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Querida Isabel, este magno poema se me pasó imperdonablemente, pero vengo apresurada para decirte cuánto me ha gustado y cómo celebro este reconocimiento. Te lo mereces sin duda ninguna.Isabel Moncayo escribió:[RIGHT]A veces soy pura contradicción, lo sé.
¿Qué hacer? Si la noche está de pronto
inundando todos los caminos. [/RIGHT]
Acallado el canto soy adobe en los orígenes,
retozo en la costumbre de los instantes,
me descuelgo sin heridas,
arropo los recuerdos, te arropo, sí,
y una tibieza me envuelve, infinita, como el amor.
Como una fuente adormilada en su goteo
sigue medrando el musgo -riego tinta en los vacíos-
mis manos se crecen porque huele a salitre,
el aire trae sabores que se perdieron en el tiempo.
Descanso mis ojos en un poema
que suplica una tregua que amaine
este insomnio que me hace ser cruel
-a veces duele tener tu cuerpo cerca del mío
y quisiera quererte menos-
Cómo ciega esta niebla cuando se aquieta,
siento su belleza blanda deshacer el barro
y necesito pedir perdón por todas las caricias
que pudiera haber dejado olvidadas.
Pero estás dormido
la luna se ensancha y posa resplandores sobre tu piel.
Ya no parece la luz tan confusa
ni la vida tan frágil si escucho la armonía
de tu calmo respirar.
Atardezco, se están resumiendo los relojes,
suenan repiques que mudan tristezas de ternura y de frío.
Nada se detiene, sigue lloviendo vida.
*
Sandra Gª Garrido escribió:Sigue lloviendo vida,
y vida lleva este poema, levantarse antes de caer,
amar con el alma ancha. Una belleza
mi enhorabuena por el merecido reconocimiento
Un abrazo
Ernesto Vecilla escribió:Me ha gustado tu hermoso poema, Isabel. Mi felicitación.
Un saludo cordial.
Ernesto.
Marius Gabureanu escribió:Isabel, me parece un poema formidable, sobre todo esta parte me ha gustado mucho y me ha emocionado.
-a veces duele tener tu cuerpo cerca del mío
y quisiera quererte menos-
Cómo ciega esta niebla cuando se aquieta,
siento su belleza blanda deshacer el barro
y necesito pedir perdón por todas las caricias
que pudiera haber dejado olvidadas.
Pero estás dormido
la luna se ensancha y posa resplandores sobre tu piel.
Ya no parece la luz tan confusa
ni la vida tan frágil si escucho la armonía
de tu calmo respirar.
Atardezco, se están resumiendo los relojes,
suenan repiques que mudan tristezas de ternura y de frío.
Nada se detiene, sigue lloviendo vida.
Felicitaciones por el reconocimiento, mis abrazos.
Ricardo José Lascano escribió:Isabel, hermoso nombre, un suspiro largo me dejó tu poesía, es divina. Me gustó todo, tu sensibilidad para otorgarle a la palabra una creencia, un origen cálido donde descansar. la poesía hay que dejarla en algún lado y que mejor que dejarla en el corazón. Te abrazo fuerte. Gracias por tu arte.
Ricardo.
No podemos estar atentos a todos los poemas de los compañeros, querida Marisa, a mí también me ocurre, gracias por venir y dejar tu amable huella. Me hubiera encantado conocer a Blanca personalmente, pero seguimos teniendo su poesía, supongo que la raíz de la tierra nos asemeja, los decires y lo sentires del corazón, te mando un beso y te quedo agradecida.Marisa Peral escribió:Querida Isabel, este magno poema se me pasó imperdonablemente, pero vengo apresurada para decirte cuánto me ha gustado y cómo celebro este reconocimiento. Te lo mereces sin duda ninguna.Isabel Moncayo escribió:[RIGHT]A veces soy pura contradicción, lo sé.
¿Qué hacer? Si la noche está de pronto
inundando todos los caminos. [/RIGHT]
Acallado el canto soy adobe en los orígenes,
retozo en la costumbre de los instantes,
me descuelgo sin heridas,
arropo los recuerdos, te arropo, sí,
y una tibieza me envuelve, infinita, como el amor.
Como una fuente adormilada en su goteo
sigue medrando el musgo -riego tinta en los vacíos-
mis manos se crecen porque huele a salitre,
el aire trae sabores que se perdieron en el tiempo.
Descanso mis ojos en un poema
que suplica una tregua que amaine
este insomnio que me hace ser cruel
-a veces duele tener tu cuerpo cerca del mío
y quisiera quererte menos-
Cómo ciega esta niebla cuando se aquieta,
siento su belleza blanda deshacer el barro
y necesito pedir perdón por todas las caricias
que pudiera haber dejado olvidadas.
Pero estás dormido
la luna se ensancha y posa resplandores sobre tu piel.
Ya no parece la luz tan confusa
ni la vida tan frágil si escucho la armonía
de tu calmo respirar.
Atardezco, se están resumiendo los relojes,
suenan repiques que mudan tristezas de ternura y de frío.
Nada se detiene, sigue lloviendo vida.
*
Yo te dije que me recordabas a Blanca Sadino, así es, casi al principio de entrar en Alaire. Y cada vez que te leo veo tu sello inconfundible pero tienes ese punto que me la recuerda y que tanto me gusta. Es una mezcla explosiva!!!
Felicidades y un beso.