J. J. Martínez Ferreiro escribió: ↑Jue, 23 Dic 2021 20:12 La forma de tu nombre,
de tu voz con su extensa residencia,
con su vértigo explícito.
La mano para alcanzarte, siempre imperiosa,
agarrada en el aire muy fuertemente,
y la brisa moviéndose sobre las velas de tu piel.
Dime el orden de las palabras,
el conjuro para ascender
al verano cuando en el mar
se vaciaban tus ojos negros.
Qué importa el fraude, tú estás aquí y estás allí.
Pero suprime toda trascendencia
de las cosas que abandonamos en largas culebras de piedra;
el bosque desplazándose
silencioso y a grandes sacudidas,
la sangre entreverada con las maderas resonantes,
enlodado en un estiércol rejuvenecedor
-vosotros ya sois viejos
y por eso más fácilmente lo reconoceréis.
Libérate de las verdades incesantes.
Ten voluntad de endurecerte en la corteza
como una piedra fría.
Ojalá aquel verano no fuese fúlgida visión
o piel ardiente o noche
solo noche alumbrada en los patios.
Y a lo lejos aquellas antorchas atravesando
el latifundio de las amapolas blancas.
Me ha gustado mucho la útima estrofa maestro.
Gracias por compartir tu talento, abrazos y Feliz comiendo del 2022-