La sombra de tus manos
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- José Manuel F. Febles
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Re: La sombra de tus manos
Desde la soledades mi isla, un fuerte abrazo.
José Manuel F. Febles
Nietzsche.
- Rafel Calle
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Re: La sombra de tus manos
- Lunamar Solano
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Re: La sombra de tus manos
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
- Rafel Calle
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Re: La sombra de tus manos
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Re: La sombra de tus manos
Enhorabuena.
Un fuerte abrazo.
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
SAM SHEPARD
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Re: La sombra de tus manos
Me ha encantado tu poema.
Tiene algo mágico, con ese juego de sombras.
Gracias por compartir tus letras.
Abrazos y felicidad, amigo mío.
… Ya lo hago…
… Hazlo…
… Hazlo como si nunca lo pensases…
Ricardo Manuel López Castro
- Rafel Calle
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Re: La sombra de tus manos
Marius Gabureanu es un poeta rumano, afincado actualmente en Londres, que ha pasado largas temporadas en España. Pertenece a la Academia de Poesía Alaire desde 2014 y, aunque hace un tiempo que no publica ningún trabajo, es uno de los autores más creativos que han publicado su obra en lo foros de la Academia.
Refiriéndome a “La sombra de tus manos”, poema publicando en Alaire el 13 de abril del 2020, es decir, dentro de unos días se cumplirán cinco años, se trata de una pieza profundamente melancólica que transita por las ruinas de una relación afectiva, dejando al descubierto las heridas de una separación que aún supura en el lenguaje.
Desde el primer verso, Marius sitúa al lector en un territorio liminal, donde lo físico se desdibuja en lo simbólico: “Acaricié, con mis manos, la sombra sorda de las tuyas.” La sombra —insustancial, intangible— funciona como metáfora del amor ausente, del contacto que ya no es posible. El adjetivo “sorda” refuerza la incomunicación, la desconexión emocional entre los amantes.
En “La sombra de tus manos” hay una dimensión existencial que se hace patente en imágenes como “aquel horizonte imaginado por los amputados” o “la osadía de los que moldean veleros de su impotencia”. Marius, en una suerte de surrealismo íntimo, compone versos donde lo corpóreo aparece mutilado, carente, como reflejo de un alma desgarrada. El dolor del divorcio —experiencia que el propio autor ha vivido— permea cada imagen, cada silencio implícito entre líneas.
El poeta rumano se aleja de lo anecdótico para internarse en lo simbólico. Sus versos no relatan, sino que sugieren, cargados de ambigüedad y densidad lírica. La pregunta directa “¿tú qué descubriste en mí, amor?” se erige como el único intento explícito de comunicación en medio de un universo lleno de metáforas rotas. Pero incluso esta súplica se pierde en la bruma de lo que no fue, de los “recuerdos que no tuvimos”, en una especie de nostalgia anticipada.
La poesía de Marius Gabureanu, increíblemente escrita en un español rico y visceral, muestra su habilidad para habitar una lengua que ha hecho suya, sin perder la melancolía propia de la literatura centroeuropea. La imaginería animal (los cormoranes, los lobos seniles) le otorga al poema una textura primitiva, instintiva, donde la violencia y la ternura se entrelazan.
En su cierre, el poema regresa a la imagen de las manos y sus sombras, ahora con una carga aún más trágica: “Sólo los amputados logran / adivinar la verdadera sombra de sus manos.” Una afirmación devastadora, que encierra la idea de que solo en la pérdida total se comprende el verdadero valor de lo amado. Es una poética del despojo, del duelo sin redención.
En fin, solo queda lamentarnos de que un autor capaz de entregar “La sombra de tus manos”, una obra de altísima intensidad emocional, elaborada con precisión quirúrgica y un dominio sorprendente del idioma, no publique con asiduidad, porque es una pérdida enorme para la poesía toda, a pesar de todos los pesares que se quieran y de que en este poema nos revele las huellas de una biografía marcada por el desarraigo, la ruptura y la necesidad desesperada de luz en medio de la sombra.
Con la esperanza de que vuelvas a publicar en Alaire, querido Marius, te envío un fuerte abrazo.
- Alejandro Costa
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Re: La sombra de tus manos
fue descubrir en ti una laguna llena de cormoranes
y decapitarlos uno a uno
para averiguar si la soledad es capaz de sangrar.
Magistral poema, del que destaco estos versos por su gran belleza y fuerza.
Me alegra mucho el rescate.
Es una obra maestra.
Un fuerte abrazo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…
Me sobra el corazón (Miguel Hernández)
- Marisa Peral
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Re: La sombra de tus manos
Arriba este poema excelente de Marius, del que es difícil destacar sólo algún verso.Marius Gabureanu escribió: ↑Lun, 13 Abr 2020 16:15 Acaricié, con mis manos, la sombra sorda de las tuyas.
Algo de nosotros quedó en aquel horizonte imaginado
por los amputados.
Tú ya sabes cómo va la vida,
que nunca hay interrogantes
que despierten a un árbol secuestrado.
Sabes, también, que nuestras miradas empapadas
con recuerdos que no tuvimos
son abismo en toda regla.
Y esa manía tan minuciosa de hacer el amor
fue descubrir en ti una laguna llena de cormoranes
y decapitarlos uno a uno
para averiguar si la soledad es capaz de sangrar.
Pero, ¿tú qué descubriste en mí, amor?
Tal vez la osadía de los que moldean veleros de su impotencia.
Recuerdo tu voz de grieta contando mis lunares
mientras la noche cabalgaba frenéticamente debajo de la piel.
Te lo había advertido, amor,
que más tarde o más temprano
habrá un silencio de lobos seniles
conteniendo la sombra de tus manos y de las mías.
Sólo los amputados logran
adivinar la verdadera sombra de sus manos.
Yo hoy dejo dos estrofas céntrales que me parecen un derroche de imaginación y dominio poético.
Enhorabuena, Marius, espero que vuelvas pronto.
Un abrazo grande.
Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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