
México
Eres un sol y somos; adelante
del espejo la sangre que multiplica
la lluvia en tierra fértil;
eres, y salva, la herencia del árbol
con batalla y fruto del abuelo, del padre,
del hermano, del espíritu de paloma blanca.
Y escoba que desnuda el milagro,
y la rosa que despierta entre nubes
amando la regia boca,
y canto con alas de libertad y vida.
Somos escudo con plumaje de fuego,
la estrella que se sonroja a destiempo,
con la joya en concepción del águila guerrera
temblando ante la antorcha del futuro.
Y salva la hoguera del girasol bendito,
y libra el rumbo con parto vencido
enjoyado en silla de oro,
y con bandera de aromas en carne y hueso.
Y sin embargo, herido con golpe de cenizas,
y curado, como siempre, en primavera,
con algo dentro de ti que renace en tu risa,
en los secretos del corazón que te embellecen,
y en la campana de cenicienta suena la victoria.