Días de cine

[F. Enrique]

Enhorabuena, Enrique, por el reconocimiento:

Muy merecido

Un abrazo grande
Ana

Tengo al menos tres poemas de "Insistencia en la herida" que han sido poema de la semana, no está nada mal, y "Nocturno de las Huertas ha sido poema del mes. Creo que no me equivoco cuando digo que es mi mejor poemario.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Hermoso poema, estimado Enrique.

Te mando un abrazo por todos aquellos que hemos sido testigos de los que "ya no...".

Como anáfora esta bien y, además, le tengo tomada la medida. No tengo ningún inconveniente en repetir lo que me ha dado buen resultado, siempre es una garantía para mí empezar un poema con el "Ya"...

Muchas gracias.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Buenos días, felicidades por el reconocimiento.
No he podido resistirme a goglear Terramar Cinema, sólo he visto imágenes exteriores. El cielo azul me lo he perdido. He leído el artículo que mencionas.
Felicidades también por ese cielo azul.

Un saludo.

Buen artículo, el Terramar Cinema no solo era nuestro cine de barrio, sino nuestro teatro de sueños donde podíamos ver un festival flamenco o una representación infantil.

El cine fue inaugurado, creo que en 1967, con "Solo el valiente" con Gregory Peck de protagonista y se cerró con la infravalorada "bésame y esfúmate" con James Caan unos 20 años más tarde.

Gracias Antonia.

Un abrazo.

[Ara López]

Como anáfora esta bien y, además, le tengo tomada la medida. No tengo ningún inconveniente en repetir lo que me ha dado buen resultado, siempre es una garantía para mí empezar un poema con el "Ya"...

Muchas gracias.

Un abrazo.

Querido Enrique, creo que no me expliqué bien en mi comentario. Con "aquellos que hemos sido testigos de los que "ya no..."." Me refería a los que hemos presenciado (y vivido) esos: ya no se puede, se acabó, ausencia, vacío, pérdida. Los que bien conocemos un "ya no..."

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Francisco Enrique, por esta entrega hermosa de un "carmen" bien ritmado. Así da gusto leer poesía. Ah, y enhorabuena por la distinción semanal.

Víctor

Me habría gustado haber dejado la huella de este carmen en el camino y haber vuelto a él cuando el olvido me llamara con la ebriedad de un vino joven que se creía reserva, con la sensibilidad de un alejandrino que espera que se abran los puertos y que la muerte se aleje de sus pasos.

Gracias, Víctor.

[F. Enrique]

Como anáfora esta bien y, además, le tengo tomada la medida. No tengo ningún inconveniente en repetir lo que me ha dado buen resultado, siempre es una garantía para mí empezar un poema con el "Ya"...

Muchas gracias.

Un abrazo.

Querido Enrique, creo que no me expliqué bien en mi comentario. Con "aquellos que hemos sido testigos de los que "ya no..."." Me refería a los que hemos presenciado (y vivido) esos: ya no se puede, se acabó, ausencia, vacío, pérdida. Los que bien conocemos un "ya no..."

Un abrazo.

Creo, Ara, que este malentendido, por mi parte, carece de importancia, intenté acogerlo en la elegancia que puede haber en una desesperación; ya no puedo transmitir mi verso como antes. Creo en lo que me dices en una justificación que considero innecesaria, ante lo que me pareció que era un pequeño reproche que, aun así, no podía apagar el tono conciliador de tu palabra.

No he podido evitar salir a tu encuentro antes que el tiempo acabe con las ansias de expresarme de una manera determinada, antes que lidiaras con algún sentimiento de culpa que no mereces y que no habría cambiado, en el caso de que se hubiera confirmado, la consideración positiva que guardo para ti.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Buenos días, felicidades por el reconocimiento.
No he podido resistirme a goglear Terramar Cinema, sólo he visto imágenes exteriores. El cielo azul me lo he perdido. He leído el artículo que mencionas.
Felicidades también por ese cielo azul.

Un saludo.

Podría haberle dedicado el poema al Terramar cinema, habría sido hermoso regañarle por haberse quedado con nuestros besos en la tarde de amor que no se olvida. Llevo la profundidad de su rostro en mis ojos todavía.

Los carteles proyectados en la nada,
en un muro que no miraba nadie,
parecían presagiar
el dolor afligido
de una calle solitaria
a las cuatro de la tarde
de un verano somnoliento,
arrasado por el calor de las cuestas
que nos hablaban
de las cruces quejumbrosas del calvario
de la melancolía de Tom Doniphon en el amor,
de la terribilitá ferviente en los escombros
de un ángel
que se rebela contra la muerte y el olvido,
contra una muchacha de luz
que no supo esperarme
y vuelve a mis orillas
cada vez que me enfrento a la memoria,
a la soledad del mar.

Gracias, Antonia. Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Francisco Enrique, por esta entrega hermosa de un "carmen" bien ritmado. Así da gusto leer poesía. Ah, y enhorabuena por la distinción semanal.

Víctor

Gracias, Víctor, por esas palabras amables que me dejas.

Un abrazo.

