Ventura Morón escribió:...
Cuando te vas
es cuando vuelves.
Cruzas la puerta, y vienes, entera,
a mi lado.
Dejo de verte y atraviesas de vuelta, nítida,
las pupilas de mi alma en vela, que se enreda
con tu caminar en mi mente confusa
arrastrando pesadamente la lava de tus huidos pasos,
que se aligeran de pronto como el sueño de un recluso
volviendo en sentido contrario a tu camino,
haciéndose de un agua pura que anega las venas de la soledad
para que me sumerja,
y me dejen divagando como
un pájaro migratorio
que se hubiese quedado en la tierra
con las alas abiertas.
El vacío
es entonces el desborde del corazón, que se pliega
en imágenes perdidas en el tiempo
en recuerdos caprichosos, que dibujan
algo parecido a una verdad
que viviera congelada entre los huesos de la rutina.
Es justo entonces, cuando no te tengo,
que recupero tu cuerpo fluorescente,
que se balanceaba moribundo en la orilla de los días,
y te hablo, te escucho, te siento,
te dejo unos segundos
mientras me abalanzo a mis abismos,
mientras miro atrás, hacia delante,
hacia adentro,
trazo tu perfil en las sombras que envuelven esta calma
y me lanzo a tu boca
como una manada de caballos salvajes al viento indeleble,
trenzando los clarividentes ojos que no se ven,
amarradas las manos al aire que nos junta en la distancia
y el corazón a las entrañas de esta vida a medias
que nos deja aún estos kilómetros
de abrazos fallidos
para creer que son el cáliz de una promesa
que se cumplirá, quizás
o nunca, tal vez
a tu regreso.
.
.
Cuanta sensibilidad, cuan bellas imagenes! Estos cálidos versos son una caricia para el alma exaltada de vida, sin que la adversidad opaque su gran belleza. Mi admiracion, Ventura. Te felicito, amigo poeta. Un abrazo grande, ERA