Editorial Alaire

El poema es bellísimo, querida amiga, una exaltación del amor con la mirada limpia.
Todo un placer de lectura.
Vaya mi felicitación y reconocimiento a tus letras.

Un afectuoso abrazo.

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Gracias mil, querida Roxane; siempre estás cerca para dejar tu bondad en mis cosas.

Abrazo enorme.


Agradezco mucho tu lectura y aprecio, Alejandro.

Gracias de corazón por tu presencia.

Un abrazo grande.


De nuevo mil gracias, querido amigo Ramón; me alegra un montón saber que estás con nosotros en Alaire.

Abrazos y felicidad.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Sab, 02 Nov 2019 0:26

"Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!"

Federico García Lorca

Dos hombres
tocan sus labios
con la genuina fricción
del enamoramiento.
Es él, hermoso y cabal,
prodigio de sanadoras leyes,
Es él, metapoema del valor.
Sin armas ni géneros
han convertido el suelo
en tierra de amantes,
en victoria de pioneros.
Van consumando geometría
libre de sombras,
rescatando honores
de la propia ciudad,
de la ciudad de otros,
de aquella terraza donde Federico
perdona la humedad de los cristales
y aspira soles nuevos.
Dos, en el enjambre de la síntesis,
descubiertos y tapados
bajo el almendrado ojo de las bellas artes.
Dos hombres,
juntos, en la biología intimista
de ser y estar.

.

Sube este poema para sumarse al Homenaje a Federico García Lorca.

Hallie:

Empiezo por el final (o vaya a saber). Como casi siempre, he leído todos los comentarios y respuestas; y así me enteré de ese absurdo crimen en A Coruña. Jamás me había enterado. Aunque tristemente me he enterado de otros crímenes, igual de absurdos, sucedidos aquí en Argentina o en otros lugares, ya ensañándose con una persona homosexual, ya con alguien de una etnia distinta a los asesinos, ya de una persona pobre asesinada por diversión por jóvenes ricos, en fin. El odio hacia quien encarna una diferencia (hasta de opinión) está entre nosotros.

Ahora voy al principio (¿o el final?). No puedo evitar expresarte algo muy similar a lo que le escribí recién a Alejandro en su homenaje al enorme Federico. Es que ambos poemas, el tuyo y el de él, a pesar de ser tan, tan distintos; sin embargo me han provocado algo muy similar.

Yendo al grano, me has provocado, Hallie, una poderosa emoción por cómo te metiste, y me metiste a mí mismo, en la piel de ese amor entre dos varones que sabemos lo que implicó para sus protagonistas, y lo que sigue implicando para otros en estos tiempos, como bien lo planteaste al "subir" nuevamente este poema con motivo del crimen de A Coruña.

Humildemente, Hallie, mis felicitaciones, y gracias por recordarnos lo mucho que tenemos por hacer.

Lisandro