Editorial Alaire

Manuel Alonso escribió:Un poema magnífico Ramón, es un placer leerte, un abrazo.

F. Enrique escribió: Ramón, en este poema apuntas más profundo si cabe, sé que es difícil teniendo en cuenta la hondura de lo que nos has mostrado, pero creo que lo has logrado. Excelente.

Un abrazo.

CELIA PUERTA escribió:Fabuloso, Ramón. Me ha encantado.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón. La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado
hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.

José Manuel F. Febles escribió:Excelente logro acunado en este magnífico poema. Nunca se espera menos de tu exquisita poesía.
Me gustado y mucho, amigo Ramón.

Felicitaciones y un gran abrazo canario.

José Manuel F. Febles

Gallardo Chambonnet escribió:

Ramón Carballal escribió:Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.
Ya lo sé, no hay plantas ni nenúfares, ni corolas
ni serpientes, ni pétalos desvaídos ni tampoco
un abril desmayado en la fiebre de la nocturnidad.
Mi hogar permanece a la espera de un sello, una
huella o un perdón. La luz o las luces, dias y noches,
cristales viejos que reposan como solitarios jinetes
de la memoria inválida. Soy yo quien anuncia
la verdad, soy yo el paso, las paredes rugosas,
los cuadros y su eterna desnudez, el don de los
fantasmas que visitaron la historia, la casa, su
eco de brillantes láminas. Estoy aqui, bajo este
núcleo de sol que trae el dia, recordando antiguas
telarañas, libros caidos o palabras que han volado
hacia el ayer y respondo a mi cansancio con
las horas lúcidas que pase siendo el niño que
compró un balón o un misterio, febril alegría
del tiempo inusual que ha roto las vitrinas
de ese círculo al que llamamos vivir o madurez,
o quizás, simple predisposición a la muerte.

HA SIDO MUY PLACENTEROPASAR POR TUS LETRAS POETA. ESTA TRES ÚLTIMAS LÍNAS ..DICHA DE OTRAS FORMAN SON EL 99 POR CIENTO DE COMO PIENSA LA CERCANIA A PARTIR...

FRATERNAL ABRAZO.. Gallnnet

Rosa Marzal escribió:Maravilloso poema, Ramón. Aplausos y un abrazo fuerte para ti.

J. J. M. Ferreiro escribió:Ese especialísimo mundo poético de Ramón Carballal. Expresado como nunca en este precioso poema.

Un abrazo, querido amigo.

Virginia Nas escribió:Un viaje introspectivo pincelado en imágenes muy bellas y gráficas en un idioma de simbologías... pero quedo preguntándome ?Quién es ella?
*Ella nunca habló del color, no dijo si era gris
el silencio o azul la melancolia de los espejos.
Su boca de nube, su edad de mariposa, su vuelo
de pasillos fértiles floreció como un jardin de mar.*

Carlos Justino Caballero escribió:Ramón Carballal, Me agradó leerte y recordar un poema mio "el niño aquel" que en las sabidas diferencias de estilos coinciden en el título y de alguna manera en contenido. Mis plácemes, Ramón.