Editorial Alaire

Vicente Vives escribió:Como bien dice Mario esa cercanía al mar más caliente del universo, no solo guía tus manos, también tu alma, Concha.
Sabes a arena de cabo a rabo, Poeta. Me encantó ese florecer erótico de la noche.
Sigues escribiendo de lujo, artista.

J. J. M. Ferreiro escribió:Precioso este poema, lleno de imágenes muy sugerentes y de gran altura poética.

De lo mejor que te he leído.

Me gustaría destacar este magnífico final.

Porque tiemblan las piernas de la noche,
si la palabra aguarda,
eterna resurrección que anhela ser dardo,
piedra o simple aullido de ciervoroca,
entre sus piernas.

Biquiños.

Concha Vidal escribió:Las piernas de la noche son inmensas,
abarcan sus tacones, la eternidad del sólo.

Preámbulo de tímidas gerberas
ajustan a sus muslos un nylon transparente,
y dejan resbalar la lluvia de los dedos,
el beso entumecido de algún mendigo roto,
la lengua que subyuga la sal y el sol del púbis...

.... amaneciendo en partos y alboradas.

Porque tiemblan las piernas de la noche,
si la palabra aguarda,
eterna resurrección que anhela ser dardo,
piedra o simple aullido de ciervoroca,
entre sus piernas.



(¿ Por qué siempre me parece que la noche tiene unas piernas y encima, tremendamente acogedoras? No lo sé, pero me han inspirado este poema en hoy, veintiuno de un Mayo temblón y frívolo en este Alicante de dos mil diez)





http://labrujadelcerezo.blogspot.com/