, inventar, y hasta creerse habitante de ese mundo creado. La realidad, es despiadadamente cierta y dolorosa, a veces. Por eso la elijo, por inexorable.

Es muy generoso tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Abel.

[Pilar Morte]

Me han dejado de piedra estos versos, son duros, de una adolescencia luchadora.
Reflejan bien el momento.
Abrazos
Pilar

[Abel Sal]

Un poema magistral amigo, la forma en la que describis el abuso de los milicos y de todos los hombres en general, la injusticia, la cobardía, la bestialidad humana, perfecto...
Que mas decir, me chocó tu poema, felicitaciones.

Saludos

La historia de tu país da cuenta de aquellos abusos también. Zitarrosa lo ha plasmado magistralmente en sus obras. El precio lo pusieron los enemigos, y pagó con el destierro.

Gracias, Pablo.
Un gran abrazo!
Abel.

[Abel Sal]

Me han dejado de piedra estos versos, son duros, de una adolescencia luchadora.
Reflejan bien el momento.
Abrazos
Pilar

Siempre es un placer recibir tus comentarios, Pilar.
Una adolescencia también lastimada, y toda una generación perdida. Que pena.

Un gran abrazo.
Abel.

[Marisa Peral]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

[...]

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

Estremecedores versos Abel, muy bien definido el miedo, el horror. Y sin embargo, un esperanzador final que nadie nos puede robar.
Felicidades por este poema.
Un abrazo.

[Abel Sal]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

[...]

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

Estremecedores versos Abel, muy bien definido el miedo, el horror. Y sin embargo, un esperanzador final que nadie nos puede robar.
Felicidades por este poema.
Un abrazo.

Tal vez los miedos persistan por siempre. El honor y los ideales, como bien dices, nadie podrá robarlos.
Gracias.
Un abrazo.
Abel.

[E. R. Aristy]

Desgarrador poema. Impactante e innovador. La imagen mas sugerente para mi es esta: "Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo. " Gran poema al abuso del poder.

Abrazos,
ERA

[Abel Sal]

Desgarrador poema. Impactante e innovador. La imagen mas sugerente para mi es esta: "Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo. " Gran poema al abuso del poder.

Abrazos,
ERA

Muchas gracias por el concepto que encierra tu comentario, sin preconceptos. Coincido contigo respecto a la imagen más sugerente, a mi me pasa lo mismo.
Gracias, también por lo de innovador. Tal vez, ya sea tiempo.

Un abrazo.
Abel.

[Luna de Nos]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

A lo largo de la historia de este mundo en el que vivimos, el hombre, ùnico animal consciente de la maldad, la ha practicado y practica, de diversas formas.
Esos años que señalàs, son una muestra de lo que capaz cuando se da la ocasiòn de (creer) que tiene el poder.
Hiere, humilla, y escupe para arriba, creyendo que nunca le va a caer encima.
Toda la tristeza que implica reconocer esta parte de la historia argentina, uruguaya, late en quienes lo padecieron, en quienes tienen algùn amigo que lo sufriò, en quienes -como hoy, yo- leemos este poema y recordamos o palpamos eso que llaman "historia" como lo real que es.
Es uno de esos poemas que duelen, pero que al mismo tiempo se agradecen por rescatar la memoria. Saludos, Luna de Nos.-

[Abel Sal]

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

A lo largo de la historia de este mundo en el que vivimos, el hombre, ùnico animal consciente de la maldad, la ha practicado y practica, de diversas formas.
Esos años que señalàs, son una muestra de lo que capaz cuando se da la ocasiòn de (creer) que tiene el poder.
Hiere, humilla, y escupe para arriba, creyendo que nunca le va a caer encima.
Toda la tristeza que implica reconocer esta parte de la historia argentina, uruguaya, late en quienes lo padecieron, en quienes tienen algùn amigo que lo sufriò, en quienes -como hoy, yo- leemos este poema y recordamos o palpamos eso que llaman "historia" como lo real que es.
Es uno de esos poemas que duelen, pero que al mismo tiempo se agradecen por rescatar la memoria. Saludos, Luna de Nos.-

Bien certeras son tus reflexiones. Agradezco tu tiempo en comentar este escrito, tal vez doloroso, pero inevitablemente real en los actos que menciona. Doy fe que el miedo fue instalado. Lo que llena de impotencia, es que tantas veces se salgan con la suya. No hay arrepentimiento en esos. No entiendo como se vive así, como se duerme disfrutando de sueños ensangrentados.

Gracias.
Un fuerte abrazo, Luna.
Abel.