Editorial Alaire

Ventura Morón escribió:Me gusta mucho Alonso. El ritmo cuidado va construyendo con mimo esos muros que capa a capa, van dejando el pasar de los años, imprimiendo ese sentimiento de espera de lo que pudo ser y quese convirtió en lo que tuvo a bien ir pasando... la vida es muchas veces esto...
Fuerte abrazo y enhorabuena

Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, amigo Alonso. De gran fuerza expresiva y con un ritmo muy bien llevado, de una belleza sin fisuras.
Te felicito por tan hermosa inspiración.

Un fuerte abrazo.

enrique sanmol escribió:

Alonso Vicent escribió:Buscaban un hogar en las paredes
con el sigilo de una luna nueva,
con el barro de un nombre inacabado,
con la firme oquedad de las certezas.
Construyeron un siempre que no expira,
un mañana estancado que no llega
y un verse y no mirarse en lo profundo
de un arsenal de espejos y trincheras.
Colgaron telarañas de la talla,
sedosas a la altura de las puertas,
inalcanzables muestras de un dejarse
llevar por la costumbre que los vela.
Mudaron de inocencia y de fatigas
llenando de reproches la despensa;
el mismo polvo tuvo que mudarse
al primer soplo de una brisa fresca.
Su casa sigue siendo un continente
de miembros descolgados de la espera,
territorio infinito del exilio
con una exigua y condenada tregua.

Gran poema en forma y contenido.

En ocasiones la distancia no es cuestión de metros, la casa puede acercar o ser testigo de lo lejos que pueden quedar las expectativas, o los sueños, llenando de reproches la despensa...

Un cordial saludo

Óscar Distéfano escribió:

Alonso Vicent escribió:Buscaban un hogar en las paredes
con el sigilo de una luna nueva,
con el barro de un nombre inacabado,
con la firme oquedad de las certezas.
Construyeron un siempre que no expira,
un mañana estancado que no llega
y un verse y no mirarse en lo profundo
de un arsenal de espejos y trincheras.
Colgaron telarañas de la talla,
sedosas a la altura de las puertas,
inalcanzables muestras de un dejarse
llevar por la costumbre que los vela.
Mudaron de inocencia y de fatigas
llenando de reproches la despensa;
el mismo polvo tuvo que mudarse
al primer soplo de una brisa fresca.
Su casa sigue siendo un continente
de miembros descolgados de la espera,
territorio infinito del exilio
con una exigua y condenada tregua.

Preciosos endecasílabos arromanzados. El ritmo es altamente emocionante. Lo guardo, amigo, entre los poemas para la relectura. Muy bueno y ejemplar tu trabajo de poeta serio. Te felicito.

Un abrazo sin coranavirus.
Óscar

Pilar Morte escribió:Me gustó mucho el poema, las imágenes tan inspiradas y hermosas. Felicidades.
Abrazos
Pilar

R. M. Alemán escribió:menudo trazo, magno... espeso, áspero... y aunque leí el comentario a Luis, como si le restaras valor (eso me parece), me suenan a compromiso, con ella.... con la vida, no sé... ¿Serán mis esplendidos ojos?, jeje
En mí, desde luego, tu generosidad ha sido única. Gracias, Alonso
Un abrazo, beso

Rosario Martín escribió:Lo he leído más de una vez (por lo menos un café de amanecida,
uno de media mañana y el de después de comer)
pero no me sale el comentario-emoción que mereces
y hoy tendrás que conformarte con ¡ Qué buen poema, Alonso!
y ya otro día vengo con café y con algo más...
Un abrazo, amigo entero,el de las 5 y pico largas y con lluvia.

Rafel Calle escribió:Tan bello como interesante trabajo, amigo Alonso.
Abrazos.