Hector Cid escribió: ↑Vie, 04 Mar 2022 13:42
A ver de que manera puedo yo ponerle palabras a lo tuyo...
lo primero decir que me reitero en comentarios anteriores, a tu estilo lo podríamos llamar el anagarcinismo, todo tiene un ADN tan exclusivamente tuyo... a eso es a lo que aspiramos todos, y luego, como en todo claro, hay genias que lo consiguen.
En cuanto a la obra en sí, un puzzle maravilloso en varias dimensiones: entre las distintas voces, entre lo tierno/infantil y lo oscuro, entre el humor y lo macabro, entre lo poético y lo personal, entre los labios rojos( color fresa, muerte a las frambuesas pálidas) y la muerte. Parece uno de esas estampas que al inclinarlas, cambian el diseño. Llevo media docena de lecturas y las que le quedan.
Mi más honesta enhorabuena, si es que habiendo tanto talento y trabajo...
PD: En cuanto a la dedicatoria, creo que tenemos que emprender negocios juntos; si a ti te enriquece, a mí me ha hecho entrar en el club Forbes la suerte de leerte. Benditos win-win.
Te mando un abrazo muy grande y te deseo un genial fin de semana.
Eso, Héctor, si tú consigues poner nombre a lo mío pues yo encantada, jajaj. Que ni yo sé lo que hago o como llamarlo. Solo sé que me divierto haciéndolo. Oye, lo de anagarcinismo me ha encantado. ¡Qué lo sepas!
La tragicomedia de la vida que tan pronto nos saca una sonrisa para el celoso/a de turno o todo lo contrario. Un vodevil vital y sin malicia.
Pues ya sabes, a escribir como locos y a fastidiar a las musa-arañas.
Agradecida quedo yo con tu comentario.
Un beso y un deseo de que todos los días sean un fin de semana.