Editorial Alaire

Benjamín León escribió:Leo tu Pulso, Sara, pienso en tu pulso, en tu latido y en tu palabra. ¿Será que toda palabra comienza en el corazón?, oigo tu voz, tu lamento y tu dicha, el grito, acaso la furia y también el amor. Hay mucha poesía en este poema que me parece excelente, donde los ritmos se te comienzan a abrir desde otras luces, desde otras fórmulas, y donde creo, tienes que empezar a olvidar la podredumbre de la injusticia, que está desde el desconocimiento hasta el no reconocimiento. El Pulso se renueva, no como los que están ahí escribiendo los mismos poemas vez tras vez, sino desde la temática hacia la universalidad. Yo no creo en las temáticas, pero veo los posibles, y en ellos tu voz, tu gemir o tu latir, tu amor y tu silencio, tu verdad. Me encanta este poema, me lo llevo, y te llevo, te amo, ya sabes que eres de mi interés y mi intención, mi ocupación y la mujer de mi vida.

Un besito desde nuestras bancas, te amo, B.

No sé si todas las palabras comienzan en el corazón, pero bien sabes tú de dónde nacen y hacia van las mías, no hay mucho más que lo se lee, no hay mucho más que lo que siento...me gusta que te guste, como me gustas tú y lo mucho que representas en todas mis cosas, en las que aprendemos juntos, las que descubrimos y también las que me enseñas, como por ejemplo que la palabra puede volar , arrastrarse, caer, regenerarse y volver a ser tierra, o mar o viento rozando el papel, pero que lejos de lo que es real y de verdad importa, puede no ser nada en absoluto.
No sé si creer en la universalidad, en este mundo de intereses tan particulares, en ti creo más y te amo.

Un besito, amor

Sara

carmen iglesia escribió:Sara, trabajas el verso hasta el cansancio y admiro eso de ti, tu enorme perfeccionismo y tu gran paciencia, pero creo, y es sólo una opinión, que tu verso no es por naturaleza un verso de dolor... Tal vez echo de menos tu voz desnuda, la éxotica voz sin contaminar que te he leido antes... Pero, como tú me dijiste en cierta ocasión, este tipo de apuntes no suelen interesar a casi nadie...
Escribimos de lo que somos, nuestro desnudo es lo mejor... aunque se queden otras cosas por el camino...


Un abrazo,

Carmen

Carmen, en una persona como yo, que lleva tan poco tiempo escribiendo, que no tiene obra y que escribe mucho menos de lo lee, ver que se hace una comparación entre antes y después me resulta muy extraño, pero me gusta, porque también uno ve que se siguen sus textos y eso siempre es agradable, aunque esa comparación sea en negativo, porque la poesía se puede redescubrir, perfeccionar u otras muchas cosas, pero lo que no se puede es imponer, y eso es lo bonito, en eso está la libertad esencial del que escribe y del que lee.
Por ello no creo que los versos tengan que tener una u otra naturaleza y que los motivos de escribir de cada uno sean cuestionables, el poema sí lo es, pero el poema es independiente de los motivos que lo generan así como también lo es el lenguaje, que siempre estará contaminado, porque uno convive con sus circunstancias y sus lecturas, lo que le va llevando a tener unas premisas estéticas en las que se siente bien, en las que cree y si eso nos hace sentir completos, bien y felices no tiene por qué cambiarlas tan sólo para que nos lean más o que los demás piensen que estamos más desnudos, nos leeran las personas que necesiten leernos y eso ya es mucho, no persigo más, tan sólo seguir trabajando en este oficio, que también hay que aprender, como todos los oficios del mundo, por lo mismo tomo en cuenta todas las aportaciones de quienes generosamente se acercan a leerme, que ya es mucho.

Gracias por leer y dejar tu huella, un abrazo

Sara

Continúa tu pulso inalterable, un pulso olímpico de verdadera atleta poética. Las metáforas se muestran al lector como manos desesperadas que se abren llamándonos desde una distancia muda y quizá inalcanzable:

“hemos bebido todo el cieno y ahora es medianoche
en todas las ciudades
en todos los océanos del mundo”

“La verdad solo pesa en los armarios”
“Hay pájaros oscuros sobre los soportales”

buscamos nuestras manos en la lluvia
en la edad extinguida que inventan los relojes

“tan dulcemente frágiles,
que somos de centeno, como el pan de las aves”

Por favor, escuchadme




Todo un placer, entrañable amiga.
Gracias por tu constante apoyo.
Un bico muy fuerte

José Manuel Sáiz escribió:Llego tarde... pero a tiempo de felicitarte, Sara, por este magnífico poema. Mi admiración y mi abrazo.
J. manuel

Muchas gracias José Manuel, no llegas tarde, siempre es tiempo de llegar a los versos.

Un abrazo

Sara

Samantha Fernandez escribió:Apreciada Sara:

Recorrer sus "pulsos" es adentrarse a la sublimidad de su poética, es dejarse conducir por la suavidad de sus versos con la cadencia y ritmo que posee su palabra.

Sépase leída y admirada, Estimada Poeta.


Enhorabuena, saludos cordiales.

Muchas gracias Samantha, me alegra que estos ritmos te lleven y te gusten.

Un abrazo

Sara

Ignacio Navas escribió:El poema me ha gustado bastante, la sensación de ahogo hasta el verso final es grande, aunque hay versos que a mi gusto desencajan, al igual que algunos elemenos, como la máscara, el armario y los hermanos. Algunos elementos me dejan cierta descolocación, estos dos versos creo que quitan cierta unidad al poema

"
que condena la máscara a la sombra. "

"
que somos de centeno, como el pan de las aves. "
Aun así, este trozo me ha gustado especialmente:


"Como sin pretenderlo, por la inocencia misma
buscamos nuestras manos en la lluvia
en la edad extinguida que inventan los relojes
y somos más pequeños si miramos despacio
aún más dentro que el aliento mismo,
tan dulcemente frágiles, "

Aunque el ultimo verso creo que hubiera estado mejor del tipo "porfavor, escuchadme" Aunque puede que rompa el sentido de tu poema, la idea de los hermanos alude a algo muy familiar, a otras personas en condiciones similares por ejemplo.

Muchas gracias Ignacio, por el detenimiento y las apreciaciones, en este caso no cambiaría ninguna palabra, porque no creo que se trate de palabras, sino del sentido global qu las palbras encierran, pero siempre se agredece otra visión.

Un abrazo

Sara

Iben Xavier Lorenzana escribió:y somos más pequeños si miramos despacio
aún más dentro que el aliento mismo,
tan dulcemente frágiles,
que somos de centeno, como el pan de las aves.

Creo haberme perdido uno de los pulsos (debe ser el III). Sublime... y los tres primeros versos son un grito extraordinario contra todo lo que es injusto, por la propia "justicia del ser humano". Enhorabuena.

Iben Xavier

Muchas gracias Iben, este poema vino tal cual lo ves, en ese caminar por "la justicia del ser humano", ya hace tiempo que me rendí ante ella, de ahí que ahora las palabras nos devuelvan algo, sean nuestro pequeño recodo en el que el mundo es un poco más nuestro.

un abrazo

Sara

S.Castelar,
Un maravilloso poema de principio a fin para ser leído y releído, cada imágen bien plasmada y ese final suplicante, desgarrador, enorme, magistral!!! Enhorabuena, mis felicitaciones. Dejas ecos en el alma del lector.
Ligia