[Ara López]

Creo, Ara, que este malentendido, por mi parte, carece de importancia, intenté acogerlo en la elegancia que puede haber en una desesperación; ya no puedo transmitir mi verso como antes. Creo en lo que me dices en una justificación que considero innecesaria, ante lo que me pareció que era un pequeño reproche que, aun así, no podía apagar el tono conciliador de tu palabra.

No he podido evitar salir a tu encuentro antes que el tiempo acabe con las ansias de expresarme de una manera determinada, antes que lidiaras con algún sentimiento de culpa que no mereces y que no habría cambiado, en el caso de que se hubiera confirmado, la consideración positiva que guardo para ti.

Un abrazo.

Mi queridísimo Enrique, durante el tiempo que llevamos leyéndonos en el foro ¿Cuándo te has encontrado con un comentario mío que lleve un reproche, una indirecta o una mala intención?
Yo procuro no dejar nada si no aporta.

Haberte dicho aquello, de la manera en que lo interpretaste, hubiese sido innecesario. Sobre todo tomando en cuenta en que traté de decirte que había conectado con el poema porque yo bien conozco los "ya no..." de la vida.

En fin, disculpa la torpeza con que lo expresé. Mejoraré en la manera en que dejo los comentarios.

Te dejo un abrazo grande.

[F. Enrique]

Es interesante el planteamiento general de la obra.
javier

Es un honor que pueda contar con tu presencia, Javier.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Creo, Ara, que este malentendido, por mi parte, carece de importancia, intenté acogerlo en la elegancia que puede haber en una desesperación; ya no puedo transmitir mi verso como antes. Creo en lo que me dices en una justificación que considero innecesaria, ante lo que me pareció que era un pequeño reproche que, aun así, no podía apagar el tono conciliador de tu palabra.

No he podido evitar salir a tu encuentro antes que el tiempo acabe con las ansias de expresarme de una manera determinada, antes que lidiaras con algún sentimiento de culpa que no mereces y que no habría cambiado, en el caso de que se hubiera confirmado, la consideración positiva que guardo para ti.

Un abrazo.

Mi queridísimo Enrique, durante el tiempo que llevamos leyéndonos en el foro ¿Cuándo te has encontrado con un comentario mío que lleve un reproche, una indirecta o una mala intención?
Yo procuro no dejar nada si no aporta.

Haberte dicho aquello, de la manera en que lo interpretaste, hubiese sido innecesario. Sobre todo tomando en cuenta en que traté de decirte que había conectado con el poema porque yo bien conozco los "ya no..." de la vida.

En fin, disculpa la torpeza con que lo expresé. Mejoraré en la manera en que dejo los comentarios.

Te dejo un abrazo grande.

He vuelto a mirar tu post y veo que es coherente, Ara. Llevabas la razón, yo doy por buena la enseñanza con estilo que practicas.

Un abrazo.

[Ara López]

He vuelto a mirar tu post y veo que es coherente, Ara. Llevabas la razón, yo doy por buena la enseñanza con estilo que practicas.

Un abrazo.

Te abrazo grande, querido Enrique.
Me alegra y alivia que nos hayamos entendido.

[F. Enrique]

Ahora, por vuestra culpa, los ojos de mi niña
enrojecen sin tregua hinchados por el llanto.
(Catulo – Carmen III – Tr.: F.E. León)

Ya no podrás volver a la arena mojada
de luna sin recuerdo,
a las barcas cansadas que muerden otra orilla,
a las redes tendidas que no esperan tu paso,
al barrio ceniciento que muestra sus ruinas.

Ya no podrás volver a la escena que muere
con el dulce candor
de un beso primigenio,
al corazón sin huella que buscaba tu mano
y sigue caminando por la senda perdida
de tu primer poema,
de tu alma constante
ahora que la llama oscurece en el patio
y la música vaga por otra melodía.

El pajarillo gris que anida en otro sueño
se precipita al Orco del que nadie regresa
ahora que sin tregua enrojecen tus ojos
por un amor herido,
por un carmen inmenso que no encuentra tus labios.

Profundamente hermoso. Gracias por la belleza.

Unha aperta.

Gracias, Xaime, lo que otrora produjera placer, ahora lleva la huella profunda del dolor. ¿Cómo volver al desasosiego y al amor de un hombre tranquilo?

Un abrazo.

[F. Enrique]

Es un poema muy bueno que merece la distinción. Un abrazo.

Gracias, Ramón, ya que tu comentario provoca que me exprese, que evoque lo perdido mientras avanza la tarde. Recuerdo cuando fuimos al África a ver "Candilejas". Me olvidé de la risa y me sentí enamorado de un llanto que permanecía en el aire, en la tristeza infinita de una mirada que todavía me hiere.

Un abrazo.

[F. Enrique]

"Carmen carminis", poema, jardín y todo un acierto de composición, la tuya, que trasciende la palabra.
Felicidades y encantado de leerlo.

Me siento como un carmen que no llegó a escribirse en la extensión amarga de una herida, todos los besos gritan en la misma dirección e, innortados, destrozan la melodía del último tango. Sé qué no volveré a Paris, será otra calle la que acoja la tristeza de mi verso subversivo, será otra soledad la que venga a buscarme en el perfil sincero de unos labios que mienten cuando dicen la verdad.

Gracias, un abrazo.