que gime los trigos sedienta por ser un trocito de parva,
rocío fecundo en gotas chiquitas guardando tu aldaba.
Se lloran mis ojos en hilos de agua
y en tí,
soy la lluvia que empapa miradas
al son despacioso de los caracoles
y se esponja el mirto en la veredita que tuerce
- mimosa -
hacia nuestra casa.
¿ Me esperas ?
Te espero mientras los enebros pespuntan la almohada.
( Encuentro este poema del 2007, lo releo y decido que hoy, un horrible quince (horrible por el calor, no por otra cosa) de Julio en Alicante es momento de decírtelo a ti y al mundo que quiera leerlo)