Editorial Alaire

[quote="Debrah Riddleton"]

Mi felicitación por el merecido premio a una obra magnífica.
Un placer tenerte entre nosotros, Debrah.
Saludos

Mario Martínez,
Es un auténtico privilegio el gozar de tu comentario.
Me encantó la fuerza de la palabra contundencia. Me gustaría imaginar que esa idea fuese portadora de un mensaje de auxilio, de ayuda, de conmiseración.
Valoro sobremanera tu opinión. Me hace sentir doblemente compromtida.
Un beso:
Debrah

Marisa Peral, mi dulce amiga:
Eres elocuente como elocuente es tu voz de poeta.
Agradezco tus palabras. Sin embargo considero que el merecimiento es circunstancial, pues soy apenas parte de una idea que espero crezca con el tiempo.
Besos:
Debrah

Muy distinguida Debrah:
Sin oportunidad anterior, me refiero a tu grandioso reconocimiento.
Siempre he considerado que un poema no hace una obra, pero que una obra se distingue por un poema. El hombre de Sal es una manifestación singular, magnífica y elocuente del olvido en que viven miles de seres humanos, víctimas del menosprecio, rezago y ceguera sociales.
Me uno a tu manifestación contundente en favor de la poesía contemporánea de orden social.
Un abrazo fraternal:
Francisco Belaunzarán
Foro Literalia México

Francisco Belaunzarán:
Me has conmovido con tus palabras. En mi intento por ser justa con los seres olvidados, cometo el error de hablar de ellos sin hacer nada efectivo.
Lamentablemente parece que todo queda en eso, en un poema, en una querella.
Gracias:
Debrah

Deb:
Una alegría inmensa que bien merece ser compartida.
¡Felicidades!
Federico Ormeño Funes
Foro Literalia México

Federico Ormeño Funes:
Agradezco tus palabras de aliento.
Saludos:
Debrah

Vuelvo a leerte y quiero darte mi felicitación por el premio a tan bella poesía. Un saludo cordial.

Teresa Ulloa:
Soy mujer de pocas palabras.
Al leer tu comentario, una emoción inundó mi corazón, pues dices muchas, muchas cosas que me llenan de alegría.
Valoro inmensamente el sentido de tu pensamiento, cordial, amistoso, profundo.
Gracias, de todo corazón:
Debrah

Iniciativas como esta, merecen ser aplaudidas. Mi enhorabuena a la premiada por sus hermosos trabajos.
Cordiales saludos.

A Debrah Riddleton y el Hombre de sal

Uno de los méritos de tu contribución es la gran lucidez cohesiva ( por ende iluminadora) que despliega tu trilogía poética. Me gusta la humildad mental de la forma como tratas el tema del padecer humano y el rol de la Poesía como instrumento de catarsis y liberación.

Es notable resaltar que la “zozobra emocional” a la que te refieres (ante lo incomprensible y absurdo de los conflictos que nos abaten y hunden en la miseria y ya sea su manifestación en lo físico o en terrible alienación. Por ser este un mal común , en ese sentido, todos somos “El hombre de sal.”
Tu acierto filosófico, Debrah es irrefutable en cualquier campo. Lo admirable de tu disertación en el marco referencial que eliges mostrarnos una convicción personal sobre el propio medio de la Poesía que utilizas para discernir y desahogar las emociones.
Es un hecho contundente que nos afectamos el uno al otro y resulta ser la causa de la neurosis de esta época. Hoy más que nunca antes en la historia, los medios de comunicación nos permiten constatar estas realidades en modo global e instantáneo y sin mucho tiempo para procesarlas.
Esa “verdad eterna” es lo que a mí me parece excepcional en tu disertación poética. En mi interpretación de EL HOMBRE DE SAL, encuentro que para tí lo importante es la verdad sin nombre, sin otra prueba que no sea su evidencia persistente en el tiempo. La Poesía y la vanagloria del poeta pasan a ser artificios inconsecuentes ante la experiencia cruda del protaganista anónimo. Tu profunda disertación consigue dar auge al poema vivo de cada ser sobre la tierra.
¡Te felicito por una extraordinaria obra!

E. R. Aristy

Dulce Roxane:
Mis palabras serán infinitamente inferiores a las tuyas, pues a más de ser vertidas con maestría y gran dominio poético, me han impactado profundamente.
Yo no soy poeta, soy delatora, acusadora, sensible ante la desgracia del ser olvidado, juzgo con firmeza el deterioro ambiental, pero sobre todo, soy una mujer que respeta la vida en todas sus manifestaciones.

Te confieso que soy producto de la influencia de personas como tú; de poetas íntegros y prudentes, amorosos y comprometidos.
Una ocasión, leyendo a Octavio Paz, una frase, una sola frase me hizo recapacitar sobre el abandono del hombre de campo, de las montañas, de las selvas. Él dijo "... los que hablan de ti, no te conocen..."
Dime si no es verdad cuán profunda puede ser una oración que trasciende tu mente, tu espíritu, tu fortaleza de mujer de principios.
Ése es el poema El hombre de Sal, una calca, una derivación, una consecuencia de tan grandiosa frase.

Agradezco tu bellísimo comentario:
Debrah Riddleton

Querido Santiago:
Con profunda pena manifiesto mi falta de atención para contigo.
Te suplico me disculpes:
Debrah

¡Felicitaciones!
Estás por rebasar la barrera de las 800 lecturas.
Un abrazo:
Salvador

Mi enhorabuena por la distinción, muy merecida.

Saludos poético.

Cecilia Martos