--------------------------------F. Enrique escribió: ↑Vie, 26 Jun 2015 9:08
A Ana Barrionuevo, mi madre.
No vendrán las palomas,
ni los volatineros
de la plaza de España
guiarán tu alegría
a la iglesia sin nombre.
No vendrá el rocio
anidado en tus labios,
perdido en tu desvelo
para desenterrarte
de la muerte que llevas
en el pecho prendida.
No vendrá la palabra
que te busca sin suerte,
ni el murmullo del mar
que arrinconó tu aroma,
ni el aire ensimismado
que mueve tus cortinas
para hacer un capote
que tiemble entre las manos
del último esplendor.
Ya nunca el torerito
culminará la tarde
que atraviesa la herida
de mayo en tu mirada.
Ya nunca los aplausos
rodarán por la arena
porque sigue sin rumbo
la pena inquebrantable.
El alma de Arlequín
la llevaré prendida
para que tú me sientas
como si fuera un lirio,
como si despertara
en tus yermos jardines
para llevar la risa
de sueños y praderas.
No vendrán las palomas,
no vendrá la palabra
ni el desierto que gime
sobre tu amor herido,
ni un recuerdo de sombras
en tus ojos de luz.
Pero mi alma vuela
para enterrar la muerte.
Me pierdo, tengo la mala costumbre de perderme muchas veces entre los comentarios.
¿Por qué, en la mayoría de ellos en este poema en concreto, en esta pureza de poema, en esta alabanza a la madre, en este intento de enterrar a la muerte, en esta maravilla de metáfora en Arlequín, etc..., la inmensa mayoría de los comentarios son sobre el sí o el no a la tauromaquia?
Es el poema, compañeros, el poema lo que debemos analizar, creo yo,¿eh? que casi no soy nadie pero quiero que mi palabra también opine.
El tema del sí o no a los toros, como el sí o el no al PP, o Perico el de los palotes, creo que no es este el sitio para debatirlo.
Reivindico el poder de mi osadía, mis queridos compañeros, para centrarnos en el poema.
Mil perdones a quien haya ofendido.
Y muaksss a todos desde mi mediterráneo.