Editorial Alaire

Leía Joyce cruzando la frontera
como polizonte clandestino
para buscar Wyoming,
Elisa se había quedado en la cerca
atrapada en su miedo,
hicimos el amor en un vagón
a golpe de rieles y ruedas
con huesos y carnes atados por el frío.

Su borracho padre de siempre
dejó a su madre loca,
a su hermano delincuente
y a Elisa sin su risa.

Este verano anuncian de antemano
que habrá ciclones,
Uno se acostumbra a los desastres como al hambre,
le conté la última vez
que habian llovido sillas hasta hacerse madera
y sin que lo vieran
se fué fraguando la carne voluptuosa y desnuda
como estaba ella,
ligeré sus penas hasta que se rió
luego me amó
con su miedo y con su hambre.

En Sonora sin demora
nos prometimos buscarnos y en su adiós
se levantó la blusa sin excusas,
los que tienen el poder
no saben nada de literatura
y no pueden disfrutar de travesura
sino sólo joder.

Arizona se me asoma
como una cueva de cráneos
privilegiados,el cowboy
es como un niño grande
de vacas y amarres.
Paso por Tucson,Wyoming
queda al norte en esta recta,
(le debo a las mujeres
el desafío y las apuestas),
regresaré por Elisa
la buscaré en los bares,
cumpliedo mi promesa...

...si no está muerta
en Juaréz.






Lázaro.

Impresionante este poema. Desde luego, todos los que abandonan su tierra y su gente apuestan mucho en la búsqueda de una vida mejor. ¡Ojalá merezca la pena! y que a la vuelta encuentren igual lo que dejaron atrás. Me llevo el cero y te dejo..
Un abrazo.
Pepa

Estupendo relato, explícito, duro y conmovedor. Me ha encantado, Lázaro.
Salud.

Una historia que atrapa de principio a fin. Muy bien contada. Un abrazo.

Hermosa lectura que he seguido con interés de principio a final. Hay dureza pero la envuelves de humanidad y ternura. Un placer
Abrazos
Pilar

Excelente Lázaro.Una genialidad.
Lo de la lluvi de sillas y todo lo que conllevapara enmarcarlo ya.

Una historia interesante y desarrollado de modo impecable.

Un fuerte abrazo

Joan

Me ha impactado este poema. Tiene algo que atrapa y que invita a su nueva lectura. La última estrofa es genial, una delicia.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Josefa A. Sánchez escribió:Impresionante este poema. Desde luego, todos los que abandonan su tierra y su gente apuestan mucho en la búsqueda de una vida mejor. ¡Ojalá merezca la pena! y que a la vuelta encuentren igual lo que dejaron atrás. Me llevo el cero y te dejo..
Un abrazo.
Pepa

Hay algo que sin quererlo nos atrapa
y es la Patria, que no es solo la tierra
o las plantas que nuestros pies pisan.
Fuera de ella, se apuesta a la supervivencia
Gracias Josefa, un tremendo abrazo

lázaro.

Julio González Alonso escribió:Estupendo relato, explícito, duro y conmovedor. Me ha encantado, Lázaro.
Salud.

Gracias Julio. Así es la vida en tales circunstancias
pero el dolor no triunfa.

abrazos.

lázaro.

Ramón Carballal escribió:Una historia que atrapa de principio a fin. Muy bien contada. Un abrazo.

La escritura para que sea fidedigna
debe seguir huellas.
Gracias Ramón.

lázaro.

Pilar Morte escribió:Hermosa lectura que he seguido con interés de principio a final. Hay dureza pero la envuelves de humanidad y ternura. Un placer
Abrazos
Pilar

Me alegra que te haya gustado Pilar,
un sentido abrazo.

lázaro.

Tristany Joan Gaspar escribió:Excelente Lázaro.Una genialidad.
Lo de la lluvi de sillas y todo lo que conllevapara enmarcarlo ya.

Una historia interesante y desarrollado de modo impecable.

Un fuerte abrazo

Joan

Gracias Tristany a veces quisiera callar estas cosas.


abrazos de hermano.

lázaro.

José Manuel Sáiz escribió:Me ha impactado este poema. Tiene algo que atrapa y que invita a su nueva lectura. La última estrofa es genial, una delicia.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Valoro con agradecimiento tus palabras José.
Se vive a veces a sobresaltos.

un gran abrazo.

lázaro.

Duro y real lo que cuentan los versos con maestría.
Espléndido.
Un fuerte abrazo poeta

lazaro Habana escribió:






Leía Joyce cruzando la frontera
como polizonte clandestino
para buscar Wyoming,
Elisa se había quedado en la cerca
atrapada en su miedo,
hicimos el amor en un vagón
a golpe de rieles y ruedas
con huesos y carnes atados por el frío.

Su borracho padre de siempre
dejó a su madre loca,
a su hermano delincuente
y a Elisa sin su risa.

Este verano anuncian de antemano
que habrá ciclones,
Uno se acostumbra a los desastres como al hambre,
le conté la última vez
que habian llovido sillas hasta hacerse madera
y sin que lo vieran
se fué fraguando la carne voluptuosa y desnuda
como estaba ella,
ligeré sus penas hasta que se rió
luego me amó
con su miedo y con su hambre.

En Sonora sin demora
nos prometimos buscarnos y en su adiós
se levantó la blusa sin excusas,
los que tienen el poder
no saben nada de literatura
y no pueden disfrutar de travesura
sino sólo joder.

Arizona se me asoma
como una cueva de cráneos
privilegiados,el cowboy
es como un niño grande
de vacas y amarres.
Paso por Tucson,Wyoming
queda al norte en esta recta,
(le debo a las mujeres
el desafío y las apuestas),
regresaré por Elisa
la buscaré en los bares,
cumpliedo mi promesa...

...si no está muerta
en Juaréz.






Lázaro.

Siempre me han gustado estos tus poemas, con histroias

Un abrazo Lazaro